ANUARIO CONEICC IX (Continuación) |
||||||||||||||||||||||||||||||||
Texto enviado por el autor a Infoamérica. |
||||||||||||||||||||||||||||||||
6. ANOTACIONES SOBRE LA NOTICIA GENERADORA (NG) DEL CASO AGUAS BLANCAS (AB) |
||||||||||||||||||||||||||||||||
El sexenio de Zedillo fue un sexenio en materia de DH muy paradójico: se dieron importantes avances (las visitas realizadas por funcionares internacionales, la aceptación de la judicatura de la Comisión Interamericana de DH); sin embargo, los índices se violaciones a los DH aumentaron, dentro del repertorio de hechos violatorios sin duda el caso Aguas Blancas y Acteal fueron los más significativos. En su conjunto en el sexenio zedillista no se avanzó significativamente en la mejora del estado de las garantías individuales, sociales y culturales en el país. Zedillo no fue el presidente más autoritario y despótico dentro del nacionalismo revolucionario, su sexenio en cambio fue uno de los más violentos por un gran inestabilidad institucional y un desmantelamiento de las instituciones de procuración de justicia. El listado de eventos violatorios impresiona por su diversidad: su mandato,
el 1 de diciembre de 1994 se inaugura con agresiones a periodistas, siguen
los eventos en Chicomosuelo (Chiapas), detenciones de presuntos miembros
zapatistas, allanamiento de la policía judicial, el conflicto de
Ruta 100, el asesinato de Pola Uscanga, el caso AB y una serie de matanzas
en el estado, el caso Tepoztlán y un larguísimo etcétera
que tuvo su punto más álgido en los hechos de Acteal (diciembre
1997). El 28 de junio de 1995, policías estatales asesinaron a 17 campesinos de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) en el vado de Aguas Blancas, municipio de Coyuca de Benítez, Guerrero. El fiscal asignado para realizar las investigaciones, Oscar Varela, exculpó al gobernador Rubén Figueroa y a sus colaboradores, y el Presidente solicitó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que reabriera el caso. Mientras se realizaban las pesquisas un video mostró que los campesinos no empezaron la agresión, el 11 de marzo de 1996 Figueroa Alcocer solicitó al Congreso local "licencia definitiva" para separarse de su cargo y "facilitar la investigación". El 23 de abril, la SCJN concluyó que se manipularon pruebas, se alteró la escena del crimen y los policías sembraron armas a los campesinos. Determinó que el gobernador y sus colaboradores incurrieron en conductas que podían tipificarse como delitos penales. Los diputados federales del PRI se negaron a iniciar un juicio de procedencia contra Figueroa e impidieron que se le enjuiciara penalmente. En el primer aniversario de la matanza apareció el grupo armado denominado Ejército Popular Revolucionario (EPR). Fueron consignados por los delitos de homicidio, lesiones y abuso de autoridad Esteban Mendoza, ex delegado de Gobernación; Rodolfo Sotomayor Espino, ex subprocurador de Justicia; Manuel Moreno González, director operativo de Tránsito, y agentes de la Policía Motorizada [4]. |
||||||||||||||||||||||||||||||||
6.1 Titulares y encabezamientos | ||||||||||||||||||||||||||||||||
Para Van Dijk (citado por Peñamarin 1997: 150) la lectura de los titulares es un proceso de adivinación estratégica, por el cual el texto accede a una situación críptica de los sucesos o temas de la noticias, recupera información previamente conocida, incorpora suposiciones y conjeturas, comprueba su conocimiento del asunto episódicos y la adecuación con las tipificaciones existentes en su memoria semántica del lector. Con ello el lector decide si leerá o no el cuerpo de la noticias. Estas formas esquemáticas totalizadoras se llenan con los significados macroestructurales totales o temas de un discurso. En el siguiente Cuadro colocamos el encabezamiento de las tres noticias generadoras (cfr. J29/6-1,18a, U29/6-17, R20/6-1A) [5]. |
||||||||||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||||||||||
3. DIMENSIÓN NARRATIVA DEL DISCURSO PERIODÍSTICO DE DH | ||||||||||||||||||||||||||||||||
Si tomamos en cuenta una definición
estándar de lo que es un relato (v.g Prieto 1986: 175-176) consideramos
a éste un texto referencial en el que se presenta un cierto transcurso
temporal y una secuencia o serie de acciones en el que se observan dos
atributos de un agente; el relato consiste en la transformación
de un atributo al otro. Para subrayar esta dimensión del discurso
noticioso sugerimos una aproximación diacrónica que considera
la evolución de una historia o un tema a lo largo de una secuencia
que ha sido disparada por una noticia generadora (en nuestro caso la matanza
de Aguas Blancas). La noticia es un relato susceptible de estudiarse de
acuerdo a modelos narratológicos o herramientas de la semiótica
narrativa. Uno de estos instrumentos es el modelo actancial greimasiano
que resumimos a continuación. |
||||||||||||||||||||||||||||||||
3.1. Variaciones y tema de la semiótica greimasiana | ||||||||||||||||||||||||||||||||
Las bases del modelo actancial greimasiano
hay que buscarlas en La Morfología del cuento ruso (1928)
de Vladimir Propp quien permitió una comprensión distinta
de cómo se organizan los componente de un texto para significar.
