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James W. Carey (1934-2006)
PERFIL BIOGRÁFICO Y ACADÉMICO

Nacido en 1934, cursó bachillerato en Rhode Island y estudió posteriormente en la Universidad de Illinois, donde se doctoró. Inició su trabajo académico en la cátedra Gallup de la Universidad de Iowa. Ayudante y profesor asociado de periodismo en la Universidad de Illinois en Urbana- Champaing y, años después, director del Instituto de Investigación de Comunicaciones y decano del College of Communications, cargo en el que cesó en 1992. Profesor de la Escuela de Periodismo de la Columbia University.
Doctor ‘honoris causa’, entre otras, de las universidades de Illinois y Concordia (Canadá). Ha sido miembro del consejo directivo del Public Broadcasting System, presidente de la Association for Education in Journalism y de la American Association of Schools and Departments of Journalism. Miembro del consejo asesor del Poynter Institute y del Freedom Forum.
Entre sus obras, cabe destacar: Communication as Culture. Essays on Media and Society, 1988, y Media, Myths, and Narratives. Television and the Press (ed.), 1988. Son muchos los ensayos aparecidos en revistas científicas y libros colectivos, como ``Innis 'in' Chicago: Hope as the Sire of Discovery'', en Charles R. Acland y William J. Buxton (eds.), Harold Innis in the New Century, Londres, 1989; ‘Culture, Geography, and Communications: The Work of Harold Innis in an American Context'', en William Melody y otros (eds.), Culture, Communication, and Dependency. The Tradition of H. A. Innis, New Jersey, 1980.
El pensamiento del autor aparece ampliamente estudiado en la obra de Eve Stryker Munson y Catherine A. Warren James Carey (eds.), A Critical Reader, Univ. of Minnesota, 1997.
Carey, un pensador crítico de especial relieve en la definición del espacio cultural de los medios en los sistemas democráticos, permanecía, aún en 2004, inédito en las lenguas española y portuguesa, a pesar de ser reconocido en Estados Unidos como uno de los pensadores más influyentes del último tercio del siglo XX en el campo de la comunicación y el periodismo.

