| 1. Cambiantes 
      teorías del desarrollo 1.1.  Modernización Contexto históricoDespués de la Segunda Guerra Mundial 
        el financiamiento de las Naciones Unidas estimuló las relaciones entre 
        los estados soberanos, especialmente entre las naciones del Atlántico 
        Norte y los países en desarrollo, incluyendo a los nuevos estados emergentes 
        de un pasado colonial. Durante el período de la Guerra Fría los superpoderes 
        —Estados Unidos y la desaparecida Unión Soviética— trataron de expandir 
        sus propios intereses hacia los países en desarrollo. De hecho, Estados 
        Unidos fue definiendo al desarrollo como la replica de su sistema político-económico 
        y abriendo el camino para las corporaciones transnacionales. Al mismo 
        tiempo, los países en desarrollo vieron al “estado de bienestar” de las 
        naciones del Atlántico Norte como la meta última del desarrollo. Dichos 
        países fueron atraídos por la transferencia de nueva tecnología y el modelo 
        de un estado centralizado, con una cuidadosa planificación económica y 
        burocracias del desarrollo centralmente dirigidas para la agricultura, 
        la educación y la salud, como la más efectiva estrategia para actualizarse 
        respecto de los países industrializados.  Modernización 
        y desarrollo
 El paradigma de la modernización, predominante en los 
        círculos académicos entre alrededor de 1945 y 1965, apoyó la transferencia 
        de tecnología y de la cultura sociopolítica desde las sociedades desarrolladas 
        hacia las sociedades tradicionales. El desarrollo fue definido como crecimientoeconómico. 
        La idea central es una perspectiva de evolución, que implica al desarrollo 
        concebido primero como direccional y acumulativo, segundo, como predeterminado 
        e irreversible, tercero, progresivo y, cuarto, como inmanente con referencia 
        al estado nación. Las sociedades occidentales desarrolladas o modernas 
        eran consideradas las metas últimas que se esforzaban por alcanzar las 
        sociedades menos desarrolladas.
 Todas las sociedades podrían evolucionar, pasando por etapassimilares, hacia 
        un punto común: la sociedad moderna. Para ser una sociedad moderna, tienen 
        que ser modificadas las actitudes de las personas “atrasadas” —su tradicionalismo, 
        mal gusto, superstición, fatalismo, etc.— que constituyen obstáculos y 
        barreras de las sociedades tradicionales. Las diferencias entre naciones 
        son explicadas en términos del grado de desarrollo antes que por la naturaleza 
        básica de cada una. Por lo tanto, el problema central del desarrollo se 
        pensaba en torno a la cuestión de “cubrir la brecha” y “actualizarse” 
        por medio de un proceso de imitación entre los sectores modernos y tradicionales, 
        entre retrasados y avanzados o entre sectores y grupos “bárbaros y civilizados”, 
        con ventajas para estos últimos. Estos dos sectores, el tradicional y 
        el moderno, eran concebidos como dos etapas del desarrollo, coexistentes 
        en el tiempo, y en un determinado período las diferencias desaparecerían, 
        dada una tendencia natural hacia el equilibrio.
 El problema era superar los obstáculos y barreras que se 
        encontraban sólo en la sociedad tradicional. Estas “barreras” o límites 
        del desarrollo pueden ser superados por al menos cinco mecanismos: “demostración”, 
        por la cual el mundo en desarrollo trata de “actualizarse” como las naciones 
        más desarrolladas adoptando métodos y técnicas más avanzados; a través 
        de la “fusión”, que es la combinación e integración de distintos métodos 
        modernos; por medio de la “compresión”, por la cual los países en desarrollo 
        intentan completar la tarea del desarrollo en menos tiempo que el utilizado 
        por el mundo desarrollado; a través de la “prevención”, esto es aprendiendo 
        de los errores cometidos por los países desarrollados; y a través de la 
        “adaptación” de las prácticas modernas al medio ambiente y las culturas 
        locales. Consecuentemente, los medios de modernización eran la 
        masiva transferencia de capital, ideología, tecnología y saber cómo, en 
        una especie de Plan Marshall o Revolución Verde de alcance mundial. Las 
        medidas del progreso eran el Producto Bruto Interno (PBI), la alfabetización, 
        la urbanización y otras similares, todas basadas en criterios cuantificables. 
        Everett Rogers (1976:124) escribió que aunque “India, China, Persia y 
        Egipto eran antiguos, viejos centros de civilización (...) sus ricas culturas 
        han provisto de hecho la base de las culturas occidentales contemporáneas 
        (...) su vida familiar brinda una intimidad más cálida y sus logros artísticos  
        fueron más grandes, esto no es desarrollo. No podría ser medido en dólares 
        y centavos”.
 Otra característica del pensamiento sobre la modernización es el 
        énfasis en factores explicativos monodisciplinarios. 
        La más antigua es la variante económica, asociada con Walt Rostow (1953). 
        Dado que cada disciplina de las ciencias sociales enfoca el proceso de 
        modernización desde su punto de vista experto, el estudio de la modernización 
        se ha especializado crecientemente. Por lo tanto, las teorías ortodoxas 
        sobre la modernización se sustentan en una sola o en una combinación de 
        las cuatro categorías teóricas: teorías de las 
        etapas, teorías de los índices, especialmente de variables 
        económicas, teorías de la diferenciación (ampliamente desarrolladas 
        por sociólogos y politólogos), y teorías de la difusión(desarrolladas 
        principalmente por psicólogos sociales, sugiriendo que el proceso de desarrollo 
        comienza con la difusión de ciertas ideas, motivaciones, actitudes o comportamientos). 
        Sin embargo, la perspectiva económica ha constituido siempre la esencia 
        de la teoría de la modernización.
 En la práctica la modernización aceleró la urbanización o la occidentalización 
        de la estructura de elite. Los espacios rurales tradicionales necesitaban 
        ser desarrollados con la ayuda extranjera en las áreas de agricultura, 
        educación básica, salud, transporte, desarrollo comunitario, etc. Por 
        lo tanto, las burocracias del servicio gubernamental se han extendido 
        hasta los mayores centros urbanos. El sistema de radiodifusión fue usado 
        principalmente para el entretenimiento y las noticias. La radio fue un 
        canal apto para que las campañas nacionales persuadieran a la gente respecto 
        de prácticas agrícolas y sanitarias muy específicas. Según R. White (1988:9) 
        “la dimensión comunicativa más significativa del diseño de la modernización 
        ha sido el rápido mejoramiento del transporte, que relacionó las comunidades 
        rurales con los centros comerciales y las ciudades regionales. Con las 
        mejoras en el transporte y las fuentes de energía eléctrica, la apertura 
        de redes comerciales de aprovisionamiento y consumo se extendió hacia 
        las ciudades y pueblos, trayendo con ellas la cultura de consumo occidental 
        y la cultura popular de las películas, la radio y la música. Si bien la 
        población rural de Bolivia o Sri Lanka no alcanzó los estilos de consumo 
        de la población norteamericana de clase media, su vida cambió profundamente. 