Proop inspiró buena parte de los análisis de Lévi Strauss
sobre el mito, sirvió para construir los primeros esbozos de la sintaxis
narrativa y la lógica del relato. Propp encuentra un repertorio delimitado de siete personas —en tanto que eventuales ejecutantes de esas funciones—: el agresor, el donante, el auxiliar mágico, el mandatario, el héroe, el falso héroe, la princesa (u objeto de búsqueda). Los modelos narrativos, como el de Propp, nos permiten identificar actores, escenas, pero sobre todo funciones y esferas de acción (cada personaje es una esfera, una esfera para varios personajes, un personaje en varias esferas). En el modelo Greimas incluye cuatro actantes básicos, incluidos ya en el eje de la comunicación y del deseo (o búsqueda). Actantes a los que se añaden dos circunstantes en el eje de la prueba: Ayudante (Auxiliar) versus Oponente u (Opositor). Una tercera pareja es el Destinador versus Destinatario (A4) unidos entre sí por la transmisión y la comunicación de un objeto. Con base a lo anterior, hemos encontrado que es pertinente una primera descripción del MR informativo de DH a partir de las categorías del esquema actancial greimasino: |
||||||||||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||||||||||
El primer dato que llama nuestra atención es la caracterización [6] del hecho violento. De acuerdo a la información de los titulares en La Jornada (J), vemos principalmente la calificación del hecho como ‘asesinato’ lo que de suyo es una guía la cual nos permitirá seguir el relato a partir de esta hipótesis (‘asesinato’, ‘acción premeditada del agresor’) [7]. El ‘asesinato’ connota una visión pasiva del sujeto (los campesinos de la OCSS). El encabezamiento se presenta en forma de versiones encontradas y de una mayor especificación en dos subcategorías por parte del agredido: “unos iban a vender”, “otros iban a un mitin”. Existe una cualificación simbólica diferenciada actor-campesino, actor-campesino politizado; esta será una de las principales estrategias de J en la caracterización del agredido: la politización del agredido y su vinculación orgánica a una estructura. En El Universal (U) agredido-agresor los actores se ‘enfrentan’, es decir se parte de una caracterización activa del agredido. Los actores enunciados aparecen enmarcados la acción en un espacio más definido ‘Coyuca de Benitez’ (municipio de la sierra de Atoyac en Guerrero) [8] a diferencia del criterio de espacialización más amplio en J (el nombre de la provincia). En Reforma (R), su titular es muy breve; como tal, cumple la función meta-textuales de anunciar el tipo de texto que el lector encontrará: un resumen comprimido, con algunos hechos e información acotada. La brevedad introduce un elemento persuasivo, propio de la titulación en prensa que despierta ciertas preguntas (¿quiénes se enfrentaron?, ¿por qué?...) La expectativa de la pregunta se refuerza en el titular por la ausencia de deícticos espacio-temporales. |
||||||||||||||||||||||||||||||||
6.2. La espacio-temporalidad de las NG | ||||||||||||||||||||||||||||||||
Los hechos violentos poseen un cronotopo [9]. En los casos que analizamos vemos que los espacios tiene una fenomenología: la circunscripción a la sierra, el lugar accidentado y escondido, el ‘lugar de paso’ o bien un ‘lugar en el mapa’; J, por ejemplo, aunque en el párrafo (parr.2) lo enmarca dentro en la ‘Sierra de Coyuca’. Esta es una indicación toponímica, de un sitio ubicado en el mapa con indicadores que permiten precisar su localización. El mediador en U alude a Aguas Blancas, como comunidad, pero al párrafo siguiente uno de los actores se refiere al hecho del ‘lugar de paso’. En resumen, podemos decir que la caracterización topográfica va de la movilidad (‘lugar de paso’) a la inmovilidad (‘lugar establecido’). Una de las estrategias de temporalización en las NG consisten en la ubicación de los sujetos enunciadores, los cuales pueden colocarse en distintos tramos de una secuencia temporal. Por ejemplo la noticia en R señala dos sujetos enunciadores básicos (el dirigente municipal del PRD y la información oficial de la Policía Judicial) de los cuales el lector obtiene la información; éstos no se encuentra en planos temporales diferenciados, en tanto más que un relato el texto en R presenta informaciones contrastadas. U ubica las acciones del relato en distintos planos temporales, implica un nivel de complejidad en tanto ubica desplazamiento temporales en el relato: acciones del PRD en presente mientras que las declaraciones son en pasado [10]. El lector de la J, tiene la mayor información, pero al mismo
tiempo tiene que realizar el mayor esfuerzo cognitivo para organizar el
complejo escenario de actores que puede convocar el locutor-mediador en
los párrafos 28 y 29 [11]
en el estilo discursivo Oratio Quasi Oblicua (OQO) [12]
lo cual da una mayor libertad en la construcción de relato y diluye
las fronteras entre el sujeto de la enunciación (SE) y el sujeto
enunciador. Esta será una constante que se observará en
todo el MR. |
||||||||||||||||||||||||||||||||
6.3 Las variantes en la estructura citacional | ||||||||||||||||||||||||||||||||
