KOLMOGOROV
Y SU EPOCA: El pensamiento y la acción
Rolando REBOLLEDO
El día 21 de
Octubre de 1987, Moscú amaneció nuevamente nublado, con una temperatura
inusualmente alta para la estación (0
C).
Mi amigo Yuri Kabanov pasó
a recogerme al hotel para llevarme al Instituto Steklov
donde debía dictar mi conferencia en la tarde. Enfilamos hacia Leninskii Prospekt y ahí, con el
telón de fondo de la ancha avenida, me confirmó los temores que todos teníamos
desde hacía varios días. Se había extinguido. Había ocurrido el día anterior,
el Martes 20. Albert Shiryaev
había estado en permanencia a su lado y ahora se ocupaba de los asuntos
protocolares de su último viaje. La noticia necrológica de la agencia Tass aparecería el Jueves 22, firmada por Mikhail Gorbatchev. Kolmogorov pasó a la leyenda en vida. Los matemáticos de
este siglo se acostumbraron a encontrar su nombre en relación con muchas teorías
distintas, marcando siempre contribuciones fundamentales. La teoría de series
trigonométricas, la teoría de la medida, la teoría de conjuntos, la teoría de
la integral, la lógica constructiva, la topología, la teoría de la
aproximación, la teoría de probabilidades, la teoría de procesos estocásticos,
teoría de la información, estadística matemática, sistemas dinámicos, autómatas
finitos, teoría de algoritmos, lingüística matemática, teoría de la
turbulencia, mecánica celeste, ecuaciones diferenciales, el 13¡ problema de Hilbert, balística, y las aplicaciones de las matemáticas a
problemas de la biología, geología, la cristalización de metales, la creación
poética a partir de los estudios en lingŸística
matemática, y muchas otras. Su producción cuenta alrededor de 350 artículos y
libros, cada uno de ellos un ``clásico" en su género. Recibió siete
medallas ``Lenin", el título de ``Héroe del
Trabajo Socialista", los premios ``Lenin" y
del Estado; el premio Bolzano. Fue nombrado miembro
de varias Academias de Ciencias :la Neerlandesa (1963), la London Royal
Society (1964); la National
Academy of
Sciences de USA (1967); l'Académie
des Sciences de Paris (1968); la Academia de Ciencias de
Rumania (1956); la
Academia Alemana de Naturalistas Leiopoldina
(1959); la American Academy
of Sciences and Arts in Boston (1959). Antes,
en 1939 (a los 36 años de edad), Kolmogorov fue
elegido miembro de número de la
Academia de Ciencias de la URSS y accedió al poco tiempo a la Secretaría
Académica de la sección Matemáticas y Física. El grado de
Doctor Honoris Causa le fue conferido por las
Universidades de Paris, Estocolmo y Varsovia. Fue elegido como miembro
honorario de las Sociedades de Matemática de Moscú (de la cual fue Presidente
durante varios períodos), de Londres, de Calcutta, de
la India y de la Royal Statistical
Society, del International Statistical Institute y de la American
Meteorological Society.
Podríamos decir que Andrei Nikolaievitch
se atrajo la consideración de todos los hombres de ciencia de su época. Pocos científicos
han desarrollado un trabajo tan diverso y completo en la historia de la
humanidad. Tiene algo de Leonardo, de Aristóteles, de Euclides.
Al igual que en el caso de Einstein, la pregunta
surge sobre las circunstancias que determinan la existencia de estas
personalidades. Su vida es una invitación a la ciencia en el más pleno sentido
de la palabra, concebida como forma de racionalizar el sueño de la
transformación del mundo por el hombre. Nació en Tambov
el 25 de Abril de 1903. Su padre era un agrónomo. Su madre murió al dar a luz ,
su educación fue asumida por la hermana de su padre, Vera Yakovlevna,
de quien se dice tenía ideas avanzadas. Rusia vivía entonces la víspera de su
primera revolución. Los años que siguieron a ésta se vieron marcados por una
polarización creciente de la vida social , muchos intelectuales tomaron el
camino del exilio. Pronto sopló sobre Europa el viento de la guerra y la vida
cotidiana en Rusia se hizo extraordinariamente difícil. ¿Cómo sustraerse a la
fuerza impetuosa de la historia? Nos preguntamos hoy cómo habrá sido el pan de Andrei Nikolaievitch en su
adolescencia, cómo la tierra rusa impregnó su vida. Cuáles serían sus temas de
conversación, sus diversiones. Para los hombres de esa época, la vida no fue
jamás un dato de base, punto inicial de una trayectoria segura y tranquila. El
placer por las cosas más simples fue resultante de la disputa cotidiana de lo
esencial.