        Este era el rostro real de la modernización”.
Crítica  Bajo 
        la influencia del desarrollo actual en la mayoría de los países del Tercer 
        Mundo, el cual no acontece como predijo la teoría de la modernización, 
        las primeras críticascomenzaron a escucharse 
        en los ‘60,  particularmente en América Latina. El sociólogo mexicano 
        Rodolfo Stavenhagen explicó, en un famoso ensayo, que la división entre 
        un sector tradicional agrario y un sector moderno y urbano era el resultado 
        del mismo proceso de desarrollo. En otras palabras, el crecimiento y la 
        modernización han traido con ellos mayor desigualdad y mayor subdesarrollo. 
        Stavenhagen elaboró sus tesis a partir de la situación de México mientras 
        otros intelectuales arribaron a una conclusión similar para Brasil y Chile.El crítico de la teoría de la modernización más conocido es A. Gunder 
        Frank (1969). Su crítica es fundamental y señala tres aspectos: el paradigma 
        del progreso es empíricamente inalcanzable, 
        tiene una inadecuada fundamentación teóricay es, en la práctica, 
        incapaz de generar un proceso de desarrollo 
        en el Tercer Mundo. Más aún, los críticos del paradigma de la modernización 
        señalan que demasiado a menudo es ignorada la complejidad del desarrollo, 
        que se le presta poca atención a las consecuencias en el nivel de los 
        macro-procesos económicos, políticos y socio-culturales y que la resistencia 
        contra el cambio y la modernización no puede ser explicada sólo sobre 
        la base de las normas y orientaciones valorativas tradicionales, como 
        muchos parecen indicar. La crítica no sólo concierne a la teoría de la 
        modernización como tal sino a la tradición global (occidental) de evolucionismo 
        y funcionalismo de la cual forma parte.
 En consecuencia, al referirse a la perspectiva evolutiva y unilineal y 
        al carácter endógeno de las soluciones del desarrollo sugeridas, estas 
        críticas señalan que el concepto de modernización es un sinónimo velado 
        de “occidentalización”, entendida como la copia o implementación de instituciones 
        y mecanismos occidentales en el contexto del Tercer Mundo. En ningún lugar 
        es esto tan claro como en el campo de la ciencia política. La mayoría 
        de los académicos occidentales parten de la suposición de que los sistemas 
        políticos de Estados Unidos son la piedra basal para el resto del mundo. 
        Los criterios del Acta de los Cuerpos de Paz del presidente J. F. Kennedy 
        estaban totalmente imbuidos de esta creencia.
 1.2.  Dependencia Contexto históricoEl paradigma 
        de la dependencia jugó un rol importante en el movimiento hacia un Nuevo 
        Orden Mundial de la Información y la Comunicación (NOMIC) desde finales 
        de los 60 hasta comienzo de los 80. En ese período, los nuevos estados 
        africanos y asiáticos y el suceso de los movimientos populares y socialistas 
        en Cuba, China, Chile y otros países brindaron las metas de la autodeterminación 
        política, económica y cultural dentro de la comunidad internacional de 
        naciones. Estos nuevos países compartieron la idea de independencia de 
        los superpoderes y conformaron el Movimiento de Países No Alineados. Este 
        movimiento de naciones definió al desarrollo como una lucha 
        política. Dependencia 
        y subdesarrolloEl enfoque de la dependencia surgió 
        a nivel teórico desde la convergencia de dos tradiciones intelectuales: 
        una llamada a menudo neomarxismo o estructuralismo y la otra originada 
        en el amplio debate sobre el desarrollo formulado en la tradición de la 
        Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL). Por lo tanto, 
        en contraste con la teoría de la modernización la perspectiva de la dependencia 
        tuvo su nacimiento en América Latina. Sin embargo, se denomina “padre” 
        de la teoría de la dependencia a un norteamericano, Paul Barán, la voz 
        parlante del grupo norteamericano de la revista Monthly Review. El fué 
        uno de los primeros en presentar la tesis de que el desarrollo y el subdesarrollo 
        son procesos interrelacionados, 
        esto es son dos caras de una misma moneda. Según la perspectiva de Barán 
        la continuidad de la dependencia imperialista después del fin del período 
        colonial es asegurada principalmente por la reproducción de las estructuras 
        políticas y socioeconómicas de la Periferia en concordancia con los intereses 
        de los Centros de poder. Esta es la causa principal del retraso crónico 
        de los países en desarrollo, puesto que el principal interés del capitalismo 
        monopólico internacional era impedir, o, si esto era imposible, hacer 
        más lento y controlable el desarrollo económico de los países subdesarrollados. 
        Como Barán destacó, la irracionalidad del presente sistema no será superada 
        si su base, el sistema capitalista, continúa existiendo. Algunos teóricos de la dependencia trabajaron 
        exclusivamente con variables económicas mientras la investigación de otros 
        tomó también en consideración factores sociales y políticos. Las divisiones 
        científicas típicas de la economía, ciencia política, sociología, historia 
        y otras disciplinas, tan habituales en la investigación de Occidente, 
        fueron establecidas con menor rigidez en la división del trabajo científico. 
        Algunos señalaron las oposiciones sectoriales y regionales dentro del 
        sistema (por ejemplo, Sunkel) y otros estaban más interesados en las posibles 
        relaciones de clase (por ejemplo, Cardoso). Las opiniones también difieren 
        acerca de uno de los elementos centrales de la teoría de la dependencia, 
        esto es la relación entre desarrollo y subdesarrollo. Mientras que Frank 
        observa lo que denomina “desarrollo del subdesarrollo”, Cardoso entiende 
        que un cierto grado de desarrollo capitalista dependiente es posible.
 Sin embargo, más allá de las posibles diferencias de enfoque, todos 
        los dependentistas coinciden con la idea básica expresada en la siguiente 
        definición de Dos Santos (1970:231): la dependencia 
        es una situación condicionante en la cual la economía de un grupo de países 
        es condicionada por el desarrollo y la expansión de otros. Una relación 
        de interdependencia entre dos o más economías o entre dichas economías 
        y el sistema comercial mundial se transforma en una relación dependiente 
        cuando algunos países pueden expandirse con su propio impulso mientras 
        otros, que están en una posición de dependencia, sólo pueden crecer como 
        un reflejo de la expansión de los países dominantes, lo cual puede tener 
        efectos negativos o positivos en su desarrollo inmediato. En cualquier 
        caso, la situación básica de dependencia causa el atraso y la explotación 
        de estos países. Las naciones dominantes ejercen un predominio sobre los 
        países dependientes en la tecnología, el comercio, el capital y lo socio-político 
        —la forma del predominio varía de acuerdo al particular momento histórico— 
        y pueden explotarlos y extraer parte del excedente económico generado 
        localmente.
