Nacido en los Países Bajos en
1940. Cursó estudios de ética social, psicología
y derecho en la Universidad de Ámsterdam (1968),
donde se doctoró con una tesis sobre las perspectivas
de la comunicación pública (1975).
Ejerció como periodista de radio y televisión
en diversos medios holandeses y fue corresponsal en Oriente
Próximo, Kenia, etc. (1965-1970). Director del
centro de investigación en comunicación
en el Departamento de Estudios de la Federación
Mundial Luterana de Ginebra (1971-1976). Asesor del Ministerio
de Asuntos Exteriores de los Países Bajos (1977).
Supervisor de proyectos externos del Instituto Latinoamericano
de Estudios Transnacionales (ILET).
Su actividad docente, como profesor de comunicación
internacional, la inició en el Instituto de Estudios
Sociales de La Haya (1980-1993), que simultaneó
con la enseñanza de comunicación y relaciones
internacionales en la Universidad de Ámsterdam
(1984-1993). Desde 1995 es profesor de ciencia de la comunicación
en la facultad de Ciencias Sociales de la Universidad
de Ámsterdam y de medios, religión y cultura
en la Universidad Libre de Ámsterdam. Ha sido profesor
visitante de la Universidad Católica de Lovaina,
Bélgica, y de la City University de Londres.
Es director de Gazette, International Journal
for Communication Studies y pertenece a los consejos
científicos de numerosas publicaciones académicas
internacionales. Ha sido presidente de la International
Association for Media and Communication Research (1990-1994).
Director del Centro para la Comunicación y los
Derechos Humanos de Ámsterdam.
Promotor de la Carta de la Comunicación de los
Pueblos [People's Communication Charter]. Es presidente
del consejo directivo de la Academia Jan van Eyck de Maastricht.
Miembro de los consejos de la International Communication
Association y de la agencia de noticias Inter Press Service.
Asesor de las Naciones Unidas para la Cumbre Mundial sobre
la Sociedad de la Información (2003-2005).
Autor, entre otros libros, de Cultural Autonomy in
Global Communications (1983), Finance and Information
(1983), The Technology Gamble (1988), The
Politics of World Communication (1994), World
Communication (1995), The Ethics of Cyberspace
(2000) y Human Rights for Communicators (2003).
Han sido traducidos a lengua española: La aldea
transnacional. El papel de los truts en la comunicación
mundial, Gustavo Gili, Barcelona, 1981; Hacia
una autonomía cultural de las comunicaciones mundiales,
Ediciones Paulinas, Buenos Aires, 1983; Finanzas e
información, ILET/Nueva Imagen, México,
1984.
PENSAMIENTO
Y EXPRESIÓN CIENTÍFICA
El pensamiento de Hamelink está
dirigido a dar respuesta a la que considera asignatura
pendiente de la comunicación en nuestra sociedad:
su democratización. Buena parte de sus reflexiones
pueden adscribirse a la corriente de análisis conocida
como política económica de la comunicación.
La prevalencia de los intereses económicos en el
campo de los medios y de las industrias culturales limitan
su papel al de meros productos comerciales. Reivindica
la ética como elemento de partida, pero también
la sujeción del absorbente espacio de la comunicación
y sus soportes tecnológicos a las reglas del juego
democrático, al respeto a la pluralidad y la diversidad.
Hamelink es el promotor de la Carta de la Comunicación
de los Pueblos [People's Communication Charter] que busca,
entre otros objetivos, la creación de instituciones
independientes que defiendan el derecho de los pueblos
a comunicarse, en su propia lengua y con respeto a la
diversidad cultural y a la libertad de expresión
en el conjunto del espacio global. Hamelink advierte que
existen organizaciones internacionales que atienden los
acuerdos en materias comerciales, sobre libre circulación,
sobre derechos de propiedad, etc., que, paradójicamente,
contrastan con la ausencia de instrumentos de control
y defensa en el plano de la comunicación y la cultura
desde la perspectiva de los pueblos. El mercado se ha
apropiado de una parcela decisiva del espacio público
y, por consiguiente, los medios llamados a enriquecer
el debate cumplen, cada vez más, un papel opuesto
al que se le presupone en una democracia. Además,
por la lógica del mercado, busca lo que llama la
'sincronización cultural', esto es, la homogeneización
del pensamiento como sustrato para la globalización
de los estímulos comerciales.
El reconocimiento del derecho a comunicarse, cree Hamelink,
es esencial si se quiere que la gobernabilidad global
de las ‘sociedades de la comunicación’
estén inspiradas en una preocupación por
los derechos humanos. Esto supone situar los intereses
y la innovación sociales como fuerzas motrices
y objetivos prioritarios, por encima de los mercados y
los usos dirigidos de las tecnologías.
Caminamos, señala Hamelink, hacia la sociedad publicitaria
global, cuyos efectos no sólo son los de la inducción
al consumo, sino la prescripción de lo que se puede
hacer, comprar, pensar... La publicidad, apoyada en las
nuevas extensiones tecnológicas de los medios,
modela los hábitos sociales, construye la innovación
a través del consumo y relega a un segundo plano
la capacidad propositiva del individuo y de la sociedad
en su conjunto. La publicidad se convierte en un instrumento
clave en la 'sincronización cultural' que erosiona
la identidad local y reduce los rasgos de diversidad.
Perfiles biográficos y académicos. Marcos epistemológicos y teóricos de la investigación en Comunicación.
Plan Nacional de I+D, CSO2013-47933-C4-3-P | Ministerio de Economía, Industria y Competitividad