``Al llegar a la
zona del frente, donde el espacio atronaba y se estremecía en muchos kilómetros
a la redonda, los convoyes y las unidades militares se esparcían y se
esfumaban. Allí terminaba lo vivo y todo lo humano. A cada uno se le destinaba
su sitio en la tierra, en la trinchera. Allí dormía, comía, mataba piojos y
``zumbaba" con el fusil, hasta entontecerse, apuntando hacia la cortina de
la lluvia. Por las noches se extendían lentamente en el horizonte los altos y
purpúreos resplandores de los incendios; los chispeantes cordones de las
bengalas ponían sus rayas en el cielo y se deshacían luego en una lluvia de
estrellas; los obuses volaban ululantes, a la caza del hombre, y estallaban
levantando surtidores de fuego, humo y polvo. Allí, el miedo, cerval, hacía
sentir arcadas, ponía carne de gallina y agarrotaba los dedos. A eso de la
medianoche sonaban toques de corneta. Corrían por las trincheras oficiales y,
la boca crispada, ponían en pie con blasfemias gritos y golpes a los soldados,
abotargados por el sueño y la humedad. Dando traspiés, con soeces juramentos y
salvajes aullidos, corrían desordenadamente por el campo grupos de hombres que
hacían cuerpo a tierra, se levantaban y, aturdidos, locos, embrutecidos por el
miedo y la furia, irrumpían en las trincheras enemigas. Luego nadie recordaba
nunca lo que se hacía allí, en aquellas trincheras. Si querían jactarse de su
heroísmo-de cómo habían clavado la bayoneta o como habían roto alguna cabeza de
un culatazo-tenían que mentir. Lo único que quedaba del golpe de mano nocturno
eran los cadáveres. Amanecía y llegaban las cocinas de campaña. Desmadejados y
ateridos, los soldados comían y fumaban. Luego hablaban de mujeres y tambien mentían mucho. Cazaban piojos y dormían. Dormían el
día entero en aquella franja de tierra desnuda, sucia de defecciones y de
sangre, en la que tenían su reino el tronar de los cañones y la muerte''.
Rusia se
desangraba en la guerra. La alimentación se hacía difícil. El joven Kolmogorov comienza a trabajar a temprana edad. Sus
biógrafos aseguran que poco antes de ingresar a la universidad había conseguido
un puesto de conductor de trenes. No durará mucho en ese empleo. Su vida se
vería profundamente alterada por los sucesos que marcaron la Historia de la humanidad
en la segunda década de este siglo. Vendrá la revolución de Febrero 1917. El
fin del régimen zarista y la instauración del Gobierno Provisional. Los acontecimientos
se precipitan. "Todo el poder a los Soviets!"
se grita en las calles. El pueblo hambriento y desangrado por la guerra, quiere
la paz. El gobierno provisional hace un último intento por relanzar la guerra: en
el mes de Junio convoca en Petrogrado una gran
manifestación para despedir a los soldados que parten al frente y apoyar la
política de guerra. Pero su intento fracasa. La gente desfila por Petrogrado pidiendo la paz y todo el poder para los soviets! La represión gubernamental es la respuesta que
encuentran a sus demandas. Miles de personas mueren bajo la metralla. Una idea
gana fuerza en el pueblo ruso: ya no queda otra forma de combatir el injusto
gobierno mas que la insurrección. Los meses que separan Junio de Octubre
estarán marcados por un trabajo febril de organización y de movilización. Hasta
llegar al 25 de Octubre según el antiguo calendario, 7 de Noviembre según el
nuevo. Veamos que dice un testigo de los hechos en Petrogrado,
el escritor y capitán del ejército francés Jacques Sadoul:
"Petrogrado, 25 de Octubre de 1917. El
movimiento bolchevique se ha desencadenado esta noche. Desde mi pieza he
escuchado el ruido lejano de los tiroteos. Esta mañana, la calle está
tranquila; en el Hotel Astoria, donde están alojados
algunos centenares de oficiales rusos y la mayor parte de las misiones de los aliados,
la guardia de los Junker, fiel al gobierno
provisional, acaba de ser reemplazada por un destacamento bolchevique sin
enfrentamiento. Hora tras hora, nos enteramos que las estaciones, el Banco del
Estado, el telégrafo, el teléfono, la mayor parte de los ministerios, han caído
sucesivamente en manos de los insurgentes. El Gobierno Provisorio está sitiado
en el Palacio de Invierno. Si el Comité revolucionario hubiese querido hacer
uso de la violencia, ya habría caído prisionero, pero se estima que esta
segunda revolución no debe hacer correr ni una sola gota de sangre. Bonito
ideal, pero cuán difícil de realizar! Mañana, ante el Congreso de los Soviets, se desarrollará el programa del gobierno
bolchevique, que será inmediatamente constituido. He aquí los artículos
esenciales del programa inmediato : Proposición de un armisticio a los pueblos
beligerantes, que permita la apertura de negociaciones para obtener una paz
democrática y justa; Supresión de la gran propiedad latifundista y entrega de
la tierra a los campesinos según un procedimiento regulado por los comités
agrarios locales y la
Asamblea Constituyente que será convocada para el 12 de
Noviembre; Control obrero de la producción y de la distribución de productos;
Monopolio del Banco estatal; Supresión de la pena de muerte en el frente. Petrogrado, 26 de Octubre de 1917. Segundo día de la
insurrección: Nuestros medios oficiales decididamente no parecen medir en su
justo valor la acción potente y ordenada de los bolcheviques. No se entiende
sobre todo, en mi opinión, hasta qué punto esta acción corresponde al cansancio
general. De cada 100 rusos, 80 son bolcheviques confesos y los 20 otros,
bolcheviques 'vergonzosos'. Se cuenta con el apoyo de las tropas cosacas. Pero,
¿ son ellas suficientemente numerosas y no se pasarán también ellas al lado de
los insurrectos?"
