Lippmann en la portada del semanario Time (27.09.1937).
Portada
del libro de Ronald Steel, Walter Lippmann and the
American Century (1980).
Walter
Lippmann (1889-1974)
PERFIL
BIOGRÁFICO Y ACADÉMICO
Nacido
en Nueva York, de origen alemán, estudió
lengua y filosofía en la Universidad de Harvard,
donde tuvo por compañeros de clase a T. S. Eliot
y John Reed. Militante socialista, en la Universidad
creó el Havard Socialist Club. En 1912 trabajó
en la campaña de Theodore Roosevelt y el Partido
Progresista en las elecciones presidenciales de los
Estados Unidos. En 1913 publica su primer libro -A
Preface to Politics-, con una crítica a
los prejuicios populares, y participa en la creación
del semanario liberal New Republic, donde
escribió hasta 1920. En 1916, tras abandonar
el socialismo, se une a Woodrow Wilson y el Partido
Demócrata. Miembro de la comisión norteamericana
en la Conferencia de la Paz de París (1919),
participó en la creación de la Liga de
Naciones.
En 1920 comienza a trabajar en el New York World,
del que llegará a ser director (1929-1931), donde
hace célebres sus columnas de opinión.
Al tiempo, publica algunos de sus libros sobre la opinión
pública, la propaganda y la vida democrática
en los Estados Unidos: Public Opinion (1922)
y The Phantom Public (1925). En 1931 entra
en el New York Herald Tribune, donde su opinión,
reproducida por más de 200 diarios locales, fluctuó
en el apoyo a distintos candidatos republicanos y demócratas.
Crítico del comunismo soviético, Lippmann
se mostró partidario de una alianza atlántica
anglo-norteamericana y fue objeto de espionaje por parte
de su secretaria, Mary
Wolfe Price, que pasaba la información de
sus fuentes a Moscú. En 1962, sus columnas comenzaron
a editarse en el Washington Post. Fue considerado
en vida el columnista más influyente de los Estados
Unidos y conocido como el 'decano del periodismo norteamericano'.
Ganador de dos Premios Pulitzer (1958 y 1962), fue 'honoris
causa' por 19 universidades.
Defendió la naturaleza universitaria de los estudios
de Periodismo y, en 1965, en la asamblea general del
International Press Institute (IPI), celebrada en Londres,
reclamó un estatuto académico superior
para la formación de los periodistas.
Entre sus libros: A Preface to Politics (1913),
Public Opinion (1922), The Phantom Public
(1925), A Preface to Morals (1929), The
Good Society (1937), U.S. War Aims (1944),
The Cold War (1947), Isolation and Alliances:
An American Speaks to the British (1952), Essays
in the Public Philosophy (1955), Western Unity
and the Common Market (1962), etc.
En España han sido editados: Crisis de la
democracia occidental, Hispano Europea, Barcelona,
1957; La opinión pública, Cuadernos
de Langre, San Lorenzo del Escorial, Madrid, 2003.
Sobre Lippmann, entre otros estudios, los de John Luskin,
Lippmann, Liberty, and the Press (1972), John
Morton Blum (ed.), Selected Letters of Public Philosopher
Walter Lippmann (1985) y Ronald Steel, Walter
Lippmann and the American Century (1980).
EL
PENSAMIENTObr>
Su teroría acerca
de los medios y la democracia -Public
Opinion- hace especial referencia a la formación
de la opinión pública. Influenciado por
el psicoanálisis de Sigmund Freud, pensó
que la sociedad, mal informada y con una visión
parcial, puede ser víctima de impulsos irracionales
como la violencia. El periodismo contribuye a construir
el consenso mediante la 'revolución' que suponen
para la democracia el papel orientador de los medios masivos,
que contribuyen a la defensa de los intereses cumunes
y a la formación de la identidad nacional. Contrapone
el periodismo libre a la propaganda política, porque
esa es la forma de acortar las diferencias entre el mundo
real y lo que el público percibe del mundo como
real. En una sociedad compleja, donde deben tomarse decisiones
rápidas y con un alto grado de especialización,
la opinión popular no conduce, según Lippmann,
a la mejor de las soluciones, por lo que debe ser acompaña
o guiada.
Si bien había mostrado inicialmente un relativo
optimismo sobre las posibilidades de influir en la cultura
democrática del pueblo americano, tras la Segunda
Guerra Mundial reaccionó hacia planteamientos muy
conservadores, con agudos recelos sobre la autonomía
de la opinión pública y la capacidad de
una población que, a su juicio, debía ser
conducida por las fortalezas de la sociedad pensante,
por los intelectuales -las 'specialized class'-, motivo
por el cual reclamaba el 'manufacturing consent', término
que utilizó Noam Chomsky
como título de uno de sus libros, pese a que Lippmann
pasaría por ser, para algunos analistas, el contrapunto
intelectual de Chomsky. Su creencia acerca de la incapacidad
popular para la toma de las mejores decisiones de la gobernación
acentuó una visión escéptica y elitista
de la vida política, orientada hacia soluciones
de democracia corporatista. Herbert
Aptheker ve aquí la influencia de Vilfredo
Pareto (1848-1923) y Gaetano Mosca (1958-1941) y de las
ideas precursoras del fascismo italiano, como las que
definen, desde una visión elitista, el concepto
de clase política como clase dirigente, la responsabilidad
social del intelectual y la utopía de la democracia.
Lippmann denunció la pérdida de las 'tradiciones
de la civilización' y la degradación del
concepto de autoridad, por lo que desconfía de
la eficacia del sistema democrático en una sociedad
que se hace más compleja y cree en las virtudes
del 'sentido comercial occidental'. En uno de sus libros
de posguerra, Essays
in the Public Philosophy, promueve una 'defensa
de la civilización'. Fue crítico con la
intervención norteamericana en la guerra de Corea
y, más tarde, a la de Vietnam.
Perfiles biográficos y académicos. Marcos epistemológicos y teóricos de la investigación en Comunicación.
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