Nacido en Versalles. Está considerado
como el padres de la televisión francesa, inspirador
de los principios de programación y del servicio público
audiovisual. En 1952 fue nombrado director de programas de la
RTF, puesto que ocupó hasta 1959, donde destacó
por el carácter dinámico e innovador de los contenidos
y el aprovechamiento cultural, informativo y de entretenimiento
del medio. D’Arcy tomó en consideración
el alcance sociológico y de vertebración nacional
de un medio que permitía crear un sistema nervioso de
la cultura francesa, por cuanto regiones que se desconocían
entre sí pasaban a formar parte del imaginario colectivo
de los franceses. Un enriquecimiento a partir de la diversidad.
Tras su papel fundacional de la televisión francesa,
paso a la ONU, donde fue nombrado director de la radio y de
los servicios visuales de la Oficina de Información.
Desde planteamientos democráticos y participativos, propugna
el empleo de las tecnologías y medios emergentes al servicio
de la pluralidad. D’Arcy es el primero en definir y reivindicar
en 1969 el derecho a la comunicación como un nuevo derecho
del hombre, por encima o más allá del derecho
a la información. En el futuro, señalaba, el derecho
a la comunicación debería formará parte
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Una interpretación que se apoyaba en los nuevos usos
tecnológicos, las transmisiones vía satélite,
y que proclamaba la superación de los monopolios estatales
de radiotelevisión como estructuras emisoras únicas.
Estas ideas fueron trasladadas años más tarde
al escenario de los debates de la UNESCO, que publicó
en 1978 su trabajo Les Droits de l'homme à communiquer,
previo a la definición del nuevo orden internacional
de la información y la comunicación (NOMIC). Autor
de uno de los informes preliminares de la Comisión McBride,
era partidario de proclamar el espectro de frecuencias radioeléctricas
y las órbitas de satélites geoestacionarios propiedad
de toda la humanidad, ya que eran riquezas naturales limitadas,
con lo que se daría paso al nacimiento del derecho internacional
de las comunicaciones.
Fundador de la asociación de las televisiones públicas
europeas, Eurovisión (1954), formó parte de Haut
Conseil de l'Audiovisuel de Francia, órgano creado en
1973. Tras su muerte, en 1983, se publicó el libro homenaje,
bajo la dirección de Francois Cazenave Pionnier et
visionnaire de la television: Jean d'Arcy parle (La Documentation
Francaise, París, 1984). Más recientemente, apareció
el trabajo de Pierre Sylvie Jean d'Arcy une Ambition pour
la Television (L'Harmattan, París, 2003). |