Y el escritor Boris Pasternak hacía
reflexionar así a su personaje, el doctor Yuri Jivago: "¡Qué magistral operación quirúrgica! Echar
mano del bisturí y sajar tan maravillosamente todos los viejos abscesos. Sin
equívocos y con toda sencillez se liquida una injusticia secular que estaba
acostumbrada a recibir inclinaciones, reverencias y toda clase de homenajes. Y
en la forma en que todo esto ha sido llevado hasta el final, sin vacilaciones,
hay algo que pertenece a nuestra tradición nacional, algo familiar y de
costumbre. Algo de la luz absoluta de Pushkin, el
anunciador, y de la implacabe fidelidad a la realidad
de un Tostoi. " Numerosos trabajos de testimonio
sobre estos días que marcaron la historia de la humanidad fueron escritos,
citemos en particular, aparte de Sadoul, a John Reed, Philips
Price, Bessie Beatty, Abert Rhys
Williams, Ciril Dorcak, Hans Zebrowske,
Adolf Sipek, El mundo de
los intelectuales progresistas simpatizó plenamente con el gobierno
revolucionario. Henri Barbusse, Antonio Gramsci, Herbert Wells, Bertrand Russell, Otavio Brandao, Martin Andersen, Anatole France, Bernard Shaw, Romain Rolland,
Rabidranath Tagore entre
otros, suscribieron los ideales de la revolución de Octubre. El sueño de la
economía de los derramamientos de sangre no fue realidad desgraciadamente. A la
insurrección seguirá la guerra civil, los antiguos poseedores resistieron hasta
la última gota de sangre la pérdida de sus privilegios. El joven poder
soviético tuvo que aprender a luchar para defenderse y a construir la patria
nueva al mismo tiempo. Las universidades abrieron grandes las puertas a los
postergados de antes. Se llenaron las aulas de talentosos jóvenes que no
habrían podido frecuentarlas en el antiguo sistema. Así llegó Kolmogorov a
la Universidad
de Moscú en 1920. Siguiendo la moda, se inscribió en los estudios de Historia
de Rusia. Pero rápidamente comenzó a frecuentar también los seminarios de
Matemáticas. Hizo investigaciones muy serias sobre los manuscritos de los
siglos XV-XVI respecto a las relaciones agrarias en el antiguo Novgorod, trabajando en el seminario del Profesor S. V. Bajrushin. Si bien posteriormente su trabajo se orientó
hacia distintas ramas de las Matemáticas, jamás abandonó su interés por las
ciencias sociales y por las artes.
``Llegué a Moscú con un buen conocimiento de las matemáticas, gracias
al libro Novye idei
v matematike (nuevas ideas en matemáticas).
Conocía en particular los principios de la teoría de conjuntos. Había estudiado
muchos temas en la
Enciclopedia de Brockhaus y Efron, completando yo mismo lo que aparecía presentado en
forma demasiado concisa en aquellos artículos. En aquel tiempo una beca de
estudiante no era de un valor monetario muy grande, pero los estudiantes del
segundo curso recibían como suplemento una ración de un pud
(16 kilos) de pan de harina integral y un kilo de grasa vegetal o animal (de
vaca) dependiendo de los avances de la ciencia (al parecer al principio era
grasa vegetal y después se reemplazó por mantequilla fresca). Entonces la
primera cosa que hice fue pasar rápido los exámenes requeridos para pasar del
primero al segundo curso. "
Así describe Andrei Nikolaievitch
sus primeros años de universidad. La teoría de conjuntos con Zhegalkin y la geometría proyectiva con Vlasov,
fueron sus primeros cursos. Luego se interesó en la teoría analítica de
funciones enseñada por Nikolai Nikolaievitch
Lusin.
Cuenta Kolmogorov que su primera hazaña la
realizó en el curso de Lusin, después de lo cual se
hizo conocido: "Lusin gustaba de improvisar sus
clases y en aquella sobre la demostración del Teorema de Cauchy
se le ocurrió usar el siguiente lema: sea un cuadrado dividido en un número
finito de cuadrados; entonces para cada constante C existe una C' tal que para
cada curva de largo no mayor que C la suma de los perímetros de los cuadrados
que tocan la curva no sea mayor que C'. Dos semanas más tarde me dirigí al
presidente del grupo de estudiantes de matemáticas, S. Kovner,
con un pequeño manuscrito (que aún existe, fechado 4 de Enero de 1921) en el
cual se refutaba la aserción. Todo esto fue referido a Lusin,
quien estuvo de acuerdo con mi observación y dio posteriormente una
demostración correcta del Teorema de Cauchy." En
aquella época Pavel Samuilovitch Uryson
intentaba tentarlo para que trabajara con él en Topología; tenía en mente para
él el problema de la determinación del número de geodésicas en superficies
cerradas. Pero su interés fue canalizado por el seminario de Stepanov sobre las series trigonométricas. En 1922, después
de escribir su primer artículo original-un estudio sobre el orden de magnitud
de los coeficientes de Fourier-que interesaba a Lusin, éste le propuso que junto a un grupo de estudiantes
trabajara con él, con el propósito de que se concentraran en la teoría métrica
de funciones (teoría de la integral, teoría de las series de Fourier ). Comienza así el primer período creativo del
matemático Kolmogorov. Por entonces, los avances en la Teoría de la Medida, abrían naturalmente
una serie de problemas relativos a las operaciones sobre conjuntos que se unían
a aquellos de la naciente Topología y otros más antiguos en el Análisis
Matemático, como los relativos a las Series de Fourier.