PENSAMIENTO Y EXPRESIÓN CIENTÍFICA

Concibe el mundo de los medios, en general, y el de la prensa, en particular, como una dimensión de la vida democrática, por lo que, en parte, a ellos se debe la calidad de la vida pública. Para Carey, los periodistas no son meros asalariados de una empresa, sino actores de la vida pública, cuya identidad cívica está asociada al control de las manifestaciones del poder y, al tiempo, a la reivindicación de los valores y sentimientos que subyacen en la ciudadanía. El periodista está llamado a mejorar la calidad de la vida pública, el debate público, las relaciones entre administración y sociedad.
Considerado como un representante de los estudios culturales norteamericanos, Carey parece incómodo con esa etiqueta reduccionista, ya que se presenta más bien como un analista crítico de la comunicación que apela a la necesidad de acercar la investigación en comunicación con los estudios culturales. Carey cree que es posible hacer converger los estudios culturales y la investigación en comunicación, tratando así de romper la barrera existente y orientar el enfoque de los primeros al estudio más concreto de los medios.
Propone, asimismo, profundizar en los estudios de comunicación a través de nuevas facetas, descubrir la magnitud de la complejidad. Así, por ejemplo, considera necesario un más amplio análisis de los contenidos, cómo se crean los significantes simbólicos, cómo se insertan y se emplean en la vida social. Conocer a qué valores, presupuestos, inducciones o tensiones de poder responden los modelos constructivos de la realidad. La comunicación es algo más que una observación, un acercamiento de la audiencia a los medios o una transmisión de un mensaje. Es la resultante dialéctica de los vectores de poder, los intereses y actores sociales. Para Carey, la comunicación de masas tiene un carácter reflexivo, ya que no sólo describe o informa, sino que crea y transforma. La sociedad se ve en el espejo de los medios y actúa sobre su imagen, modifica la realidad. La comunicación no sólo es transmisión de información, sino un vínculo reflexivo con la comunidad, una interacción con su contexto cultural.
Carey cree preciso reinterpretar los valores que definen los nuevos paradigmas de la comunicación y necesario revisar las pautas de la investigación. La investigación, señalaba a comienzos del presente siglo, se encuentra intelectualmente estancada y carece de interés por regla general. Más allá del estudio convencional de los efectos, en los que culminaron buena parte de las líneas de investigación norteamericanas, es necesario abrir horizontes con una generosidad intelectual que supere la vieja segregación de los estudios de comunicación de las metodologías críticas, de las interpretaciones ideológicas, de los estudios culturales, de la antropología y de los análisis interpretativos que desbordan el empirismo escueto de la investigación aplicada.
Sus reflexiones beben en fuentes multidisciplinares y proyectan la necesidad de construir un espacio académico enriquecido por una mirada más profunda. Así, se aprecian en su obra los trazos, entre otros, de John Dewey, Lewis Mumford, Clifford Geertz, Raymond Williams, Thomas Kuhn, Max Weber, Charles W. Mills, Richard Rorty, Harold Innis, Marshall McLuhan y Jürgen Habermas.
En su libro Communication as culture, Carey describe dos modalidades de comunicación, la que llama ‘ritual’ y la que describe como ‘transmisión’. El modelo de ‘transmisión’ sigue las pautas convencionales del emisor que emplea un canal para enviar un mensaje a un receptor. El vínculo se establece entre el emisor y el receptor, separados espacialmente, y ejerce una influencia y control a través del espacio, a distancia. Es el caso de los medios de comunicación convencionales, los productos de las industrias culturales, etc.
La comunicación ‘ritual’ se inscribe en el espacio ceremonial de la participación y crea experiencia y sentimiento de pertenencia a una comunidad. La comunicación ritual establece, a través del tiempo, el plano próximo del espacio cultural, esto es, la identidad. La sociedad se hace no tanto de la comunicación como en la comunicación. Forman parte de esta dimensión comunicativa aspectos como las fiestas, el baile, los círculos de debate, las asociaciones, los hábitos cotidianos, etc. Hay más una idea de ‘comunión’ en este modo de comunicación, que pierde presencia, sin embargo, en sociedades como la norteamericana, dominadas por el individualismo y la cosificación de las relaciones. La comunicación como ‘transmisión’ se refuerza y diversifica con el desarrollo tecnológico, que cambia los valores rituales de la comunicación como contacto, como experiencia participativa.
Uno de los campos de análisis de Carey es el de las tecnologías, no sólo como extensiones culturales, sino por su instrumentalización a través de visiones mitificadas en las que se apoyan los paradigmas del progreso. Así, por ejemplo, analiza los usos rituales del futuro en la cultura norteamericana, desde el siglo XIX a nuestros días, con valores constantes que exhortan a confiar en el porvenir, a vincular tecnología con progreso y a anticipar visiones idílicas de participación y paz en la representación prospectiva del mañana.
Hace un análisis crítico de los mitos que rodean los proyectos tecnológicos, partiendo de las expresiones culturales de la revolución industrial del siglo XIX, cuando ya se empleaba el alcance transformador de la técnica como instancia redentora de la sociedad, como liberadora de las esclavitudes y del esfuerzo físico que consumía al ser humano, como motor del progreso universal. La realidad de la revolución del vapor reveló la otra cara del mito: las brechas sociales de clases, la vida miserable del proletariado, las migraciones, la polución, la acumulación de capital... Con la electricidad se alimentó un nuevo discurso mítico, donde aparece el concepto de red como espina dorsal de una nueva sociedad, incluso de una nueva visión de la democracia, como un nexo de participación, como una superación de las debilidades de la era del vapor... La energía alcanza a todos a través de la red, fluye como un maná que libera a la sociedad a través de sus individuos. La sociedad, el conjunto, aparece metafóricamente como el gran acumulador eléctrico, como la síntesis del empuje vital de sus gentes... Valores, postulados retóricos en los que Carey encuentra la matriz recurrente y el sustrato determinista de los mitos tecnológicos, que se repiten y acentúan en la era digital, en el nuevo paradigma de la sociedad de la información, de la sociedad en red.
En su recorrido por las innovaciones tecnológicas y sus efectos, presta atención al desarrollo del telégrafo, como una nueva expresión de las utopías universalistas que describen las bondades de las redes en la vertebración, progreso y paz de la Humanidad. La novedad más importante para Carey del telégrafo es que, por primera vez, se produce una separación entre comunicación y transporte. El telégrafo no sólo permite el envío de mensajes sin el acarreo físico de un objeto-mensaje, sino que, además, facilita el control de la comunicación. Hasta entonces, transporte y comunicación estaban unidos inseparablemente. Desde entonces, los mensajes viajan más rápidos que los mensajeros...
¿Que papel juega la tecnología en esa realidad compleja? ¿Favorecen o no las nuevas extensiones tecnológicas el desarrollo de la vida democrática? ¿La comunicación transmitida sustituye el plano de la comunicación ritual que construye el espacio cívico de la sociedad? Frente a los mitos enunciativos, generalmente asociados a atributos relacionados con la democracia, la libertad, la paz, el conocimiento y la participación, la realidad de las olas tecnológicas certifica la concentración de poder, la despersonalización y la estandarización de la vida social.

Perfiles biográficos y académicos. Marcos epistemológicos y teóricos de la investigación en Comunicación. Plan Nacional de I+D, CSO2013-47933-C4-3-P | Ministerio de Economía, Industria y Competitividad
 
LISTA ALFABÉTICA DE AUTORES
RECURSOS EN LA RED
Biografías [1] [2] en inglés

Remembering James Carey Texto en inglés.

Ethics in Reporting Crimes Against Humanity. Entrevista de Devyani Onial Texto en inglés.
Communication as Culture Texto en inglés.
Acerca del artículo de James W. Carey 'Overcoming Resistance to Cultural Studies' por Pam Laucella Texto en inglés.
TEXOS
Marshall McLuhan: Genealogy and Legacy Texto en inglés.
Where journalism education went wrong Texto en inglés.
Case Study Curriculum for Journalism Students. Introduction Texto en inglés.
Covering College Coaches: at Their Feet, or at Their Throat Texto en inglés.
Mirror of the Times Texto en inglés.
Communication as Culture Texto en inglés.
 
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