 La dependencia, entonces, se basa en la división internacional del trabajo 
        que hace que el desarrollo industrial se concrete y concentre en algunos 
        países mientras se restringe en otra naciones, cuyo crecimiento es condicionado 
        y sujeto a los poderosos centros del mundo”.
 
 CríticaSegún la teoría de la dependencia los principales impedimentos del desarrollo 
        no son la falta de capital y de capacidad gerencial, como sostienen los 
        teóricos de la modernización, sino que deberían ubicarse en el actual 
        sistema internacional. De este modo, los obstáculos no son internos sino 
        externos. Esto significa también que el desarrollo en el Centro determina 
        y perpetúa el subdesarrollo de la Periferia. Los dos polos están estructuralmente 
        conectados uno al otro. Los teóricos de la dependencia sostienen que, 
        para remover estos obstáculos externos, cada país debería disociarse del 
        mercado mundial y optar por una estrategia de desarrollo autónomo. La 
        mayoría de los intelectuales indican que para que esto ocurra sería más 
        o menos necesario una transformación política revolucionaria. Por lo tanto, 
        se puede decir que el paradigma de la dependencia en general, como su 
        variante comunicacional, se caracteriza por un enfoque global, un énfasis 
        en los factores externos y las contradicciones regionales, una polarización 
        entre desarrollo y subdesarrollo, una interpretación subjetiva o voluntarista 
        de la historia y un método analítico orientado principalmente por lo económico.
 En este sentido, la única alternativa para las naciones no alineadas era 
        disociarse a sí misma del mercado mundial 
        y alcanzar la autonomía económica y culturalmente. El llamado Nuevo Orden 
        Económico Internacional (NOEI) es un ejemplo de los intentos en búsqueda 
        de esa meta. Sin embargo, muchos países no alineados son demasiado débiles 
        económicamente y están muy endeudados para operar autónomamente. Como 
        resultado de ello, los intentos de formular políticas nacionales integrales 
        y coherentes de comunicación fallaron debido a la resistencia de los intereses 
        de los medios de comunicación nacionales e internacionales. Como señalan 
        Friberg y Hettne (1985:212) “la autonomía es un opción difícil en el contexto 
        del actual orden mundial”. En este sentido, McAnany (1980:4) caracterizó 
        a la teoría de la dependencia como “...buena en el diagnóstico del problema...pero 
        pobre en el tratamiento”. La teoría de la dependencia señala las causas 
        del desarrollo pero no provee modos de superar tal subdesarrollo.
 1.3. Multiplicidad/ otro desarrollo
 Contexto histórico
 Dado que la demarcación del primer, segundo y tercer mundo se está diluyendo 
        y la distinción entre Centro y Periferia puede encontrarse también en 
        cada región, es necesario un nuevo concepto de desarrollo que enfatice 
        la identidad cultural y la multidimensionalidad. Por ejemplo, algunos 
        países pueden ser económicamente dependientes pero tiene un mayor “poder” 
        cultural en su región. Por lo tanto, la anterior perspectiva de la dependencia 
        ha resultado difícil de sostener dada la creciente interdependencia de 
        las naciones. El concepto de “otro desarrollo” fué articulado primero 
        por la fundación Dag Hammarskjold en Suecia y el movimiento político Verde 
        en Alemania. No obstante esto no significa que el concepto y la perspectiva 
        del “otro desarrollo” sean occidentales. Pueden hallarse antecedentes 
        al respecto en los espacios del Tercer Mundo.
Multiplicidad / Otro Desarrollo La fundación 
        Dag Hammarskjold estableció tres principios del otro desarrollo: (1) el 
        Otro Desarrollo es generado para la satisfacción de necesidades, comenzando 
        con la erradicación de la pobreza; (2) el Otro Desarrollo es endógeno 
        y autónomo; y (3) el Otro Desarrollo está en armonía con el medio ambiente. 
        El Otro Desarrollo se aplica en todos los niveles de todas la sociedades, 
        no sólo para los pobres y el mundo no alineado. Surge a partir de la insatisfacción 
        con la “sociedad del consumo”, la cual es a menudo denominada ”sobredesarrollo” 
        e incluso “mal desarrollo”, así como con la creciente desilusión con el 
        enfoque de la modernización. La idea central, que es compartida por casi todos los que buscan nuevos 
        enfoques del desarrollo, afirma que no hay un patrón 
        universal del desarrollo, y que el desarrollo debe ser concebido 
        como un proceso integral, multidimensional y dialéctico que puede 
        diferir de una sociedad a otra. Sin embargo, esto no significa que no 
        se intente definir los principios generales y las prioridades en que se 
        basa dicha estrategia. Por cierto, varios autores han tratado de identificar 
        los componentes centrales del otro desarrollo. Basándonos en estos autores 
        podríamos identificar seis criterios esenciales del “otro”desarrollo. 
        Dicho desarrollo podría basarse en los siguientes principios:
 (a) 
        necesidades básicas: generado para satisfacer 
        necesidades humanas, materiales y no materiales.(b) endógeno: definido desde el núcleo de cada sociedad, que define 
        con soberanía sus valores y la visión de su futuro.
 (c) autoconfiable: implica que cada 
        sociedad confía básicamente en sus propias fortalezas y recursos, en términos 
        de las capacidades de sus miembros y de su ambiente natural y cultural.
 (d) ecología: utilizando racionalmente 
        los recursos de la biosfera con plena conciencia del potencial de los 
        ecosistemas locales como de los límites globales y externos impuestos 
        a las generaciones actuales y futuras.
 (e) democracia participativa: como la 
        verdadera forma de la democracia, y no sólo un gobierno del pueblo y por 
        el pueblo, sino, y más fundamentalmente, “para la gente” en todos los 
        niveles de la sociedad.
 (f) cambios estructurales: son requeridos 
        a menudo en las relaciones sociales, en las actividades económicas y en 
        su distribución espacial, como también en la estructura de poder, para 
        alcanzar las condiciones de autogerenciamiento y participación en el proceso 
        de decisión por todos aquellos afectados, desde la comunidad rural o urbana 
        hasta el mundo como un todo.