Lebesgue, al presentar la obra de Lusin
"Leçons sur les Ensembles
Analytiques et leurs applications", diría en 1930: "Después de
reflexionar, me pareció que un prefacio es el único lugar en que podría
confesar en alta voz aquello que el Sr. Lusin ha
ocultado cuidadosamente: el origen de todos los problemas de los cuales trata
esta obra es un error grosero en mi Memoria sobre las funciones representables
analíticamente. Fructífero error que cometí muy bien inspirado! La
consideración de las funciones discontinuas había ampliado tanto el campo de
estudio del Análisis que se hacía inquietante. Sin embargo, halagaba al
espíritu que, de todas las funciones y de todos los conjuntos conocidos, las
funciones de Baire y los conjuntos medibles B, que les son asociados, se introducirían solos
necesariamente en matemáticas ; puesto que las operaciones efectuadas sobre
estas funciones y conjuntos conducen siempre a funciones y conjuntos de las
mismas familias. El Análisis habría llevado en sí mismo un principio de
limitación. Para ver si era así, era necesario examinar en particular la resolución
de las ecuaciones que conducen a las funciones implícitas. En el curso de este
estudio, yo formulaba este enunciado: la proyección de un conjunto medible B es siempre un conjunto medible
B. La demostración era simple, corta, pero falsa. El Sr. Lusin,
entonces profesor debutante, y el Sr. Souslin, uno de
sus primeros alumnos, percibieron el error e intentaron repararlo. Imagino que
al principio creyeron que era cosa fácil; pero las dificultades aparecieron
rápido y llegaron incluso a dudar del propio enunciado, y enseguida demostraron
su falsedad con un ejemplo irrefutable. Así, el Análisis no lleva en sí mismo
un principio de limitación. La extensión de la familia de funciones de Baire era de una vastedad que provocaba el vértigo, el
campo del Análisis es más vasto aún ¡Y de qué manera! "Efectivamente, para
resolver el error de Lebesgue, Lusin
y Souslin debieron edificar una nueva teoría, la de
los conjuntos analíticos, preludio a la Teoría del Potencial. Bajo la influencia de estos
trabajos, Kolmogorov formuló el deseo de desarrollar
una teoría general de operaciones sobre los conjuntos. En la primavera de 1922
completó su máxima investigación en esta dirección. Introdujo una clase muy
amplia de operaciones sobre los conjuntos, las operaciones dS.
Este trabajo sólo pudo ser conocido más tarde, en 1928. Como Andrei Nikolaievitch lo explica
él mismo, "mis trabajos descriptivos de 1921-1922 se quedaron sobre el
escritorio de Lusin; él los encontraba
metodológicamente incorrectos y quedaron intocados hasta 1926".
Pero un hecho interesante se había producido en la preparación de aquel
trabajo. Al no suscitar el interés de Lusin en 1921, Kolmogorov fue con su manuscrito a discutir con Uryson quien le presentó a Pavel Sergeievitch
Aleksandrov. Fue una idea muy buena porque las
operaciones de Kolmogorov generalizaban naturalmente
los resultados de Aleksandrov sobre los conjuntos
"A". Se produjo así el primer contacto entre estos dos grandes científicos
a quienes uniría posteriormente una indestructible amistad. Aleksandrov
murió seis meses antes de que Kolmogorov cumpliese
los ochenta años. Como ya estaba en preparación el volumen de Uspeji Matematicheskij Nauk dedicado a honrar ese aniversario, el editor pidió a Aleksandrov que escribiese algo para la ocasión y éste se
refirió así a su amistad con Kolmogorov: "Mi
amistad con A. N. Kolmogorov ocupa un lugar muy
excepcional en mi vida. En 1979 esta amistad celebró su cincuentenario y en
todo este medio siglo, no sólo no hubo ninguna brecha en ella, pero ni siquiera
una fricción, en todo este tiempo jamás hubo un malentendido entre nosotros
sobre tema alguno, cualquiera haya sido la importancia de éste para nuestras
vidas o nuestra filosofía; incluso cuando nuestras opiniones en alguno de estos
puntos diferían, mostrábamos comprensión y simpatía completa por los puntos de
vista del otro". En efecto, a los primeros contactos de 1921-1922, siguió
una invitación de Kolmogorov a Aleksandrov
en 1929 para recorrer en bote el Volga. Desde
entonces se hicieron amigos inseparables. En 1922, Kolmogorov
construyó ejemplos de una serie de Fourier divergente
casi en todas partes y luego, de una divergente en cada punto. Ambos ejemplos
causaron un enorme efecto porque eran inesperados. Y así, durante los años
1922-1925, Andrei Nikolaievitch
se concentrará en la teoría de las series de Fourier
y de los sistemas ortogonales de funciones. Al concentrarse en esos problemas
seguía en parte las orientaciones generales que Lusin
le había dado, pero, sobre todo, su original forma de enfocar el trabajo en
matemáticas, con una profunda conciencia histórica del papel de éste. De una
manera específica sus resultados sobre las series de Fourier
respondían a inquietudes filosóficas que alimentaban el debate ideológico de la
época. La interrogante que Lebesgue, años más tarde,
formulara en el prefacio a la obra de Lusin que ya
hemos citado, estaba latente desde 1900. A saber, en el caso del Análisis, el
problema de sus límites intrínsecos. La teoría está incompleta, mostraba Kolmogorov y formulaba luego cómo resolver el problema de
su limitación. La respuesta, en términos filosóficos está en la ley general de
la dialéctica llamada de la "negación de la negación" : la nueva
teoría construída a partir de la vieja la incluirá
como una de sus partes constituyentes. Negando el carácter universal de la
primera se la hace caso particular de una segunda teoría que será tambien superada en un desarrollo ulterior del
conocimiento. Pero otro asunto polémico, en torno al cual la lucha entre la
escuela idealista y la escuela materialista era intensa, decía relación con la
pregunta formulada por Hilbert en 1900 sobre la
demostración de la no contradicción de las matemáticas. Tres años más tarde, la
crisis estallaba con la publicación de la paradoja de Russell.