Otros de los aspectos que observamos a nivel de discurso en las NG es la forma como el SE construye el texto mediante la combinación de citas y los intercambio que realiza entre los sujetos discursivos (enunciadores enunciados) y su rol dentro de la noticia. Los teóricos de la intertextualidad señalan que uno de los procedimientos para estudiar los procesos de apertura en el texto es mediante la citación. La estructura citacional es el conjunto de reglas que operan sobre los modos de transmisión de palabras ajenas. En las noticias, el SE retransmite otros discursos mediante estilos que revelan estructuras dialógicas entre el locutor-mediador y la fuente enunciadora. La estructura citacional es uno de los principales mecanismos para conocer la construcción del discurso, (Reyes, 1984: 206-208) e indagar por la representación del propio SE. Al observar las noticias vemos que en J existe una mayor tendencia a marcar el discurso por los procedimientos más diversos (léxico-frástrico y de periodo), esto revela un locutor-mediador más activo que se marca con mayor constancia sobre la superficie textual. En J, tenemos también un tratamiento estilístico más diferenciado: no priva únicamente el Estilo Directo (ED) o Estilo Indirecto (EI) ; observamos combinaciones con Estilo Indirecto Libre (EIL) y Oratio Quasi Oblicua. En cuanto a U, observamos citación léxica (“plantón”, parrs.8, 22; “política de sangre” parr.8; “emboscada”, parr.11) en su doble función de marcador oral de un término o en su pluralidad semántica (referencia a otro sentido connotativo). Una de las variantes citacionales más interesantes es la “citación en cascada” (alguien cita a un primero, que a su vez cita a un segundo...). Este acto de lenguaje (afirmación de otra afirmación) revela un procedimiento para recolectar la información, pero también confiere valor a los niveles de enunciado: la fuente original (chofer del camión) es un actor que en principio no habla por sí mismo, se le conoce por un segundo (el funcionario). El caso más complejo de citación lo tenemos en los párrs. 5 y 6 de J [13]; el sexto párrafo abre un conector argumentativo [14] que contrapone dos perspectivas o conclusiones posibles. A su vez este SE introduce otro enunciador que es la regidora por el PRD (aquí tenemos otro AH o Acto de enunciación) que informa sobre otra persona (el párraco de Coyuca), quien a su vez realiza una serie de acciones. En este proceso citacional, observamos las tres instancias enunciativas que encuentran presentes en todo el relato: fáctica, enunciativa y cognitiva. El párroco “logró llegar” (fáctico), “observó” (cognitivo) y “declaró”(enunciativo). En la propia estructura de la cita, aparece referencia a esas tres dimensiones. La única cita directa de este segmento es la que se atribuye al párroco (“...los oyó decir). Sólo en este punto el contenido enunciativo puede ser íntegramente atribuido en su entero significado y sentido axiológico al enunciador citado (el párroco). En R tenemos por el contrario un estilo citacional mucho menos complejo;
el locutor-mediador presenta estructuras canónicas en el discurso
informativo (v.g. porciones citadas con verbo asertivo al final) [15].
Sólo en el sexto párrafo el SE asume el papel protagonista
de narrador para darnos antecedentes. Los últimos dos párrafos
(7 y 8) vuelve alternar EI y ED. Las estructuras son más o menos
regulares y estándares; el SE afirma su rol de organizador en la
información pero no se permite muchas licencias y dentro de lo
limitado de su espacio toma de manera protagónica la palabra en
parr.6 para darnos información del grupo reprimido, al cual define
y enmarca simbólicamente. |
||||||||||||||||||||||||||||||||
6.4 El relato del sobreviviente (RS) en las NG | ||||||||||||||||||||||||||||||||
Uno de los insumos pragmáticos más importantes es la referencia al relato al RS como una forma de conocer de “primera mano” lo que sucedió. El RS es la narración de un actor discursivo privilegiado porque constituye la fuente más cercana a lo que sucedió. El RS es uno de los principales recursos informativo con los que cuenta el locutor-mediador para legitimar su acción informativa y conferir el valor hacer-creer a la noticia. El principal actos de lenguaje del RS es la evocación y el recuerdo. Su primer componente es el valor emotivo del relato como tal (la historia que cuenta), lejos de ser una secuencia lineal es un retablo a la manera de fragmentos. El segundo valor es que es un ‘relato no causal’: No se prescinden de explicaciones, pero el principal componente, se centra en la dimensión de la experiencia del “yo-narrador”. Podemos señalar algunos otros rasgos genéricos de este RS: está impregnado de una visualización del entorno, donde el sobreviviente ubica el agresor, el lugar donde se encontraba y lo que alcanza a ver desde el “punto de visión” (el escondite: debajo del asiente, debajo del autobús). En J, el primer informante personalizado es Apolonio Romero, provisto esta vez de doble-institucionalidad (miembro de la OCSS, simpatizante del PRD). Apolonio también es presentando en el discurso mediante las huellas que pueden ser corporales (“sólo recibió un rozón de bala en un dedo”) y también sociales (“pasajero proveniente de Atoyaquillo