A
Gramar of Motives, donde Burke expone la teoría
del 'pentad'.
Kenneth
Burke (1897-1993)
PERFIL
BIOGRÁFICO
Nació en Pittsburg (Pennsylvania), Estados Unidos, donde cursó
sus estudios de bachillerato en la Peabody High School (1911-1915).
Estudió en las Universidades de Ohio y Columbia.
En Nueva York desarrolló una amplia actividad en
los círculos intelectuales del Greenwich Village.
Comenzó sus colaboraciones periodísticas en The Dial con trabajos de crítica musical.
Entre 1934 y 1936 desplegó su acreditada crítica
literaria en The Nation. En 1937 comenzó
su labor docente en la Universidad de Chicago y, más
tarde, en la de Benninghan (1943-1961). Profesor visitante,
entre otras, de las Universidades de Harvard, Princenton,
Rutgers, etc.
Sus principales obras Permanence and Change: An Anatomy
of Purpose, New Republic Press, Nueva York, 1935; The
Philosophy of Literary Form, Louisiana State University
Press, Baton Rouge, 1941; A Grammar of Motives,
Prentice-Hall, Nueva York, 1945; A Rhetoric of Motives,
University of California Press, Berkeley, 1950; The
Rhetoric of Religion. Studies in Logology, University
of California Press, Berkley, 1961; Language as Symbolic
Action, University of California Press, Berkley, 1966.
Ha sido traducido el texto Retórica de la religión:
estudios de logología, Fondo de Cultura Económica,
México DF, 1975.
En su biografía se suceden la crítica literaria
y su obra creativa, sus trabajos como lingüista, filósofo
y sociólogo, y su labor docente. Falleció
en 1993.
PENSAMIENTO
Y EXPRESIÓN CIENTÍFICA
Lingüista, crítico
literario, filósofo..., pasa por ser uno de los principales
teóricos norteamericanos de la semiótica del
siglo XX. Autor muy poco conocido en Europa y América
Latina, su influencia en los Estados Unidos se extiende
al amplio campo de las ciencias sociales, especialmente
en lo que se refiere a la teoría de la acción
(sociología, antropología, ciencia política
y comunicación). Aunque es calificado en ocasiones
de pensador marxista, el marxismo es sólo uno de
los ingredientes de su visión dialéctica y
crítica.
Su base argumental parte de la analogía de la acción
entre la expresión teatral y la realidad social.
La vida aparece como una construcción dramática,
sujeta a unas pautas concretas de representación;
esto es, una construcción simbólica de la
realidad. A través del análisis de la obra
dramática estudia la dialéctica de la acción,
el papel que juega la comunicación entre actor y
público y la retórica de la puesta en escena.
Lo que se ha dado en llamar ‘teoría dramatística de la comunicación’. Así, por ejemplo,
uno de los primeros escenarios estudiados fue el de la Alemania
nazi (The Rhetoric of Hitler's 'Battle', 1939), en los que
los símbolos, la arquitectura, la puesta en escena
adquieren un papel retórico determinante, como extensiones
de los argumentos ideológicos de discursos y textos.
En 1945, en su libro A Grammar of Motives, ofrece
un método de indagación de la acción
basado en la polarización de tensiones en los factores
que la definen y en la desviación que suponen respecto
de un cuadro de valores simbólicos. A través
de lo que llama el ‘pentad’, describe la envolvente
pentagonal con los cinco elementos que definen la acción
(acto, actor, escenario, medios y propósito). Un
esquema que recuerda en parte el paradigma de Lasswell (1948)
y, más aún, a la reformulación de éste
hecha por Braddock (1958). Los cinco elementos se ven afectados
por la acción en distinta medida. Burke propone el
análisis desde la relación entre los diferentes
vértices del pentágono y detectar las tensiones
dialécticas existentes entre ellos, los desequilibrios,
los catalizadores de la trama. Esta es la base de la ‘gramática
motivacional’.
Para Burke hay una dinámica simbólica
que describe la acción (el ciclo culpa-purificación-redención-culpa),
que empleará también en el análisis
de las religiones como construcciones simbólicas.
El mundo espiritual-moral pertenece al campo del lenguaje;
lo prohibido, los valores, los dogmas no son expresiones
de la naturaleza, sino que son construcciones simbólicas
propias de la condición diferencial del ser humano.
La retórica desplaza a la dialéctica como
desencadenante de la acción. La retórica es
una propuesta para la acción que se apoya en mecanismos
de motivación. La retórica es el catalizador
del cambio, de la transformación, del consenso...
La comunicación, por tanto, aparece como expresión
distintiva del ser humano.
El lenguaje es una acción simbólica. El lenguaje
actúa a través de sus ‘four master tropes’,
las cuatro extensiones significativas -la metáfora,
la metonimia, el sinécdoque y la ironía-,
que son instrumentos de la persuasión empleados por
la retórica.
Burke entiende que la acción de la retórica
y la comunicación se amplifican en los espacios de
identidad, ámbitos ‘consubstanciales’,
aquellos en los que se comparten ‘substancias’
comunes (amistad, vecindad, aficiones, creencias, valores...).
Bajo estas condiciones, la retórica, como instrumento
desencadenante de la acción, encuentra el ambiente
más favorable.
En el libro Retórica de la religión extiende su campo de análisis analógico de
la pieza teatral al ámbito de las estructuras religiosas.
El drama como identidad en el escenario del templo. Cada
religión tiene una retórica. Las religiones
expresan construcciones simbólicas, con usos del
lenguaje que se adaptan, mediante alegorías, a los
entornos sobre las que se proyectan (tropología).
En esta obra, Burke introduce el término ‘logology’
o la lógica del discurso o el discurso que habla
del discurso.
Perfiles biográficos y académicos. Marcos epistemológicos y teóricos de la investigación en Comunicación.
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