Es importante seguir en paralelo el desarrollo de esta crisis (drama vivido por
los matemáticos y los lógicos formales en forma silenciosa) con aquella que
simultáneamente sacude a la
Física, con el telón de fondo de las transformaciones
sociales revolucionarias de principio de siglo. En los medios matemáticos
siguió una cruenta lucha que Hilbert quiso resolver
"eliminando de una vez por todas el problema del fundamento de las
matemáticas", creando la llamada metamatemática. Este paso dado por Hilbert era un reconocimiento explícito de que el problema
de los fundamentos de las matemáticas no es matemático. Significó una ganancia
formal importante, pero no resolvió el problema fundamental. En todo caso
sirvió para que el joven Gödel, en 1931, probara la incompletitud de las matemáticas, a saber, que es imposible
demostrar en su seno su no-contradicción. Por su parte, la Teoría de la Relatividad y la Mecánica Cuántica
producían la "negación de la negación" en Física. El llamado
"principio de incertidumbre" descubierto por Heisenberg,
llevará a un cruento enfrentamiento de los físicos consecuentemente
materialistas (Einstein entre ellos) y los diversos
tipos de idealistas agrupados en la
Escuela de Copenhague (Bohr entre
otros). La batalla se dará en torno al Principio de Causalidad que los
idealistas consideraban desahuciado. Poincaré, que
había estado trabajando sobre la teoría de la relatividad al mismo tiempo que Einstein, profundamente conmovido por los descubrimientos
de la ciencia de los primeros cinco años de este siglo, y por el intenso debate
entre los matemáticos, se hará "empiriocriticista",
siguiendo al físico Mach y Avenarius. Escribirá que
los conceptos de espacio y tiempo son relativos y que por consiguiente "no
es la naturaleza la que nos los da, sino que somos nosotros los que los damos a
la naturaleza, pues nos parecen más cómodos". Es sabido que Lenin en 1908 desenmascaró a esta tendencia ideológica como
una corriente del idealismo filosófico, en referencia a la anterior cita de Poincaré, sitúa el problema en su justa dimensión en
"Materialismo y Empiriocriticismo": "¿Acaso
esto no confirma la declaración de Engels (que los 'empiriocriticistas' pretendían negar) de que las doctrinas
filosóficas consecuentes deben tomar por primario o la naturaleza o el
pensamiento humano?" Es interesante contrastar la opinión de Poincaré con aquella del matemático Hardy
que éste hará pública muchos años más tarde, en 1940 : "Creo que la
realidad matemática reside fuera de nosotros, que nuestra función es
descubrirla u observarla y que los teoremas que demostramos y que
grandilocuentemente calificamos como nuestras "creaciones", son tan
sólo los productos de nuestras observaciones. " Esa visión de las
matemáticas era compartida y aplicada en su trabajo por Kolmogorov,
científico consecuente. Su trabajo sobre los fundamentos de la Teoría de
Probabilidades, que lo consagra a nivel mundial como uno de los más grandes
matemáticos del siglo, plantea , desde las matemáticas, el problema de los
fundamentos como un asunto que el hombre resuelve mediante la formulación de
reflejos del mundo real en su edificio teórico. La axiomática es entonces la
búsqueda de las formas más simples de reflejo de la realidad, escritas en un
determinado lenguaje matemático, cuya validez será puesta a prueba por el
ulterior retorno a la naturaleza y la subsecuente
transformación de ésta. Corresponde a la visión que Engels
entrega de la teoría del conocimiento en la "Dialéctica de la Naturaleza" : cada
ciencia particular tiene como objeto de estudio diferentes aspectos de la
materia, pero ésta siendo inseparable de su propio movimiento determina que las
ciencias también se caractericen por estudiar las leyes del movimiento de sus
objetos básicos. Esto provee un camino natural al conocimiento humano. Los