que viajaba acompañado de su hijo [...] quien murió en la emboscada”). El sobreviviente aparece en J, como lo señalamos desde el encabezamiento, en su diferenciación productiva (‘eran campesinos, iban a comprar maíz’) y política (‘iban a un mitin’). El principal enunciador-informante es de Apolonio Romero sometido a varios procedimientos discursivos (ED, EI, OQO). De su relato destaca que no se asume como miembro del PRD, hace una calificación del hecho. El centro de su relato está en el párrafo 18 [16] en el que se muestra la asimetría agresor-agredido y sobre todo se refuerza la tesis de la emboscada sostenida conjuntamente por el sujeto de la enunciación. La marca del “nosotros” y el “ellos” facilita al SE la organización del ‘ellos’ (agresores), versus el ‘nosotros’ (agredidos). Apolonio como sujeto-informante es sometido a un proceso de caracterización para ofrecerle a su intervención los elementos de verosimilitud como informante legítimo y válido (el “rozón del dedo”) y alteraciones sintácticas que el SE concede en la citación como ciertas repeticiones características del discurso hablado (No nos marcaron el alto, nomás nos empezaron a tirar y a tirar y a tirar”) Los sobrevivientes citados en J no asumen ningún tipo de consigna a favor de una lucha. Sin embargo en el relato hay una separación del “nosotros” (‘miembros de la OCSS’) “ellos” (‘infiltrados en los autobuses que nadie los conocía’). Así, aunque no haya consignas el sobreviviente asume la agresión en su vinculación política e institucional y asociada a un programa de actividades (‘iba a pedir fertilizantes, a demandar la presencia de compañeros desaparecidos desde el 24 de mayo’). Estas dos demandas se encuentran en órdenes distintos: el estado en su obligación asistencial y como represor político. Aunque el principal acto de habla es la evocación como tal, podemos encontrar otros actos asertivos y cognitivos del RS (‘dicen’, ‘explican’, ‘narran’, ‘exponen’, ‘recuerdan’, ‘aseguran’). En los enunciadores citados por J vemos alguas diferencias: Apolonio es más autoexplícito en el acto de agresión (“nos acribillaron [...] al terminar la masacre”). Dionisio se centra más en lo denotativo del testimonio, y el discurso de la memoria y la evocación como operación fundamental [17]. El locutor-mediador en J ofrece detalles, en voz del sobreviviente sobre la matanza (cfr. J30/6-1,18); el tópico principal de la noticia es el relato de los sobrevivientes que sostiene cómo los policías fueron quienes comenzaron. El principal valor de análisis es que al identificarse el SE con los informantes, puede constituir prácticamente la hipótesis del SE. El mediador asume en OQO su función de locutor-narrador; despoja el relato del sobreviviente para identificarse con él mediante mecanismos de narrativización. El locutor-mediador se apropia del discurso e introduce al sobreviviente en sus términos. En el caso de U incluye la voz de los sobreviviente solamente en la noticia generadora (a diferencia de J que es posible hallar otras noticias en el MR), con distintas estrategias de caracterización la inserción del enunciador en el discurso; la primera de ellas es su condición de heridos desde el hospital. El sobreviviente no presenta estados pasionales, éste es un informante herido, con algunas huellas (‘fractura de fémur’). Las ‘proposiciones locales’ de estos relatos son a) la dificultad para el auxilio médico; b) los primeros en disparar fueron los policías. El entorno médico permite la decodificación del dolor. Más que un relato de la experiencia médica que justifica la mirada del SE. En el párrafo 16, es la voz del médico del hospital quien enlista todos los heridos. El informante es el médico, no el SE como en el caso de J (R, no los señala). La ausencia del sobreviviente en el MR no puede ser algo causal reducido a las explicaciones de los propios mecanismos de la producción de la noticia, esta ausencia cumple un valor. Todo MR es, como el discurso mismo, un proceso de selección temática. La ausencia de la voz del sobreviviente en la conformación del MR nos parece una valoración no explicada únicamente por ciertas cuestiones técnicas, como el acceso a la fuentes. La presencia (o ausencia) de informantes obedece también a los intereses del mediador en la construcción del relato noticioso. |
||||||||||||||||||||||||||||||||
6.5 La instancia agresora en la noticia generadora | ||||||||||||||||||||||||||||||||