 En la práctica, al adoptar alguno o todos estos principios señalados han 
        emergido nuevas formas de comunicación. Sistemas de medios descentralizados 
        e instituciones democráticas de la comunicación, tales como la radio comunitaria 
        Mahaweli en Sri Lanka y radio Enriquillo en la República Dominicana, enfatizan 
        la autogestión de las comunidades locales. Nuevos conceptos del profesionalismo 
        mediático conllevan un mayor conocimiento y respeto de las formas de comunicación 
        de la gente y destacan, a su vez, el reconocimiento y la experiencia con 
        nuevos formatos de periodismo y radiodifusión que son más consonantes 
        con la identidad cultural de la comunidad y otorgan una mayor seguridad 
        a los modos en que la democratización de la comunicación está aconteciendo 
        y puede acontecer.
 1.4. 
        Enfoques mixtos
 Esta revisión de tres perspectivas del desarrollo revela un número de 
        cambios en el pensamiento científico:
 1. Desde un enfoque más positivista, cuantitativo y comparativo hacia 
        otro normativo, cualitativo y estructural.
 2. De procesos altamente prescriptivos y predecibles hacia procesos menos 
        predecibles y orientados al cambio.
 3. Desde una perspectiva etnocéntrica hacia una visión doméstica y con 
        ello a una perspectiva contextual y policéntrica.
 4. Del endogenismo (“culpar a la víctima”) al exogenismo (“culpar al forastero”) 
        y, entonces, al globalismo y holismo.
 5. Desde un interés económico a un interés más universal e interdisciplinario.
 6. De un esquema de referencia nacional a una perspectiva internacional 
        y, de este modo a niveles de análisis combinados.
 7. De enfoques segmentados a más holísticos y, luego, a perspectivas orientadas 
        a la resolución de problemas.
 8. De una estrategia integradora y reformista a opciones revolucionarias 
        y con ello hacia una visión integral del cambio revolucionario y evolucionario.
 9. De una perspectiva del desarrollo administrado tecnocráticamente hacia 
        enfoques participativos y de resolución de problemas.
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    | 2. Enfoques 
      teóricos de la comunicación para el desarrollo (COMDES) Las 
        teorías de la comunicación como la de “difusión de innovaciones”, la del 
        “flujo en dos pasos” o los enfoques de la extensión son bastantes congruentes 
        con la mencionada teoría de la modernización. Según Rogers, uno de los 
        académicos líderes de la teoría de la difusión, esta perspectiva implica 
        “que el rol de la comunicación es (1) transferir innovaciones tecnológicas 
        desde las agencias de desarrollo a sus audiencias, y (2) crear una predisposición 
        para el cambio a través del logro de un clima de modernización entre los 
        miembros del público” (Rogers, 1986:49). La orientación elitista, vertical o de arriba-abajo 
        del modelo de la difusiónes obvia. Sin embargo, la realidad 
        presenta a menudo muchas más complejidades que las previstas en la teoría. 
        Por lo tanto muchos intelectuales y trabajadores del desarrollo señalan 
        que la adopción de decisiones y el planeamiento no pueden ser hechos por 
        burócratas y planificadores para la gente, sino sólo por estos “expertos” 
        con todas las instituciones interesadas y junto con las personas relacionadas. 
        En otras palabras, en convergencia con las discusiones en foros internacionales, 
        académicos y políticos tales como UNESCO (Organización de las Naciones 
        Unidas para la Ciencia y la Educación), FAO (Organización de las Naciones 
        Unidas para la Agricultura y la Alimentación) o IAMCR (Asociación Internacional 
        de Estudios de la Comunicación Social), estas personas se refieren a perspectivas 
        más nuevas del rol y el lugar de la comunicación para el desarrollo que 
        favorecen una comunicación de doble vía y horizontal: 
        “la utilización sistemática de la comunicación apropiada y de técnicas 
        para incrementar la participación de la gente en el desarrollo y para 
        informar, motivar y entrenar a la población rural, principalmente en el 
        nivel de las bases” (FAO, 1987:4). Aunque se puede argumentar que este 
        enfoque aún resulta “paternalista” o una mera estrategia de marketing 
        social, al menos distingue entre la política y la planificación/ acción 
        a niveles micro y macro.
 Antes de presentar los cambios en las estrategias y las técnicas, resumiremos 
        las principales características teóricas de ambos enfoques de la comunicación 
        para el desarrollo: el Modelo de Difusión/ Mecanicista y el Modelo Participativo/Orgánico.
 2.1. 
        El Modelo Difusionista Generalidades Los 
        años 50 fueron la década del modelo de comunicación. 
        Uno de los primeros y más influyentes de estos modelos no proviene de 
        las ciencias sociales y las humanidades sino de la ingeniería de la información 
        (Shannon y Weaver). El modelo lineal “fuente-transmisor-canal-receptor-destinatario” 
        eclipsó a los enfoques más tempranos, más orgánicos, de la psicología 
        y la sociología. Lasswell, Hofland, Newcomb, Schramm, Westley y McLean, 
        Berlo y otros diseñaron un modelo de comunicación de acuerdo con sus concepciones. 
        Esta profusión de modelos de comunicación puede ser atribuida a tres razones.Primero, porque ellos identificaron a la comunicación como la transferencia 
        de información (el estímulo) y eran partidarios de la metodología empírica, 
        estableciéndose así las bases de la comunicología como una ciencia distinta 
        y legítima.
 Segundo, los teóricos enfocaron a la eficiencia o efectosde 
        la comunicación (la respuesta), sosteniendo vastas promesas de manipulación 
        o control de los receptores del mensaje con diversos intereses.
 Finalmente, el modelo de la comunicación se desarrolla íntimamente con 
        la naturaleza y los mecanismos de la comunicación 
        mediática o masiva, una emergente y poderosa fuerza en aquel 
        tiempo.
 Por lo tanto, en aquellos años la disciplina de la comunicación se concentró 
        ampliamente, y de manera más importante, en el estudio de sus efectos. 
        El efecto “bala” o “aguja hipodérmica” de los medios sería una rápida 
        y eficiente respuesta a múltiples problemas sociales. Robert White (1982:30) 
        escribió que “este énfasis puntual en los medios y sus efectos ha llevado 
        también a una premisa... que la información de los medios es una poderosa 
        panacea para los problemas del desarrollo humano y socioeconómico”, sin 
        mencionar los dilemas del marketing y la propaganda.
 Contradiciendo a las exuberantes expectativas los 
        efectos directos se convirtieron con el paso del tiempo en efectos limitados, 
        mínimos, condicionales y en el “flujo en dos etapas”.