fenómenos más complejos desde el punto de vista del objeto de estudio y de las
formas de su movimiento, son sin duda los fenómenos sociales en que el propio
científico y el conjunto de la sociedad están involucrados. Para aprehender la
esencia del nuevo fenómeno estudiado, el hombre simplifica, en la creación de
sus reflejos de la realidad, los complejos mecanismos del movimiento de los
fenómenos sociales, pasando así por el estudio de los aspectos relativos a la
materia viviente (ciencias biológicas), las formas inanimadas de movimiento (la
química, la física), y así sucesivamente, llegando a las más simples formas de
movimiento de la materia (la matemática, la lógica formal). Pero el ciclo del
conocimiento no se completa si el hombre no recorre la serie de las ciencias
"al revés", vale decir, de lo más simple a lo más complejo,
transformando su interrogación en respuesta y acción. Las ciencias están así
todas interrelacionadas, no existen entre ellas barreras impermeables ni
compartimentos estancos. Esta visión de la ciencia estaba implícita en los
trabajos fundamentales de Kolmogorov sobre la Teoría de
Probabilidades de los años treinta. Comenzó trabajando con Khinchin
sobre la convergencia de sumas de variables aleatorias independientes, problema
para el cual encontraron condiciones necesarias y suficientes. En 1928, Andrei Nikolaievitch logró
descubrir condiciones necesarias y suficientes para que la "ley de los
grandes números" fuese válida, problema que se arrastraba de antaño y en
el cual habían trabajado, entre otros, Chebyshev y Markov. En 1929 abordó el problema de la axiomatización de
la teoría de probabilidades usando las herramientas de la Teoría de la Medida . Seguía ideas antes
esbozadas por el propio Borel y por Lomnicki. Publicó primero una corta nota "Una teoría
general de la medida y del cálculo de Probabilidades". Cuatro años más
tarde, en 1933, la idea original de Borel encontró su
forma más acabada en la clásica monografía de Kolmogorov
"Conceptos fundamentales de la Teoría de Probabilidades" publicada en
alemán por Springer-Verlag.
El autor se encontraba entonces en misión en Alemania junto con Aleksandrov. Esta monografía tambien
formulaba conceptos básicos para el desarrollo de la teoría de procesos estocásticos,
sucediendo a otra sobre "Métodos analíticos en teoría de
probabilidad". En esta útima monografía, Kolmogorov descubrió profundas relaciones entre los
procesos markovianos y las ecuaciones diferenciales.
En el período que precedió a la segunda guerra mundial escribió alrededor de
sesenta artículos sobre a Teoría de Probabilidades. Pero además escribió sobre
geometría proyectiva, estadística matemática, la teoría de funciones de
variable real, topología, lógica matemática, biomatemática,
filosofía e historia de las matemáticas. Hay que destacar tambien
que la década de los treinta marcó a Kolmogorov por
varios motivos. Se graduó en 1929 y encontró su primer trabajo en el Instituto
de Matemáticas y Mecánica dirigido por Egorov, despues de haber estado aproximadamente un año fuera de la URSS enviado en misión a
Alemania y Francia. En aquella época tambien viajó a
esos países Aleksandrov. La efervescencia de la lucha
política en Alemania no escapó a los dos amigos. Kolmogorov
quedó impresionado por los duelos a espada de los jóvenes nacional-socialistas
y agregaba : "El futuro de Alemania era dudoso. Courant,
no sabemos si en serio o en broma nos decía que probablemente los
nacional-socialistas se tomarían el poder, pero no por mucho tiempo, y que después
el poder pasaría a los comunistas, incluso agregaba, pero esta vez realmente en
broma, que en ese caso Aleksandrov vendría de Moscú
como Comisario a la
Universidad de Göttingen" Se
sentía venir la guerra nuevamente. La década anterior había sido aprovechada en
la URSS para
restañar las heridas de la guerra civil y comenzar con un nuevo orden económico.