A diferencia de la caracterización personalizada que J realiza de los campesinos, la estrategia general de presentación de la autoridad, es la despersonalización. La autoridad se cita por instancias inanimadas (un boletín o un diario que J califica de oficialista). Cuando J habla de “versión oficial” engloba dos dimensiones de la “voz oficial” el director de la policía y la principal fuente oficial de toda la nota que es el boletín de PJE. LA NG incluye párrafos donde encontramos la voz de la autoridad despersonalizada (cfr. J29/6,1-18 parrs.7-10) y distante (“El boletín dice que el director informó...”). En el párrafo 10 el lector se encuentra con una referencia institucional (“El director de la judicial afirmó que...”) que no procede de una voz personalizada, sino de un ‘boletín oficial del gobierno del estado’. El SE ha “antropomorfizado” al boletín y ha distanciado la voz del sujeto real en la versión oficial. El único acercamiento personalizado que tenemos en J de la autoridad es a través del RS, quien presenta al otro (la autoridad) como quien se burla de la propia situación [18]. U personaliza la voz de la autoridad que precisa más detalles de los hechos. A diferencia del RS, las versiones transcritas de la autoridad provienen de un texto ya formulado (informe, boletín). Mientras que los sobrevivientes realizan operaciones sucesivas para entender qué y por qué pasó, las versiones de la autoridad (Godoy Figueroa) presentan una visión más estructurada y organizada de los hechos en el que los actores, las acciones y las causas son muy claras. No es casual que la fuente enunciadora (el documento de la autoridad) ‘afirme’, ‘asegure’. En R tampoco aparece la autoridad personalizada; en el segundo párrafo la información oficial aparece confrontada con la versión del PRD. Al final de la noticia tenemos una cita indirecta que presenta un listados de armas [19]. La enumeración es la expresión rápida de una serie de ideas sobre el mismo asunto. Enumerar más que dar detalle de los contenidos es una categoría que agrupa el sema ‘violencia’. La autoridad al enlistar aparece en la construcción de entidad objetiva que recava información y de la cual el locutor-mediador no realiza juicio alguno. Ahora bien: el texto no específica el propietario de las armas, al provenir de la fuente oficial (la procuraduría estatal que no la policía; es decir, una instancia investigadora) puede atribuirse como argumento a favor del argumento oficial: el hecho de AB como producto de un enfrentamiento. En su conjunto podemos afirmar que el represor directo no aparece (lo que de hecho será una constante en todo el MR); tenemos informaciones indirectas a él mediante instancias, boletines, formatos, pero no hay un discurso en ED. Sabremos más adelante en el MR a través de los policías detenidos. Esta “ausencia” se debe a que éste no quiere o no puede mostrarse. Las acciones de la autoridad (Sobre todo, de la policía Judicial como veremos en el siguiente inciso) son básicamente dar versiones de los hechos, listado de armas, confrontar versión con los agredidos. La autoridad aparece en su rol asertivo, más que ejecutivo (al menos en la noticia generadora). Sabemos de ellas por versiones, por partes. |
||||||||||||||||||||||||||||||||
6.6 Distribución de las metaestructuras en el cuerpo de la noticia | ||||||||||||||||||||||||||||||||
La macroestructura de un texto es una representación abstracta del mismo que tiende a la aprehensión total de su significado. Se fundamenta en las relaciones existentes entre los diversos elementos constituyen dicha macroestructura. Un análisis global del texto transmitido mediante proposiciones locales demuestra que existe una coherencia interna que permite al lector entender el mensaje (cfr. Bueno, 2002). Toda noticia consta de dos partes claramente diferenciadas: encabezamiento y cuerpo de la noticia. En los tres medios señalamos distintos procedimientos en la construcción de la NG de AB. Ya hemos hecho comentarios al encabezamiento y la entrada: J ofrece la noticia más extensa, con más información y más Actos de Habla que rebasan las funciones estrictamente referenciales e informativas. En los 38 párrafos del texto, después del resumen inicial se incluyen detalles en la confrontación de versiones, destaca el rol narrador que asume el mediador y el mayor espacio que da a los sobrevivientes e instancia agredida. La construcción del texto incluye elementos metaestructurales —señalados por Van Dijk (1990) — como el ‘contexto’ o los ‘datos secundarios’ que no aparecen en R. U presenta una noticia que ofrece algunos detalles secundarios, pero que en cambio no incluye antecedentes ni remite a hechos previos que abran la interpretación de la noticia al ámbito de un conflicto más amplio y extenso. Si consideramos la distribución de las “proposiciones locales” y las metaestructuras podemos deducir el siguiente cuadro. |
||||||||||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||||||||||
En cuanto los tópicos que aparecen en las noticias y después de aplicar las macrorreglas de Van Dick a las noticias generadoras, éstos son: | ||||||||||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||||||||||
Vemos como J incluye un mayor número de tópicos, no hay identificación con la autoridad con la que marca una distancia, al grado que cuando se “acerca” a ella lo hace mediante la voz del sobreviviente. Por su parte en U observamos una “perredización” de la noticia que lleva a ubicar este actor como principal dentro del texto; de hecho los agredidos son caracterizados principalmente como militantes perredistas. En R, el texto queda reducido al esquemas básicos y los componentes mínimos en que los actores del conflicto aparecen en una cierta simetría (se enfrentan) la cual se reproduce como hemos mencionado en el texto. Lejos de un mayor o menor acercamiento a algunos de los polos en el eje de la agresión, observamos una tendencia genérica a la síntesis de sus componentes en una construcción mucho menos compleja. | ||||||||||||||||||||||||||||||||
