Nacido en Brooklyn
(Nueva York), Estados Unidos, interrumpió sus
estudios como consecuencia de la Primera Guerra Mundial,
durante la cual sirvió
en el ejército italiano. Cursó derecho
en la Universidad de Yale, de la que fue docente y
decano (1927). En 1929, a la edad de 30 años,
fue nombrado presidente de la Universidad de Chicago
(1929-45) y, posteriormente, rector (1945-51). En
1959 fundó
el Center for the Study of Democratic Institutions,
en Santa Barbara, California. Presidente del Consejo
editorial de la Enciclopedia Británica (1943-1974).
Defensor de las ideas democráticas, su amplia
obra está llena de ejemplos del espíritu
de compromiso cívico que impregna su pensamiento.
En el libro The University od Utopia (1953)
sostiene que la Universidad antes que crear empleo para
la industria y los servicios está llamada a formar
ciudadanos responsables. Abundan en su obra los trabajos
referidos a la educación como base del progreso
social: The Higher Learning in America (1936),
Education for Freedom (1943), The Conflict
in Education in a Democratic Society (1953) y The
Learning Society (1968).
En 1946, encabezó una comisión de sabios,
conocida como la ‘comisión Hutchins’,
destinada a estudiar la libertad de expresión
en los Estados Unidos. La comisión estaba integrada
por destacadas personalidades del mundo académico,
entre ellas John M. Clark, John Dickinson, William E.
Hocking, Harold D. Lasswell,
Arthur M. Schlesinger y George N. Shuster. Los debates
y conclusiones produjeron una muy rica reflexión
en la que se alertaba sobre los riesgos de la prensa
y los medios en general en un escenario en el que la
propiedad aparecía cada vez más concentrada
en pocas manos y se acentuaban los intereses mercantiles.
La cultura democrática obligaba a que la prensa
mantuviese su compromiso con la ciudadanía, con
respeto a su derecho a la información, por lo
que se creía oportuna una autorregulación
de los medios, en consonancia con el espíritu
y las necesidades de la democracia, para evitar así
la no deseada intervención del Estado. El mercado,
sostuvo la comisión, no había nacido para
defender las libertades públicas, por lo que
eran necesarios mecanismos garantistas. En 1947, la
comisión publicó un primer informe -A
Free and Responsible Press: A General Report on Mass
Communication: Newspapers, Radio, Motion Pictures, Magazines,
and Books-, con un conjunto de conclusiones que
tuvieron un amplio eco en Europa, ya que sintonizaban
con el pensamiento europeo acerca de la libertad de
prensa, y sentaron las bases de lo que se ha dado en
llamar la doctrina de la responsabilidad social de la
prensa, una de las cuatro que Siebert, Peterson y Schramm
describen en sus Four Theories of the Press.
Doctrina documentada a lo largo de los seis volúmenes
que recogieron el amplio trabajo de los expertos.
La comisión describió cinco de las funciones
a las que tenían que responder los medios en
una sociedad democrática: uno, hacer un real,
comprensivo e inteligente relato de los acontecimientos
diarios con contexto y sentido; dos, servir de foro
para el intercambio de comentarios y críticas;
tres, proyectar la visión de la realidad de los
grupos relevantes en la sociedad; cuatro, presentar
y explicar las metas y valores de la sociedad; y cinco,
garantizar el acceso pleno a la información relevante
del día.
Las conclusiones chocaron frontalmente con el espíritu
imperante en la política de Washington y con
la preocupación intervencionista sobre los medios
observada por el House Un-American Activities Committee
(HUAC) del senador Joseph McCarthy, por lo que la doctrina
de la responsabilidad social quedó relegada a
un segundo plano, si bien son muchas los trabajos que
hoy reivindican en Estados Unidos su plena vigencia.
Perfiles biográficos y académicos. Marcos epistemológicos y teóricos de la investigación en Comunicación.
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