 Enfoques de la comunicación más específicosEn dichos 
        años fueron considerados en la perspectiva de la modernización más factores 
        sociológicos, psicológicos, políticos y culturales. El lugar y rol del 
        proceso de comunicación en dicha perspectiva fue posteriormente examinado 
        en la campaña de la elección presidencial de EE. UU., donde funcionó como 
        esquema teórico.Estos modelos ven el proceso de comunicación como un mensaje circulando 
        desde un emisor a un receptor. Luego de un estudio de las elecciones presidenciales 
        de 1940 en el condado de Erie, Ohio, surgió la idea del denominado “flujo 
        de la comunicación en dos pasos” (Lazarsfeld y otros, 1944). 
        Aunque los investigadores esperaban encontrar que los medios masivos (radio 
        y periódicos) tenían una gran influencia en la elección, concluyeron que 
        las decisiones eran influidas principalmente por los contactos personales 
        y la persuación cara a cara. La primera formulación de la hipótesis del 
        flujo en dos pasos fue la siguiente: “las ideas a menudo fluyen desde 
        la radio y los periódicos hacia los líderes de opinión y de éstos a los 
        sectores menos activos de la población” (Lazarsfeld, 1944:151). Así, dos 
        elementos eran involucrados: (a) la noción de una población dividida entre 
        participantes “activos” y “pasivos”, o “líderes de opinión” y “seguidores”; 
        y (b) la noción de un flujo o influencia en dos pasos antes que un contacto 
        directo entre “estímulos” y “respuestas” (o la llamada también teoría 
        de la bala mágica o aguja hipodérmica). Desde aquella época el concepto 
        y el rol de la influencia personal han adquirido un alto status en la 
        investigación de las campañas y el proceso de difusión, especialmente 
        en los Estados Unidos. La conclusión general de esta línea de pensamiento 
        es que la comunicación masiva es menos importante que la influencia personal 
        para tener un efecto directo en el comportamiento social. La comunicación 
        masiva es importante para difundir nuevas posibilidades o prácticas, pero 
        la comunicación personal es más influyente en la etapa en que se toman 
        las decisiones sobre adoptar o no adoptar una innovación.
 Por lo tanto, podemos caracterizar a esta era como “centrada 
        en el emisor y los medios” . Estos nuevos modelos, en conjunto 
        con la obsesión por los medios masivos, condujo a una conceptualización 
        de la comunicación como algo que una persona hace con otro. White (1984:2) 
        sostiene que este sesgo de la teoría de la comunicación en favor de los 
        medios, los efectos y anti-igualitario “...se ha desarrollado ampliamente 
        como una explicación sobre el poder y los efectos de la comunicación masiva 
        y no brinda una adecuada explicación de los factores del cambio social 
        que conducen hacia la democratización”.
 Everett Rogers (1962, 1976) observó el proceso 
        de difusión y adopción de innovaciones culturales, basándose 
        principalmente en la investigación sociológica de sociedades agrarias. 
        La modernización se concibe aquí como un proceso de difusión en el cual 
        los individuos transitan de un modo de vida tradicional a otro más complejo, 
        más técnicamente desarrollado y más rápidamente cambiante. Por lo tanto 
        este enfoque se interesa en el proceso de difusión y adopción de innovaciones 
        de una manera más sistemática y planificada. Este autor distingue cinco 
        fases en el proceso de difusión: conocimiento, interés, evaluación, prueba 
        y adopción. El rol de los medios masivos se concentra en la primera etapa 
        del proceso, mientras que “las fuentes personales son mas importantes 
        en la etapa de evaluación del proceso de adopción” (Rogers, 1962:99). 
        En una segunda edición de su libro Rogers (1976) dijo que hay sólo cuatro 
        etapas cruciales en el proceso de difusión y adopción:(a) el conocimiento 
        de la innovación en sí misma (información), (b) la comunicación de la 
        innovación (persuasión), (c) la decisión de adoptar o rechazar la innovación 
        (adopción o rechazo), y (d) la confirmación de la innovación por parte 
        del individuo.
 Tres enfoques más contribuyeron al suceso del modelo 
        de la difusión: estos son las interpretaciones psicológica, institucional 
        y tecnológica de la comunicación para la modernización.
 La perspectiva conductista o psicosocial de la comunicación y la modernización 
        se interesa particularmente en los valores individuales y el cambio de 
        actitudes. Rokeach (1966) definió a la “actitud” 
        como una organización de creencias relativamente cristalizada acerca de 
        un objeto o situación que predispone a la persona a responder de una determinada 
        manera. El “cambio de actitud” sería “un cambio en la predisposición, 
        un cambio en la organización de la estructura de creencias o un cambio 
        en el contenido de una o más de las creencias comprendidas en la organización 
        de actitudes” (Rokeach, 1966:530). En la perspectiva de Daniel Lerner 
        (1958), uno de los más representativos autores del paradigma de la comunicación 
        para la modernización, es central el concepto de “empatía”, esto 
        es, “la capacidad de verse a uno mismo en la situación de otra persona,... 
        que es una herramienta indispensable para que la gente abandone hábitos 
        tradicionales”. La principal hipótesis de su estudio era que “la alta 
        empatía sólo es predominante en el estilo personal de la sociedad moderna, 
        la que es distintivamente industrial, urbana, alfabetizada y participativa” 
        (Lerner, 1958:50). En su diseño de investigación era central la capacidad 
        individual y psíquica de la gente para adaptarse por sí misma a los ambientes 
        modernos. Las personas empáticas, a diferencia de las llamadas personas 
        tradicionales, tienen un más alto grado de movilidad, lo que significa 
        capacidad para el cambio, y una acción orientada hacia el futuro y racional. 
        Por lo tanto, según Lerner la movilidad estimula la urbanización, que 
        a su vez aumenta la alfabetización y consecuentemente también la participación 
        política y económica. También el rol de los medios masivos es examinado 
        cuidadosamente en este contexto: “el hombre moderno encuentra las noticias 
        sobre el mundo en los medios masivos antes que en los medios personales, 
        y prefiere las noticias nacionales e internacionales antes que el deporte, 
        la religión o las noticias domésticas” (Inkeles, 1972:112). En otras palabras, 
        los medios de comunicación estimulan, de forma directa e indirecta, la 
        movilidad y el desarrollo económico; ellos son los “motivadores” y “movilizadores” 
        para el cambio y la modernización.
 Wilbur Schramm (1964), basándose en Lerner, observó también esta conexión 
        entre la comunicación masiva y las instituciones y prácticas de la modernización. 