7. ALGUNAS OBSERVACIONES FINALES | ||||||||||||||||||||||||||||||||
En esta porción de nuestro análisis
hemos querido mostrar algunos de los conceptos en la primera parte del
trabajo. Nuestra de análisis sigue la concepción que analizar
un texto no es devolver el texto a su individualidad, sino a su juego
(cfr. Barthes 1980). La teoría de la enunciación (cfr. Maingueneau, 1976) tiene por objetivo mostrarnos la distancia enunciativa, la modalización y la opacidad o transparencia. En ese sentido vemos en J la tendencia al mayor acercamiento, pero el locutor-mediador se atribuye el trastocamiento a través de estilos discursivos más libres (OQO). En el otro extremo, R, acude a una mayor distancia enunciativa a través de estilos canónicos y la ausencia de determinada información. Esta “distancia” se vincula con la modalización más marcada que el locutor-mediador realiza de los actores a través de los procesos citacionales, y las estrategias discursivas de temporalización, espacialización y figurativización. Hemos mostrado la complejidad que puede asumir el discurso informativo de DH, pensamos que al margen de la descripción socio-semiótica, el conocimiento de los mecanismos de uso en estos discursos pueden ayudar una defensa más integral que desmitifique por una parte cualquier discurso grandilocuente (de la sociedad política, de los medios masivos e incluso de las propias organizaciones civiles). Nuestra propuesta de estudio del discurso informativo integra a una visión más amplia de los DH desde una epistemología comunicativa que precisa la operaciones mediacionales que realizan los medios como entidades constructoras del acontecer público. |
||||||||||||||||||||||||||||||||
8. NOTAS BIBLIO- HEMEROGRÁFICAS | ||||||||||||||||||||||||||||||||
ABRIL, Gonzalo (1995) “Análisis semiótico
del discurso” en Delgado, Juan Manuel y Juan Gutiérrez. Métodos
y Técnicas cualitativas de investigación en ciencias sociales,
Síntesis-Psicología, Madrid, pp.427-463
ANSCOMBRE, Jean Claude y DUCROT, Oswald (1994) La argumentación en la lengua, Gredos, Madrid [1ª ed en francés, 1988?. BARTHES, Rolland (1980) S/Z, Siglo XXI, México [1ª ed. en fránces 1970]. BERISTÁIN, Helena (2000) Diccionario de retórica y poética, 8ª ed. Porrua, México. [1ª ed. en inglés, 1985] BUENO LAJUSTICIA, Ma. Rosario (2002) “Estructura textual, macroestructura semántica y superestructura formal de la noticia” en Revista Electrónica Mensaje Periodístico N° 6, UCM, Madrid. En línea, disponible en www.ucm.es/info/Period_I/EMP/Numer_06.htm CALSAMIGLIA, Helena y TUSÓN, Amparo (1999) Las cosas del decir. Manual de análisis del discurso, Ariel, Barcelona. CERVINI, María Cecilia, SOSA, Nélida, BOSANI, Alicia (2000) Análisis lingüístico del discurso de la prensa. En línea: 28 de marzo 2000, disponible en http://www.geocities.com /ColleguePark/5025/mesa4b.htm COHEN, Stanley (1995) Denial and Acknowledgement: The impact of information about human rights violations, Center for Human rights. The Hebrew University of Jerusalem, Jerusalem-London. ESCANDALL VIDAL, Ma. Victoria (1993) Introducción a la Pragmática, UNED-Anthropos, Barcelona. FERRARI, Laura y GALLARDO, Susana (1999) “Los marcadores de evidencialidad empleados por la prensa en una controversia ambiental” en Revista Discurso y Sociedad, Vol. 1 (4) Gedisa, Barcelona, pp.69-93 FERNÁNDEZ LAGUNILLA, y PENDONES COVADONGA (1997) “Discurso periodístico y juegpos de palabras en los título de prensa”, Revista Discurso. Teoría y análisis Nº 21/22, UNAM-CCH, pp.77-102 GIMÉNEZ, Gilberto (1983) Poder, Estado y Discurso, UNAM, México GONZÁLEZ REINA, Susana GREIMAS, A.J y COURTÉS, J (1990) Semiótica. Diccionario razonado de la teoría del lenguaje. T. I, Gredos, Madrid. [1ª en francés, 1979] GUTIÉRREZ, Silvia (1989) Notas sobre las técnicas del análisis del discurso. Módulo de Técnicas para el análisis del discurso del Diplomado Análisis Político de la Información, Centro Avanzado de Comunicación, México. HAIDAR, Julieta (1998) “Análisis del Discurso” en Galindo Cáceres, Jesús (coord..) Técnicas de Investigación en sociedad, cultura y comunicación, CONACULTA- Addison Weley Longman, México. IMBERT Gérard y VIDAL BENEYTO, José (coord.) (1986) “El País” o la referencia dominante, Mitre, Barcelona. LÓPEZ GARCÍA, Ángel (1996) Escritura e información. La estructura del lenguaje periodístico. Cátedra, Madrid. LOZANO, Jorge, PEÑA- MARÍN, Cristina y ABRIL, Gonzalo (1997) El análisis del discurso Hacia una semiótica de la interacción textual. Ed.Cátedra. Madrid. MAINGUENEAU, Dominique MARTÍNEZ VIZCARRONDO, Doris (1998) El discurso periodístico sobre la Guerra en el golfo pérsico: un análisis crítico. Tesis Doctoral no publicada. Universidad Autónoma de Madrid, Facultad de Filosofía y letras. Departamento de Lógica, Lingüística, Lenguas Modernas y Filosofía de la Ciencia. PEÑA MARÍN, Cristina (1997) “El análisis de textos en una nueva clave. Discursos e imágenes sobre la inmigración en El Pais” en Cuadernos de Información y Comunicación, Nº 3 Servicio de Publicaciones, UCM, Madrid. pp.145-166 POLONIATO, Alicia y RODRÍGUEZ, Lourdes (1987) Mirando el Poder.
