A
finales de 1952, España ingresó en la UNESCO, la
primera organización internacional a la que accedía
el régimen autoritario del general Franco. Un año
después, se constituyó la Comisión Española
de la UNESCO, cuyo medio siglo de vida se conmemora en este 2003.
La exposición ‘Claroscuros de la memoria... También
había un país’ forma parte de las distintas actividades
que, con motivo del 50 aniversario, se celebran en la ciudad de
Málaga. En este caso se trata de un recorrido visual, en
el que la gama más oscura no aparece, está ausente,
no pasa el registro de la censura.
En ningún caso estamos ante un recordatorio nostálgico.
Apenas son unos brevísimos apuntes sociológicos
incompletos. Unas notas del ambiente de los años cincuenta
en los que se posa la mirada.
Una leve iroría recorre la exposición, con la que
no sólo se quiere marcar el necesario distanciamiento histórico,
sino trocar las sombras en claros muy tenues. Esto es, buscar
la huella del país y sus gentes a través de algunos
hechos que fijan la memoria.
Los acuerdos estratégicos con los Estados Unidos -el otro
‘bienvenido Mr. Marshall’-, no sólo van a permitir el ingreso
de España en la UNESCO, sino que representarán un
balón con el suficiente oxígeno como para que la
dictadura ocupase un puesto en el llamado ‘concierto de las naciones’
occidentales y superase las tensiones de la posguerra mundial.
Queremos verle salir de la exposición, construida a partir
de un convenio entre la Universidad de Málaga y la Fundación
EFE, con una sonrisa, porque tal vez ésa sea la terapia
suave más eficaz contra ese pertinaz blanqueo de la historia
que conduce a la sociedad sin memoria.
Comisión
Organizadora
50 Aniversario UNESCO-España
Málaga, noviembre de 2003 |