Entretanto el trabajo científico se desarrollaba con grandes ímpetus. Varios
hombres de ciencia soviéticos visitaban Europa en misiones oficiales. Entre
ellos Lusin, Aleksandrov, Kolmogorov. Este último, en particular, aprovechó su viaje
a Francia y Alemania para conversar con cuanto matemático célebre pudo
encontrar, resolviendo al pasar una buena cantidad de problemas planteados por
éstos. Así se contactó con Courant, Carathéodory, Landau, Emy Noether, Neugebauer,
Hermann Weyl, Fréchet, Paul Lévy,
Borel, Lebesgue. Hacia el
año 1935, Aleksandrov y Kolmogorov
adquirieron una vieja casa en Komarovka cerca de Bolshev. Ahí instalaron una gran biblioteca y acomodaron
las habitaciones para poder acoger en forma conveniente alrededor de quince
personas. Así se instauró un verdadero ritual de la "Komarovka"
: de los siete días de la semana, cuatro los pasaban en esa casa; siendo uno de
ellos completamente dedicado a la recreación física -sky,
excursiones a pie, natación. Se acostumbraba invitar grupos de jóvenes
estudiantes. Kolmogorov les daba cita en una estación
alejada de la casa, a unos treinta quilómetros, y de ahí se los llevaba
caminando a la Komarovka a través de la nieve. El que no
soportaba la prueba, tomaba el bus y se devolvía a su casa. A aquellos que
continuaban hasta el final, se les acogía en la Komarovka,
donde después de un baño, comían y se dedicaban a discutir de arte o de
ciencias. Una jornada típica en la
Komarovka tenía el siguiente
horario : Desayuno de 8 a
9; estudio de 9 a
14 ; almuerzo a las 14 ; sky , carreras , o caminatas
de 15 a
17 ; comida de 17 a
18 ; luego lectura, música, discusión sobre temas científicos generales;
finalmente, una corta caminata nocturna, especialmente durante las noches de
luna en invierno ; término de la jornada alrededor de las 23 horas. El dúo de
científicos se destacó por su pasión por los deportes acuáticos y por las
caminatas en la nieve. A todos sus alumnos supieron comunicar su inquietud por
una formación integral. ¿Cuántos alumnos formó? La lista es enorme. Entre
muchos otros, y en épocas distintas, se cuenta a Shilov,
Fage, Obukov, Zasukhin (que murió en la guerra), Monin,
Yaglom, Sevast'yanov, Sirazhdinov, Uspenskii, Gnedenko, Gel'fand, Pinsker, Prokhorov, Borovkov, Zolotarev, Alekseev, Barenblatt, Bol'shev, Dobrushin, Medvedev, Mikhalevich, Belyaev, Meshalkin, Epokhin, Rozanov, Sinai, Tikhomirov, Shiryaev, Arnol'd, Bassalygo, Ofman, Kozlov, Zhurbenko, Abramov, Bulinsky, Mal'tsev, entre los alumnos extranjeros, destaca el sueco Martin-Löf. Muchos de ellos han
sido elegidos miembros de número de la Academia de Ciencias de la URSS : Mal'tsev
(Algebra, Lógica Matemática); Millionshchikov
(Mecánica) ; Nikol'skii (Teoría de funciones) ; Obukov (Física de la atmósfera) ; Prokhorov
(Teoría de Probabilidad) ; Miembros correspondientes de la Academia de Ciencias de la URSS, Bol'shev
(Estadística Matemática) ; Borovkov (Teoría de
Probabilidad y Estadística Matemática) ; Gel'fand
(Análisis Funcional) ; Monin (oceanología) ; Miembros
de la Academia
de Ciencias de Ukrania, Gnedenko
(teoría de Probabilidad e Historia de las Matemáticas); Mikhalevich
(Cibernética) ; Miembro de la
Academia de Ciencias de Uzbekistán, Sirazhdinov
(Teoría de Probabilidad). Hacia fines de la década de los treinta, Kolmogorov comenzó a interesarse cada vez más en los
problemas de mecánica de la turbulencia. El primer trabajo en esta dirección,
usando procesos estocásticos, fue de Millionshchikov
, alumno de Kolmogorov, en 1939. Posteriormente, en
1941, el propio Andrei Nikolaievitch
publicó el principal trabajo en el tema. Estos primeros resultados fueron luego
confirmados experimentalmente, cuando se dispuso de las facilidades materiales
para hacerlo. Por esa razón, Kolmogorov volverá más
tarde a abordar estos temas, como muchos otros sobre los cuales trabajó. En
efecto, fue típico de su posición respecto a la investigación científica que
ningún tema lo considerara agotado jamás. Es propio de una concepción
científica consecuente del mundo : el desarrollo del conocimiento en su
conjunto modifica necesariamente los objetos propios de estudio de cada ciencia
particular ; esto obliga al científico a reelaborar en forma constante su
teoría, tratando de que cada nueva versión interprete en forma más adecuada el
mundo real. Así también los problemas relativos a los fundamentos de la Teoría de
Probabilidades los abordará nuevamente a propósito de su desarrollo de la Lógica Constructiva,
posteriormente, desde el punto de vista de la Teoría de la Información, y,
hacia el final de sus días, introduciendo nuevos conceptos sobre sucesiones
aleatorias motivado por los avances en cibernética. Al inicio de la década de
los cuarenta, con una acabada visión histórica del desarrollo de las
matemáticas, escribió un artículo titulado "Matemáticas" para la
segunda edición de la Enciclopedia Soviética. Nuestra ciencia aparece
ahí en toda su riqueza, como un proceso lleno de vida; destacando los
principales desafíos de la época, Kolmogorov también
propone una original periodización de nuestro
desarrollo. Este artículo ejerció una influencia notable en la orientación del
desarrollo de las Matemáticas, no sólo en la Unión Soviética
sino que en el mundo entero. Este hecho adquiere hoy una perspectiva aún mayor,
cuando sabemos que en aquella época el fascismo y el nazismo propagaban en
Europa una cultura de destrucción que habría de ser el coro ideológico del
avance de sus tropas en el desquiciado intento de someter al mundo. La guerra