        Los medios de comunicación modernos suplementan y complementan como “multiplicadores 
        de la movilidad” a los canales orales de la sociedad tradicional. Su desarrollo 
        es paralelo al desarrollo de otras instituciones de la sociedad moderna, 
        como las escuelas y la industria, y está muy relacionado con algunos de 
        los índices de crecimiento económico y desarrollo social, tales como la 
        alfabetización, el ingreso per cápita y la urbanización. Indicó también 
        que “un país en desarrollo debería otorgar especial atención a la combinación 
        de los medios masivos con la comunicación interpersonal” (Schramm, 1964:263). 
        En la opinión de Schramm los medios masivos desarrollan al menos tres 
        funciones: ellos son los “vigilantes”, los “hacedores de política” y los 
        “maestros” del cambio y la modernización.
 Una tercera perspectiva, el enfoque tecnológico 
        determinista, considera a la tecnología como un artefacto libre valorativamente 
        y neutral políticamente que puede ser usado en cualquier contexto social 
        e histórico. Dentro de esta perspectiva al menos cuatro diferentes puntos 
        de vista pueden ser distinguidos. Una primera posición bastante optimista 
        comparte la convicción de que el desarrollo y la aplicación de tecnologías 
        puede resolver todos los variados problemas de la humanidad. La segunda 
        postura lleva a la anterior a un extremo opuesto, es decir a la concepción 
        de que la tecnología es la fuente de todos los conflictos de las sociedades. 
        Una tercera variante expresa la visión de la tecnología como un potente 
        factor del desarrollo, como la fuerza que conduce al desarrollo. La cuarta 
        variante ha sido popularizada por Marshall McLuhan (1964). El ve a la 
        tecnología como una fuerza inexorable del desarrollo, una fuerza tan irresistible 
        como abarcadora. Como señaló McLuhan (1964:VIII): “cualquier tecnología 
        crea gradualmente un nuevo ambiente humano” o, en otras palabras: el medio 
        es el mensaje.
 El “esquema de referencia” de la modernización y la 
        dependenciaMientras 
        que los voceros de la teoría de la comunicación para la modernización 
        toman al estado-nación como su principal 
        esquema de referencia, los dependentistas consideran predominantemente 
        el nivel de análisis internacional. Estos sostienen que la dominación 
        de la Periferia por el Centro ocurre a través de una combinación de componentes 
        de poder, esto es militares, económicos, políticos, culturales, etc. Los 
        componentes específicos de la dominación de una nación en un determinado 
        momento varían de uno a otro país como resultado de las variaciones en 
        numerosos factores, que incluyen los recursos del Centro de poder, la 
        naturaleza o la estructura de la nación Periférica y el grado de resistencia 
        a la dominación.En la actualidad los componentes culturales y de la comunicación han alcanzado 
        una gran importancia en la continuidad de las relaciones de dependencia. 
        Esto es así porque, como muchos académicos indican, estamos dentro de 
        una situación bastante paradójica, por la cuál a medida que el Tercer 
        Mundo comienza a emanciparse económica y políticamente, se incrementa 
        la dominación cultural. Mientras los primeros colonialistas estaban más 
        interesados en la explotación económica de áreas rentables y mostraban 
        solo un moderado interés en la administración política, la evolución tecnológica 
        de los medios de comunicación ha contribuido a una dependencia ideológica 
        y cultural.
 La dependencia es la antítesis de la modernización en muchas maneras, 
        pero al nivel de la comunicación es una continuación de ella. La teoría 
        de la dependencia indica que las condiciones predominantes en el mundo 
        no alineado no son una etapa en la evolución hacia el desarrollo sino 
        el resultado de una estructura internacional consolidada. En otras palabras, 
        si la perspectiva de la modernización sostiene que las causas del subdesarrollo.
 radican principalmente dentrode las 
        naciones desarrolladas, la teoría de la dependencia postula que las razones 
        del subdesarrollo son principalmente externasa 
        la sociedad dependiente.
 2.2. 
        El modelo participativo GeneralidadesEl modelo 
        participativo incorpora los conceptos del emergente esquema de referencia 
        de la multiplicidad/otro desarrollo. Afirma la importancia de la identidad 
        cultural de las comunidades locales y de la democratización 
        y participación en todos los niveles internacional, nacional, local 
        e individual. Esto apunta a una estrategia no meramente inclusiva sino 
        ampliamente originada en los tradicionales “receptores” de la comunicación. 
        Paulo Freire (1983:76) se refiere a esto como el derecho de toda la gente 
        a expresar su palabra individual y colectivamente: “esto no es el privilegio 
        de algunos pocos hombres, sino el derecho de todo ser humano. Por lo tanto 
        ninguno puede expresar una palabra verdadera en soledad —ni puede decirla 
        por otro, en un acto prescriptivo que silencie las palabras de otros”.La participación es muy importante en el proceso de la toma de decisiones 
        para el desarrollo porque hace compartir la información, el conocimiento, 
        la confianza, el compromiso y una correcta actitud respecto de los proyectos 
        de desarrollo. “Esto requiere de una nueva actitud para superar el pensamiento 
        estereotipado y promover una mayor comprensión de la diversidad y la pluralidad, 
        con pleno respeto de la dignidad y la igualdad de las personas que viven 
        en diferentes condiciones y actúan de modos diferentes”. (International 
        Commission for the Study of Communication Problems, 1980:254). Este modelo 
        sostiene la colaboración recíproca a través de todos los niveles de participación. 
        Es necesario escuchar lo que otros dicen, respetar la actitud de la contraparte 
        y tener confianza mutua.
 Los promotores de la participación no subestiman la habilidad de las masas 
        para autodesarrollarse ni tampoco su medio ambiente. “Los esfuerzos del 
        desarrollo deben basarse en la capacidad de la gente para discernir qué 
        es lo mejor que se puede hacer cuando buscan su propia liberación y cómo 
        participar activamente en la tarea de transformar la sociedad. Las personas 
        son inteligentes y tienen siglos de experiencia. Pongamos en juego su 
        fortaleza. Escuchémoslas.” (Xavier Institute, 1980:11).
 Identidad cultural, poder y comunicación participativaSegún 
        muchos autores la auténtica participación se relaciona directamente con 
        el poder y su distribución en la sociedad. 
        La participación “puede resultar incómoda para aquellos que sostienen 
        el status quo y en consecuencia es esperable que sean resistidos dichos 
        esfuerzos de fortalecimiento del poder de la gente” (Lozare, 1994:2). 
        Por lo tanto el desarrollo y la participación están íntimamente relacionados.La participación implica una más equitativa distribución del poder económico 
        y político, lo que a menudo disminuye las ventajas de ciertos grupos. 
