Los
orígenes de Admira, filial del grupo Telefónica
dedicada a los medios de comunicación,
se remontan a 1995, cuando tiene lugar la aprobación
de la Ley de Telecomunicaciones que establecía
la liberalización de las telecomunicaciones.
A mediados de los 90, inició su actividad
en el sector de los contenidos audiovisuales,
con el objetivo de distribuir contenidos en el
mercado de habla hispana. Contando con presencia
en Chile, Argentina, Perú, Bolivia, Guatemala,
Colombia, Puerto Rico, Brasil, Venezuela (pero
también en Rumania y Portugal).
Se producen alianzas con la estadounidense WorldCom-MCI,
British Telecom, y con el grupo inglés
Pearson,
propietario del grupo Recoletos
(España), con lo que Telefónica
entra a formar parte del accionariado de éste
último (Marca, Expansión, Actualidad
Económica o Telva). Participa,
además, en el satélite Hispasat
con un 23%. A finales de 1999 principos de 2000
se hace con un 48,62% de Vía Digital; el
47,42 % de Antena 3 TV y el 40% de Audiovisual
Sport. En cuanto a producción de contenidos
participa en la productora holandesa Endemol
(con filiales en 17 paises), Media Park (audiovisual
y multimedia), Lola Films (producción y
distribución cinematográfica), y
Megatrix (contenidos infantiles y canal temático
en Vía Digital). Compra, además,
el proveedor de acceso a Internet Lycos. La estructura
nacida de la compra de Lycos le daba la primacía,
según un comunicado de la empresa, en Canadá,
Corea del Sur, América Latina y el mercado
hispano de Estados Unidos; Terra-Lycos pasaba
a operar a través de filiales en 40 naciones,
122 sitios en 19 idiomas distintos y 91 millones
de visitantes al mes. Con anterioridad, Telefónica
ya había establecido una extensa estructura
en Internet a través de América
Latina, mediante la compra de portales de referencia
en la mayoría de las naciones de habla
hispana.
En junio de 2000 Data (filial de Telefónica)
compró MediaWays a Bertelsmann,
considerada como la mayor operadora alemana en
redes para Internet después de Deutsche
Telekom. Ese mismo año se cerraba, además,
un acuerdo entre Bertelsmann y Telefónica
para crear una sociedad, controlada por el grupo
alemán (75 por ciento), de distribución
de libros en España y América Latina
a través de Terra Lycos. El grupo anunció
la reestructuración de su filial Telefónica
Media en tres áreas de negocio: televisión
en abierto y radio, con Antena 3, Telefé,
y Onda Cero
como referencias; contenidos, que gira en tomo
a Endemol; y televisión de pago, con Vía
Digital como primer activo. Con las últimas
adquisiciones realizadas en Brasil, la compañía
estaba presente en los mercados más importantes
de la región, como Argentina, Brasil, Chile,
Perú, Puerto Rico, El Salvador, Guatemala,
Colombia y Venezuela.
En 2001 Telefónica Media cambia de nombre
por el de Admira Media. Admira abarca todas las
áreas de creación y distribución
del mercado audiovisual y se consolida como uno
de de los principales actores en televisión
y radio en lengua española y portuguesa.
Tenía presencia en cuatro continentes y
23 países. Pero, a partir de 2002 las cifras
de negocio no son las esperadas y en vista de
las pérdidas que la filial de medios producía,
Telefónica empieza a barajar la posibilidad
de deshacerse de Admira. Ese mismo año
el presidente de la compañía, César
Alierta, fulminó a la cúpula directiva
de su división de medios y ya en 2003 Admira
desaparece del organigrama de Telefónica.
Sus participaciones en medios de comunicación
se integran en Telefónica Contenidos, una
división nacida de la anterior escisión
de Admira.