Ideólogo alemán nacido
en Tréveris, en el seno de una familia acomodada.
Estudió derecho, historia y filosofía en
la Universidades de Bonn y Berlín, donde fue discípulo
de Hegel y Feuerbach. Se doctoró en 1841. Muy influenciado
por el pensamiento hegeliano, se aproximó al círculo
radical de Bruno Bauer, donde comenzó el tránsito
desde las concepciones idealistas al materialismo. En
1842 fue nombrado redactor jefe del Reinische Zeitung,
con una estancia breve en el cargo, como consecuencia
de las tensiones políticas que marcarían
una vida de exilios y extrañamientos. En 1844 conoce
en París a Engels, que
se convertirá en su mejor compañero de ideas,
producción de pensamiento y activismo político.
Con Engels redacta el Manifiesto
Comunista de 1864, presentado en Londres en la constitución
de la Primera Internacional. Entre sus obras más
destacadas, Contribuciones a la crítica de
la economía política (1859) y El
capital(1867). Falleció en 1883.
Su pensamiento ha alcanzado una presencia significativa
tanto en el plano de las ideas políticas como en
el metodológico. Las corrientes, derivaciones e
influencias marxistas aparecen en el pensamiento de la
comunicación a través de formulaciones y
propuestas vinculadas a desarrollos políticos concretos
o mediante el empleo de las herramientas de análisis
del materialismo dialéctico. Buena parte del pensamiento
del siglo XX se basa, se mira o se contrasta en la concepción
marxista de la sociedad y de la historia.
En general, las corrientes marxistas y materialistas asignan
un papel instrumental a los medios, como altavoces del
discurso dominante y enmascaradores del control social
a través de la difusión del pensamiento
y la inducción de pautas de comportamiento que
se atienen a los intereses que configuran la superestructura
del sistema. Del mismo modo, para el pensamiento marxista
el desarrollo tecnológico, en el que se conforman
las nuevas extensiones de la comunicación, tiene
esa misma huella determinista, vinculada a los intereses
dominantes, que son matriz y pauta de la propia industria
tecnológica.
Medios, tecnologías, industrias culturales, estructuras
sociales aparecen en las diferentes líneas tributarias
del marxismo a lo largo del siglo XX, desde las corrientes
de pensamiento crítico europeas y americanas, a
vertientes estructuralistas y de estudios culturales,
economía política de la comunicación,
etc.