golpeará nuevamente los pueblos de Europa. El Estado Soviético, en medio del
tráfago de la lucha por la defensa ante la agresión fascista, buscará proteger
a sus intelectuales. No los moviliza. Sin embargo muchos tomarán parte en la
guerra en forma voluntaria. Uno de los casos más conocidos es el del músico
Dimitri Chostakovich, quien debió insistir varias
veces para ser enviado a Leningrado. Allí se le
encargará que continúe su trabajo de compositor. Así lo hará y pasará a la
historia su séptima sinfonía "Leningrado",
compuesta y producida en la ciudad mártir durante el sitio al que fue sometida
por las tropas nazis. Veinte millones de soviéticos mueren defendiendo a la
humanidad de la barbarie fascista. El trabajo científico, por su parte, no se
detuvo. Aún en los peores momentos de la guerra, los institutos, las
Universidades, funcionaron. Kolmogorov siguió
recibiendo alumnos : Monin, Yaglom,
estuvieron entre ellos. Pasado el amargo trago de la guerra. La URSS comenzó nuevamente a
restañar sus heridas. Vino un período de guerra fría en el mundo, impulsado por
la administración norteamericana, que hizo temer lo peor, es decir un nuevo
enfrentamiento global. Estas dificultades externas, unidas a las penurias de la
guerra, no dejaron de tener consecuencias en la vida política interna en la URSS. Las prácticas
autoritarias impuestas por Stalin trajeron consigo
algunas graves deformaciones en el cultivo de las ciencias. Es conocido el caso
del genetista Lysenko para quien la división de
clases pasaba al interior de cada ciencia en sí -existiendo entonces teorías
"proletarias" y "burguesas", debiendo estas últimas ser
combatidas por todos los medios. Kolmogorov alzó su
voz contra esta grave deformación de la esencia de la ciencia. De la época data
su propia incursión en la Genética. En un artículo publicado en 1940 él
demostraba cómo los resultados de los seguidores de Lysenko-contrariamente
a lo que ellos pretendían-confirmaban las leyes de Mendel.
Asumía así su responsabilidad histórica como científico consecuente. El período
de la posguerra vio nacer nuevos y numerosos trabajos de Kolmogorov
y sus alumnos sobre variados campos. Siguiendo su proyecto estratégico, Kolmogorov pasó de la Teoría de Probabilidades a la Teoría de la Información, la Estadística; luego a
la cibernética y a la
Lógica constructiva. Pero también dedicó muchos años al
trabajo en una escuela (la
Escuela n¡ 18 de Moscú), que pasó a ser una escuela
experimental y donde pudo ir probando paso a paso sus textos para la enseñanza
básica y media. Esa institución se transformó en un semillero de científicos (97 a 98 las investigaciones en
Teoría Ergódica y Sistemas Dinámicos fueron
apareciendo en la obra de Kolmogorov después de la Teoría de la Información,
pero en su deseo de aplicar estos resultados a la Física nuevamente.
Corrían los años 1955-1956. La introducción de la epsilón-entropía
lo llevó a estudiar características especiales de ciertas funciones de variable
real, desembocando muy naturalmente en el 13¡ problema de Hilbert
que consiste en probar para ciertas funciones continuas de tres variables que
no pueden ser representadas como composición de funciones continuas de dos
variables. El año 1956, Kolmogorov llegó a la
conclusión de que cada función continua, de cualquier número de variables,
puede ser representada como la composición de funciones continuas de tres
variables. Redujo así el problema de Hilbert a un
problema de representación de funciones sobre árboles universales en tres
dimensiones. Posteriormente este problema fue resuelto en 1957 por Arnold bajo la dirección de Kolmogorov,
con una respuesta negativa a la conjetura de Hilbert
: toda función continua de tres variables puede ser representada como
composición de funciones continuas de dos variables. Enfocó luego las
investigaciones en estos temas hacia los problemas de inestabilidad
hidrodinámica, volviendo a estudiar los fenómenos de turbulencia. La llave
maestra en esos desarrollos había sido la Teoría de la Información. En
la década de los sesenta, se propuso reformular esta teoría desde el punto de
vista de la generación de algoritmos. Aparece así un concepto central, el de
complejidad de un objeto finito. De ahí el salto a la lógica constructiva era
completamente natural. Pero no podía darse por satisfecho si no retornaba a los
fundamentos de la Teoría
de Probabilidades, retorno que animará hasta los últimos años de su vida.
Señalemos al pasar, que el trabajo inaugural del Primer Congreso Mundial de la Sociedad Bernoulli
en 1986, fue un trabajo de él con su equipo sobre la aleatoriedad de
sucesiones. Esos últimos trabajos fueron en gran parte dictados. Una grave afección
a la vista lo tenía prácticamente ciego. Rodeado del cariño de su esposa y de
sus discípulos, jamás estuvo solo. Un joven adolescente talentoso, de 13 años, Andrei Albertovitch Shiryaev, hijo del célebre matemático Albert
Shiryaev, iba a leer para él todos los días desde
hacía varios años. El sentido de la vida, las inquietudes de la juventud, la
pasión por el arte, eran temas frecuentes de conversación entre el anciano y el
muchacho. No faltaban las acaloradas discusiones sobre Geografía, disciplina en
la cual Andrei Albertovitch
es ya todo un experto, pero jamás logró sorprender al maestro. Andrei Nikolaievitch ya no está,
pero la naturaleza guarda el eco de sus preguntas y los hombres conservan su
mensaje de esperanza. La vida de todo científico completo es parte de un
torrente inagotable que labra el curso de la humanidad.
(Artículo original en http://www.mat.puc.cl/~rrebolle/kolmo/kolmo.html).