análisis del discurso político y social, UAM-Xochimilco
y Plaza y Valdés, México REYES, Graciela (1984) Polifonía Textual . La citación en el relato literario, Madrid, Gredos RODRIGO ALSINA, Miquel (1989) La construcción de la noticia, Barcelona, Paidos- Comunicación. ROMERO ÁLVAREZ, María de Lourdes (1996) “El relato periodístico como acto de habla” en Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales Nº 165, año XLI, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales-UNAM, México. SOSA, Nélida Beatriz (2000) “Estrategias retóricas en la construcción de la actualidad periodística. Análisis de la noticia de la prensa”, en Gimate-Welsh, Adrián (comp.) Ensayos semióticos: dominios, modelos y miradas desde el cruce de la naturaleza y la cultura, Asociación Mexicana de Estudios Semióticos- Porrúa, México, pp.107-115 VAN DICK, Teun A |
||||||||||||||||||||||||||||||||
[1] El AD ha desarrollado variadas metodologías con una perspectiva argumental; desde la topografía y esquematización de los argumentos en Vignaux, las orientaciones estructurales de Toulmin hasta la esquematización argumental de J.B.Grize o la semántica argumental de Ducrot. Compartimos la idea que la dimensión argumental del discurso no es exclusiva de ciertos discursos y podemos encontrar procedimientos persuasivos aun en discursos cuya función primaria no es la persuasión o la incitación; la argumentación no es una característica de algunos discursos, sino un nivel discursivo. [2] La mediación cognitiva se centra en la manera como determinados actores operan e intervienen en los hechos, a partir de un saber que han producido. Este saber tiene un origen en la investigación, en la referencia a fuentes. No es algo propio de un actor, aunque en nuestro trabajo queramos centrarnos en la mediación cognitiva que realizan las organizaciones civiles de derechos humanos; pero otros grupos, como la fiscalía mayor o algunos partidos políticos poseen instancias productoras de un saber. Entendemos esta mediación cognitiva como el sistema de representaciones sobre sí mismos, sobre el otro y sobre el entorno de interacción; estos sistemas se ponen en funcionamiento para legitimar un orden, o bien para adyuvar al sujeto principal del hacer la realización del mismo; esta mediación opera a un nivel epistémico que se refiere a los mundos subjetivos que explican la interacción de los sujetos discursivos y de los cuales da cuenta el sujeto de la enunciación. [3] Por ejemplo, el hecho que observamos en el caso AB la poca presencia de organizaciones sociales en el MR del periódico Reforma. [4] Cfr. “Saldos del sexenio” periódico La Jornada, 2 septiembre 2000, p.13 [5] Hay que distinguir de las Universidades privadsa como la Iberoamericana, que son pioneras del campo y todas las demás quehan ido apareciendo.en su inmensa mayoría estas escuelas no tiene un proceso de supervisión por parte del Ministerio de Educación lo que facilita prácticamente a que cualquiera pueda poner alguna; se les conocen como “escuelas patito”: bajos niveles de calidad, programas sin supervisión, no hay investigación o revistas de difusión / divulgación; después de un tiempo de estancia, el alumno acumula papeles y recibe su título para ejercer en un campo del cual no tiene (como no lo tuvo la institución) la más mínima idea de su funcionamiento. [6] Entendemos por caracterización, una estrategia discursiva que puede presentar personajes, objetos, lugares, épocas, procesos o hechos. No es un tropo, es una figura de pensamiento o ‘figura de estilo’ (cfr. Berinstáin, 2000: 136), donde se refiere a la descripción pero cuya definición puede aplicarse a lo queremos decir por caracterizar. [7] Hablar de ‘asesinato’ o ‘enfrentamiento’ implica estructuras relacionales distintas agredido-agresor; en el primer caso, se presupone un victimario, una víctima y ciertas circunstancias que el lector mexicano puede presuponer por leer ‘Guerrero’ o ‘Figueroa’. El ‘asesinato’ incluye ‘rasgos semánticos’ como premeditación, alevosía, ventaja; es decir estados intencionales del sujeto que pueden presumir estados pasionales como odio o animadversión. [8] Es decir, Coyuca no es un lugar de paso, sino un sitio establecido, ubicado en el mapa y en una zona preestablecida como lugar de confrontaciones en el pasado mediato por la guerrilla de Lucio Cabañas que combatió y murió en esa zona. [9] El término proviene de Bajtin. En 1925 Bajtín escuchó a Ujtomski