        El cambio estructuralsupone la redistribución 
        del poder. En las áreas de la comunicación masiva muchos expertos coinciden 
        en que el cambio estructural ocurrirá primero cuando se establezcan políticas 
        de comunicación participativas. Mowlana y Wilson (1987:143) dicen por 
        ejemplo que “las políticas de comunicación son básicamente derivadas de 
        las condiciones e instituciones económicas, culturales y políticas bajos 
        las cuales ellas operan. Ellas tienden a legitimar las relaciones de poder 
        existentes en la sociedad y, por lo tanto no pueden ser cambiadas sustancialmente 
        sino se registran cambios estructurales fundamentales de la sociedad que 
        puedan alterar estas relaciones de poder en sí mismas”.
 Dado que el diálogo y la interacción cara a cara es inherente a la participación, 
        el comunicador del desarrollo deberá dedicar más tiempo al trabajo de 
        campo. Le llevará más tiempo desarrollar la interacción y la confianza. 
        El contacto continuo, los compromisos compartidos, las promesas mantenidas 
        y las actualizaciones entre visitas son importantes. El desarrollo de 
        la confianza social precede a la tarea de la confianza individual. Ambas 
        partes necesitan de paciencia. Es importante notar que cuando tratamos 
        a la gente de la misma manera en que deseamos ser tratados, aprendemos 
        a trabajar en un equipo y esto genera un real compromiso y también motivación. 
        La honestidad, la confianza y el compromiso de las esferas de conducción 
        y gestión del desarrollo conllevan también honestidad, confianza y compromiso 
        de las bases. Esto lleva a la verdadera participación. Y la auténtica 
        participación conduce a políticas y planeamientos apropiados para desarrollar 
        un país dentro de su medio cultural y ambiental.
 Consecuentemente también ha cambiado la perspectiva de la comunicación. 
        Está ahora más interesada en el proceso y contexto, 
        esto es, en el intercambio de “significados” y en la importancia de este 
        proceso, es decir, los patrones de relación social y las instituciones 
        sociales que son resultado de dichos procesos y son determinadas por el 
        mismo. La “otra” comunicación “favorece la multiplicidad, la escala pequeña, 
        lo local, la desinstitucionalización, el intercambio de los roles de emisores 
        y receptores y la horizontalidad de los vínculos en todos los niveles 
        de la sociedad” (Mc Quail, 1983:97). Como resultado de esto la atención 
        se traslada desde un “comunicador” hasta una orientación 
        más centrada en el receptor, con el resultado de un énfasis 
        en el significado buscado y producido antes que en la información transmitida.
 Con un enfoque de estas características uno no intenta crear una necesidad 
        de información que luego uno tiene que difundir, sino que es necesario 
        divulgar información para la cual existe una necesidad. Los expertos y 
        trabajadores del desarrollo que responden a este criterio encuentran que 
        es relevante para el contexto. El énfasis se aplica al intercambio de 
        información antes que a la persuasión dentro del modelo de la difusión.
 Dos enfoques principales de la comunicación participativaHay 
        dos enfoques principales de la comunicación participativa que en la actualidad 
        son aceptados como de sentido común. El primero es la pedagogía dialógica 
        de Paulo Freire y el segundo incluye las ideas de acceso, participación 
        y autogestión articuladas en los debates de la Organización de las Naciones 
        Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (UNESCO) de la década 
        del 70. Cada proyecto de comunicación que se autodenomina participativo 
        acepta estos principios de la comunicación democrática. De todos modos, 
        existe hoy una amplia variedad de intenciones y experiencias prácticas. 
        Y antes de explorar estas diferencias es útil revisar el trasfondo común.El argumento freiriano muestra una estrategia teórica dual. Insiste en 
        que las personas dominadas deben ser tratadas como sujetos plenos en cualquier 
        proceso político. Esto implica una comunicación dialógica. Aunque inspirado 
        en algún sentido en el existencialismo de Sartre —un respeto por la personalidad 
        autónoma de cada ser humano—, la más importante fuente es una teología 
        que demanda respeto por la otredad —en este caso de otro ser humano. La 
        segunda estrategia es un momento de esperanza utópica derivada de las 
        obras tempranas de Marx sobre que la especie humana tiene un destino que 
        es más que una vida para satisfacer necesidades materiales. También de 
        Marx se deriva una insistencia en las soluciones colectivas. Freire sostiene 
        que la oportunidad individual no es una solución para las situaciones 
        generales de pobreza y dominación cultural.
 Estas ideas son profundamente impopulares entre las elites, incluyendo 
        las elites del Tercer Mundo, pero hay sin embargo una amplia aceptación 
        de la noción de Freire acerca de la comunicación dialógica como una teoría 
        normativa de la comunicación participativa. Uno de los problemas con la 
        propuesta de Freire es que su teoría de la comunicación dialógica se basa 
        en el diálogo grupal antes que en los medios amplificadores como la radio, 
        los impresos y la televisión. Freire también le brinda poca atención al 
        lenguaje o la forma de comunicación, concentrando la mayor parte de su 
        discusión en las intenciones de las acciones comunicativas.
 El segundo discurso sobre la comunicación participativa está en el lenguaje 
        de la UNESCO acerca de la autogestión, el acceso y la participación formulado 
        en 1977 en el encuentro de Belgrado, Yugoslavia. El informe final de este 
        encuentro define los términos de la siguiente manera:
 Accesorefiere al uso de los medios de 
        comunicación para el servicio público. Podría ser definido en términos 
        de las oportunidades disponibles para el público de seleccionar programas 
        variados y relevantes y de tener medios de retroalimentación para transmitir 
        sus reacciones y demandas a las organizaciones productivas.
 La participación implica un más alto 
        nivel de involucración del público en los sistemas de comunicación. Esta 
        incluye la participación del público en el proceso de producción y también 
        en el gerenciamiento y la planificación de sistemas de comunicación.
 La participación puede ser nada más que la representación y la consulta 
        del público en el proceso de decisión. Por otro lado, la autogestión 
        es la más avanzada forma de participación. En este caso, el público ejercita 
        el poder de decisión dentro de empresas y organizaciones de la comunicación 
        y está también plenamente envuelto en la formulación de políticas y planes 
        de comunicación.
 Estas ideas son importantes y ampliamente aceptadas como una teoría normativa 
        de la comunicación alternativa: ésta supone acceso y participación. Sin 
        embargo, uno puede notar ciertas diferencias con el planteo de Freire. 
        El discurso de la UNESCO incluye la idea de una gradual progresión. Alguna 
        capacidad de acceso puede ser obtenida pero la autogestión puede ser pospuesta 
        al menos durante algún tiempo. La teoría de Freire no comparte dicho compromiso. 
