Hijo de un ingeniero ruso
de religión judía, Leo Wiener, que emigró en
1880 a Nueva Orleans, los Estados Unidos. Nació en
Columbia, Missouri, en 1894. Después de algunos fracasos
escolares, se encargó
directamente de su formación su padre, circunstancia
que, junto a la rica biblioteca familiar, fue determinante
en su carrera. El progreso fue excepcional y a los once años
ingresó
en el Tufts College, donde se graduó en Matemáticas
tres años más tarde, antes de pasar a la Universidad
de Harvard, donde se doctoró en Filosofía a la
sorprendente edad de 18 años, con una tesis sobre lógica
matemática dirigida por Karl Schmidt. Viajó a
Inglaterra, a la Universidad de Cambridge, donde profundizó en
sus estudios con Bertrand Russell y
G.H. Hardy, y más tarde en Göttingen para estudiar
ecuaciones diferenciales con Hilbert y Landau. Regresó
a Estados Unidos en las vísperas de la Primera Guerra
Mundial y enseñó filosofía en Harvard.
Durante la guerra fue invitado a trabajar en cálculos
balísticos por el Aberdeen Proving Ground de Maryland
y, concluido el conflicto, se incorporó al MIT como
profesor de matemáticas.
Es uno de los animadores del movimiento de la cibernética,
junto Warren McCulloch, John
von Neumann, Walter H. Pitts, Heinz
von Foerster, Gregory Bateson,
con quien establece un lazo fuerte de amistad, Karl
W. Deutsch, etcétera. Con von Foerster trabajó
en el Biological Computer Laboratory (BCL) de la Universidad
de Illinois en Urbana-Champaign. Falleció en Estocolmo,
en 1964.
Su actividad fue muy amplia y dispersa, y en ella se incluyó
la teoría matemática de la información
y la cibernética (un término acuñado por
el propio Wiener). En 1948 publicó Cybernetics:
or, Control and Communication in the Animal and the Machine,
una obra clave en su pensamiento y la que alcanzó mayor
difusión. También publicó Nonlinear
Problems in Random Theory (1958); God and Golem, Inc.:
A Comment on Certain Points Where Cybernetics Impinges on Religion (1964); Cybernetics
of the Nervous System (1965); Differential Space,
Quantum Systems and Prediction (1966).
Entre las ediciones en lenguas española y portuguesa: Cibernética
e Sociedade, Cultrix, São Paulo, 1954; Cibernética,
Guadiana, Madrid, 1960; Cibernética y Sociedad,
Ed. Sudamericana, Buenos Aires, 1969; Cibernética
ou controle e comunicação no animal e na maquina,
Poligono, São Paulo, 1970; Cibernética y
sociedad, Fondo de Cultura Económica, México,
1984; Dios y Golem S.A. Comentarios sobre ciertos puntos
en que chocan cibernética y religión, Siglo
XXI, México, 1975; Cibernéticao el control y
comunicación en animales y máquinas, Tusquets
eds., Barcelona, 1995.
PENSAMIENTO Y EXPRESIÓN CIENTÍFICA
En su obra Cybernetics, Wiener
describe la 'cibernética' como "la ciencia del
control y la comunicación en el animal y en la máquina".
Se trataba de una ciencia multidisciplinar para el análisis
de los procesos similares que se dan en los seres vivos y las
máquinas, como son el control de la información
y las comunicaciones. El cuerpo humano puede estudiarse como
una 'máquina' con complejos sistemas de control de información,
que regulan la temperatura, el agua en el organismo, al tiempo
que está formado de un poderoso sistema de comunicaciones
eléctricas y químicas, que configuran, respectivamente,
los sistemas nervioso y hormonal.
Las observaciones de Wiener se apoyaron en su trabajo junto
al neurofisiólogo mexicano Arturo Rosenblueth (1900-1970),
a quien había conocido en 1942, durante un congreso
en Nueva York. Con él estudió
las semejanzas entre el cerebro humano y los robots y sistemas
automáticos. Cobra aquí importancia el concepto
de 'feed-back' o 'retroalimentación', que era conocido
en el campo biológico, donde se describía cómo
los animales de sangre caliente mantienen la temperatura corporal
mediante reguladores biológicos que toman información
ambiental externa y mantienen un sistema homeostático,
equivalente a un termostato. Wiener y Rosenblueth dedujeron
que estos mecanismos eran instrumentos para el procesamiento
de información, pues actúan a partir de la información
que reciben. Se trata de un comportamiento inteligente (la
'inteligencia artificial', en el caso de las máquinas),
porque es capaz de procesar la información captada y
responder.
A partir de sus observaciones e investigaciones, Wiener profundizó
en la búsqueda de los rasgos de semejanza entre el cerebro
humano y el 'cerebro artificial', el ordenador, la computadora.
Conocido el sistema operativo, era posible entonces intervenir,
entender o explicar las pautas de comportamiento o las expresiones
sociales de la conducta.
La cibernética se presenta como un paradigma científico
capaz de explicar los conceptos básicos de las ciencias
materiales, como una estructura de conocimientos lógico-formal,
cuyo axioma central entiende que todo fenómeno del Universo
es consecuencia de procesos de comunicación, que alcanza
a todos los elementos y variables que lo componen el sistema
universal y sus subsistemas.
El variado y disperso pensamiento de Wiener sirvió para
provocar revisiones y nuevas líneas de investigación
en numerosos campos del conocimiento. Así, desde las
patologías psíquicas a la fisiología del
aparato nervioso, desde la sociología de los hábitos
y costumbres a la psicología del comportamiento humano
se podían estudiar a través de los procesos de
comunicación y al control de la información.
En 1958, von Foerster revisó los
planteamientos de Wiener acerca de la cibernética y
propuso un nuevo enfoque, propio de los sistemas complejos,
que definió como la 'cibernètica de segundo orden',
base de su teoria constructivista.
Numerosos autores han visto en Wiener un precursor de los teóricos
de las redes y del espacio virtual de la comunicación.
así, el francés Philippe
Breton descubre cómo Wiener, ya en 1942, propuso
la organización de la sociedad en torno a la comunicación: "La
sociedad está
contenida en su totalidad en los mensajes que circulan en su
seno". El ser humano se distingue por su condición comunicante.
Las redes ya están descritas antes de ser realizadas... Paul
Virilio retoma los los fundamentos de la cibernética
de Wiener para descubrir en el desarrollo de la tecnología
las claves de un nuevo totalitarismo. Su amplia influencia
alcanza a pensadores como Niklas Luhmann, Paulo
Freire, Max Bense o Philippe
Breton, que califica a Wiener de verdadero padre de la
moderna comunicación: “La sociedad está contenida
en su totalidad en los mensajes que circulan en su seno”.
El ser humano se distingue por su condición comunicante.
Perfiles biográficos y académicos. Marcos epistemológicos y teóricos de la investigación en Comunicación.
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