científico soviético la descripción del concepto de cronotopo que éste acuñó basándose en la biología y la teoría de la relatividad, término que más tarde él mismo habría de reformular y adaptar al campo de la cultura y el análisis literario, como una categoría de forma y contenido; la noción tiempo/ espacio. En otras palabras, la intervinculación esencial de las relaciones temporales y espaciales, asimiladas artísticamente en la literatura merced a la indivisibilidad del espacio y del tiempo. En el terreno de la creación verbal, la cronotopía debe tener correspondencia en los elementos estructurales del texto, pero ha de ser esencialmente, una caracterización de la visión del mundo. (cfr. Berinstáin, 2000: 117). [10] Militantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD), que realizan “plantón” frente al palacio municipal de esta población, manifestaron su rechazo a la “política de sangre” que impera en la entidad y demandaron el esclarecimiento inmediato de los hechos, ya que sus compañeros no se dirigían a apoyarlos. [11]
(28) El palacio municipal de Coyuca parecía abandonado. El alcalde
Jesús Herrero Vélez, se encontraba reunido con el secretario
General de gobierno, Rubén Robles Catalán, el director general
de seguridad pública del estado, Rosendo Armijo de los Santos,
y el director de la Policía Judicial Gustavo Olea Godoy, en una
bodega particular, donde se negaron a recibir a los reporteros. [12] Muy cercano al EIL se encuentra la Oratio Quasi Obliqua (OQO) de uso muy frecuente en la prensa informativa que Reyes (1984: 208-209) contextualiza dentro de un modelo de transmisión periodística que describe del siguiente modo. -El diario dice que la fuente dice que un sujeto hizo (dijo que) X; o, si no se trata de acciones sino de acontecimientos sin agente humano: -El diario dice que la fuente dice que X. Lo cual se subsume en: -S (el narrador de la noticia) dice que S-F(su fuente) dice que S hizo (dijo que) X. La OQO es una paráfrasis libre e informada por la perspectiva del hablante (citador y que no presenta marcas sintácticas explícitas de citación, que se percibe como una forma de cita en virtud de la información contextual. [13]
(5) Durante 4 horas, el contingente de la Policía del Estado a
cargo de Manuel Moreno, estableció un cerco alrededor del lugar
de la matanza e impidió el paso a toda persona [14] “Sin embargo” es uno de los conectores que más ha sido estudiado. Es un conector del discurso polémico. En este caso la argumentación parece que llevará a otra conclusión. Para Caballero y Larrauri (citados por Calmsamiglia y Puson, 1999: 299) es un conector de oposición que señala que los enunciados que vienen a continuación contienen alguna diferencia respecto de los que le preceden. La diferencia puede no ser más que un matiz o, por el contrario, puede ser algo totalmente opuesto a lo afirmado anteriormente; y esto se utiliza justamente para dar una mayor fuerza o peso a este segundo argumento. [15]
Como ejemplo transcribimos la segunda parte de la noticia (cfr. R29/6-1A)
(4) “Unos 60 compañeros viajaban cerca de las 11:00 hrs. en una
camioneta, luego de abandonar Tepetixtla, cuando se encontraron a un grupo
de 80 policías que estaba apostado en el camino y les empezó
a disparar”, afirmó. [16] Dice que sólo esta camioneta fue agredida. “Nosotros no disparamos, no traíamos armas. Empezamos a recibir la agresión desde lejos, del monte. Al sentir los disparos nos alarmamos, no sabíamos qué hacer viendo que estaban cayendo compañeros. Gritábamos que nos dispararan, que éramos pasajeros. No les importó: siguieron disparando y disparando, incluso a las personas que estaban moribundas les daban el tiro de gracia, los remataban. De nosotros no hubo ningún disparo”. [17]
En otras unidades de análisis (como una entrevista que realiza
J a miembros de la OCSS, y aparece en la prensa el 1 de julio de 1995),
el SE caracteriza a los sobrevivientes de manera más racionales
y argumental, realizan procesos lógicos y llegan a inferencias
por ellos mismos, se presenta un sobreviviente más autoreflexivo;
el recordar se convierte en conocimiento de lo que pasó y porqué
sucedió, como por ejemplo en la siguiente cita de esta entrevista
(J1/7-8; párrafos 8-10) [18]
Como lo leemos en este fragmento de la versión que Apolonio Romero
(informante principal de J) da de los hechos (cfr. J29/12-1,18). [19]
Cfr. R29/6-1,1A . |
||||||||||||||||||||||||||||||||
|