Nació en Victoria, Canadá, en 1929, de padre escocés y madre de origen hispano (Ruth Carretero). Estudió en la University of British Columbia y, más tarde, en la de Londres, donde se doctoró en sociología. Profesora de la London School of Economics (1978-1988), centró su actividad docente en los sistemas de medios y las políticas mediáticas. Alternó su actividad académica con el ejercicio del periodismo (directora de la revista Woman y asesora de la BBC) en Londres. En 1988 regresó a Estados Unidos, continuando su carrera docente en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Maryland en College Park, donde fue directora de los cursos de doctorado. Ferguson desarrolló diversas líneas de investigación sobre comunicación y mercado, regulación audiovisual, etc. Colaboradora del neoyorquino Freedom Forun Media Studies Center (Columbia University).
Feminista y defensora de la diversidad cultural, estudió las políticas canadienses tendentes al mantenimiento de su identidad frente a la penetración mercantil de las industrias culturales estadounidenses.
Autora, entre otros, de los libros Forever Feminine: Women's Magazines and the Cult of Femininity, Gower Pub., Londres, 1983; Future Directions for Media Research (ed.), Sage, Londres, 1990; Cultural Studies in Question (con Peter Golding), Sage, Londres, 1997, y Media Globalization, Sage, Londres, 1999. (Ha sido traducido a la lengua española el libro editado con Peter Golding Comunicación política y estudios culturales, Bosch, Barcelona, 1992).
Fundadora y directora de la revista académica británica Culture and Communication; directora de la publicación internacional Journal of Communication; miembro del consejo editorial de la American Journalism Review.

Ferguson estudia la comunicación desde la óptica de la cultura democrática y pleno respeto a la diversidad cultural, religiosa y étnica. Consiguientemente, se manifiesta frente a toda discriminación, empezando por la femenina. Entiende el proceso de la globalización como el resultado de una dinámica económica, apoyada en el desarrollo tecnológico, que es más un mito enunciativo o una mitología inducida que ya pasa por ser la nueva ideología del progreso. Ferguson señala a Estados Unidos como la potencia que empuja la globalización para controlar un espacio de homogeneidad mercantil, un proceso que sucede en la historia a los nunca abandonados intentos de dominio planetario iniciados ya en el siglo XV con la era de los descubrimientos. El 'determinismo' neotecnológico empuja hoy la implantación de un orden para el mundo y realimenta la vida política de las naciones que proclaman que no es posible avanzar fuera del escenario dibujado por los ciclos tecnológicos.
Supone que las relaciones de los grupos primarios (familiares, sociales, étnicos, religiosos, culturales) de los ámbitos locales prevalecerán sobre la acción estandarizadora de las fuerzas dominantes, que se emplean en las construcciones mediáticas que promueven la globalización (Media Globalization, Sage, Londres, 1999).
En el libro Forever Feminine: Women's Magazines and the Cult of Femininity (Gower Pub., Londres, 1983) teoriza acerca de la relación de complicidad que se establece entre editores y lectores de revistas femeninas a través del 'culto a la feminidad', con un análisis sociológico y semiológico de los códigos en los que se asienta el éxito de estas publicaciones.