Nació en 1925 en Mundare, Alberta
del Norte, Canadá. De familia humilde de emigrantes de origen polaco y ucraniano, tras concluir
sus estudios secundarios inicia su carrera universitaria
en la British Columbia, que continúa en Estados Unidos.
Se graduó en psicología en la Universidad
de Iowa, donde también se doctoró (1952).
En 1953 inicia su actividad docente en la Universidad de
Stanford, donde permanecerá toda su carrera académica.
Sus primeros libros los publicó con su discípulo
Richard Walters -Agresión adolescente (1959)
y Aprendizaje social y desarrollo de la personalidad (1963)-. En 1973 fue nombrado presidente de la Asociación
Americana de Psicólogos. Es doctor 'honoris causa'
por numerosas universidades, entre ellas las de Roma, Indiana,
Penn State, Leiden, Berlín y las españolas
de Salamanca y Jaume I de Castellón. En 2008, obtuvo el premio Grawemeyer por sus contribucions a la psicología.
Entre los libros editados en lenguas española y portuguesa, Modificação do comportamento através
de procedimentos de modelação, Harbra,
São Paulo, 1972; Aprendizaje social y desarrollo
de la personalidad (con Richard Walter), Alianza, Madrid,
1977; Principios de modificación de conducta,
Sígueme, Salamanca, 1983. También de interés
del capítulo "Teoría social cognitiva
de la comunicación de masas", en Jennigs, B.
y Zillman, D. (Comps.), Los efectos de los medios de
comunicación. Investigaciones y teorías,
Paidós, Barcelona, 1996, págs. 89 a 125. |
Psicólogo
del comportamiento humano, analiza la permanente y dinámica
interacción entre el comportamiento y el ambiente
que rodea a la persona, enlazados por lo que denomina
un 'determinismo recíproco'.
Desde el punto de vista de la comunicación, su
teoría cognitivo social (en un principio, la definió
como 'teoría del aprendizaje social') es de especial
relevancia, tanto para analizar los efectos de los medios,
como instrumentos observados y productores de imágenes
'ambientales', como para conocer los mecanismos de modelado
social a partir de los medios. Bandura estudia el aprendizaje
a través de la observación y del autocontrol
y da una importancia muy relevante al papel que juegan
los medios (el 'aprendizaje mediatizado').
Los medios de comunicación no sólo son susceptibles
de ser observados, sino que actúan sobre los procesos
psicológicos de la persona en la medida que crean
imágenes, representaciones, modelaciones de la
realidad, por lo que, consecuentemente, producen o modifican
las conductas y el mecanismo cognitivo que precede a las
conductas. A través de los medios, esto es, mediante
el cambio del medio ambiente social, se pueden variar
los comportamientos. Además, los medios, especialmente
los audiovisuales, cada vez más determinantes en
la percepción de lo exterior, reproducen en sus
prácticas narrativas los elementos básicos
que desencadenan la actividad de la observación.
Al tiempo, son capaces de fijar ciertas marcas o referencias
que instruyen los mecanismos de autocontrol del individuo
en sus comportamientos.

Bandura analiza el aprendizaje de las conductas a
través de los medios y observa, por ejemplo, cómo
aquellas que tienen un carácter agresivo aumentan
la propensión a la agresividad e, incluso, conducen
a que personalidades violentas de la ficción audiovisual
puedan aparecer como modelos de referencia. Efectos que
se acentúan en etapas de 'observación' cognitiva
social tan intensa como es la infancia y la juventud. La
violencia no se produce automáticamente, como una
respuesta causal, advierte Bandura, pero sí aumenta
la posibilidad de que, ante una situación ambiental
concreta, desencadene una conducta aprendida no en la observación
del entorno social, sino en la narración mediática.
El hecho de que las conductas violentas afecten más
a los varones que a las mujeres se debe entender como la
consecuencia de unas referencias de autocontrol sujetas
a pautas subculturales que identifican el carácter
violento con los valores masculinos. Los medios de comunicación
no sólo producen efectos de riesgo, sino que, por
el contrario, pueden contribuir a la difusión de
ejemplos y modelos promotores de la modernización
y del progreso.
El pensamiento de Bandura da un importante salto cualitativo
entre las corrientes conductistas y las cognitivas.
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