        Uno respeta la cultura del otro o se ve envuelto en la dominación y el 
        modo “bancario” de educación impuesto.
 El discurso de la UNESCO habla en términos neutrales acerca del “público”. 
        Freire habla de los oprimidos. Finalmente el discurso de la UNESCO coloca 
        el foco principal en la institución. La radio participativa, por ejemplo, 
        significa una emisora de radio que es autogestionada por aquellos que 
        participan en ella.
 | 
   
    | 3. 
        Conclusiones Debería 
        resultar obvio que no existe una perspectiva globalizadora del desarrollo. 
        Ninguna teoría ha alcanzado y mantenido el dominio explicativo. Cada una 
        de las tres perspectivas teóricas analizadas aún encuentran adherentes 
        entre los académicos, los planificadores, las organizaciones internacionales 
        y el público en general. En general, las versiones adaptadas y actualizadas 
        de las ideas de la teoría de la modernización --crecimiento económico, 
        planificación centralizada y la idea de que el desarrollo se origina en 
        causas internas que pueden ser resueltas por la “ayuda” (tecnológica) 
        internacional-- son a menudo compartidas por agencias del desarrollo y 
        gobiernos. Una revitalizada perspectiva de la modernización, en la cual algunos 
        de los errores del pasado son reconocidos y se realizan esfuerzos para 
        alcanzar nuevas formas (como ocurre con la perspectiva de la multiplicidad), 
        permanece como la perspectiva dominante en la práctica pero resulta 
        crecientemente difícil de defender en la teoría. Por otra parte, mientras 
        la teoría de la multiplicidad va ganando adherentes en las esferas académicas, 
        en la práctica es concebida como una visión simpática aunque de un costado 
        idealista.De acuerdo con los hallazgos de estos y otros intelectuales percibimos 
        un número de cambios en el campo de la comunicación para el desarrollo, 
        el cual tiene considerables consecuencias para la política y el planeamiento 
        de la comunicación:
 3.1. 
        El crecimiento de una comprensión más profunda de la naturaleza de la 
        comunicación :
 Los 
        modelos de los años 50 y 60 veían a la comunicación simplemente como un 
        mensaje circulando desde un emisor hacia un receptor (esto es el clásico 
        modelo E-M-R de Lasswell). El énfasis se centraba principalmente en el 
        emisor y los medios de comunicación; la fortaleza radicaba en la libertad 
        de prensa, la ausencia de censura, etc. Desde los ‘70, sin embargo, la 
        comunicación se ha centrado más en el receptor y en el mensaje. El énfasis 
        está ahora en el proceso de comunicación (esto es el intercambio de significado) 
        y en la significación de este proceso (esto es las relaciones sociales 
        creadas por la comunicación y las instituciones sociales y el contexto 
        que resulta de tales relaciones).   3.2. Una nueva comprensión de la comunicación como 
        un proceso de doble vía: El enfoque 
        “oligárquico” de la comunicación implicaba que la libertad de información 
        es un derecho de una sola dirección, de arriba hacia abajo, del Centro 
        a la Periferia, desde una institución a un individuo, de una nación rica 
        a una pobre, etc. En la actualidad la naturaleza interactiva de la comunicación 
        es crecientemente reconocida. Es pensada como fundamentalmente de ida 
        y vuelta, interactiva y participativa antes que lineal. 3.3. 
        La tendencia hacia la democracia participativa: El fin 
        de la era colonial ha visto la emergencia de muchos estados independientes 
        y la difusión de los principios democráticos, aunque sólo sea a nivel 
        de las ideas. Pese a ser ignorada en la práctica, la democracia es honrada 
        en la teoría. Los medios de comunicación mundial están aún ampliamente 
        controlados por los gobiernos y poderosos intereses privados, pero ellos 
        son más permeables y más seguros de los ideales democráticos que lo que 
        eran previamente. Al mismo tiempo el alfabetismo se ha incrementado y 
        ha habido un marcado mejoramiento en la capacidad de la gente para manejar 
        y usar tecnologías de la comunicación. Como consecuencia más y más personas 
        pueden usar los medios masivos y no se les puede denegar el acceso y la 
        participación en los procesos de comunicación por sus carencias de habilidades 
        técnicas y comunicativas.  3.4. 
        El reconocimiento de desequilibrios en los recursos comunicativos: La disparidad 
        en los recursos de la comunicación entre diferentes partes del mundo es 
        crecientemente reconocida como problema de interés. Cuando las naciones 
        del Centro desarrollan sus recursos, la brecha entre Centro y Periferia 
        se hace más grande. La cuestión de una más equilibrada e igualitaria distribución 
        de los recursos comunicativos solo puede ser discutida en términos de 
        poder a nivel nacional e internacional. El intento de las elites de poder 
        locales de controlar los canales de difusión —la prensa, la radiodifusión, 
        la educación y la burocracia— no asegura el control de las redes de comunicación 
        en una determinada sociedad. Ni tampoco el control de los medios masivos 
        asegura siempre la fortaleza de las instancias de poder, ni una movilización 
        acorde con sus objetivos, ni una efectiva represión de la oposición. 3.5. 
        Una creciente sensibilidad de la transnacionalización y la sincronización 
        cultural: Quizás 
        el gran ímpetu hacia una nueva formulación de las libertades de la comunicación 
        y la necesidad de políticas y planeamientos realistas de la comunicación 
        han conducido a la certeza de que el flujo internacional de comunicación 
        se ha convertido en la principal vía de sincronización cultural transnacional. 
        Esta sincronización cultural puede acontecer sin relaciones de dependencia 
        perceptibles. 3.6. Una nueva comprensión de lo que está ocurriendo 
        dentro de las fronteras del estado-nación: Hay 
        que aceptar que los factores “internos” y “externos” que inhiben el desarrollo 
        no existen independientemente unos de otros. Así, para entender y desarrollar 
        una estrategia propia hay que tener una comprensión de las relaciones 
        de clase de una particular formación social periférica y de los modos 
        en que dichas estructuras se articulan con el Centro, por un lado, y de 
        las clases existentes en el Tercer Mundo, por otro lado. Reducir la actual 
        estructura de clases del Tercer Mundo, por ejemplo, a una mera marioneta 
        cuyos intereses son siempre mecánicamente sinónimos de aquellos del Centro, 
        es ignorar la realidad de una relación mucho más compleja. La muy desigual 
        y contradictoria naturaleza del proceso de desarrollo capitalista produce 
        una relación constantemente cambiante.  3.7. El reconocimiento del “impacto” de la tecnología 
        de la comunicación: Algunos 
        sistemas de comunicación (por ejemplo los equipos de audio y video, las 
        fotocopiadoras, los aparatos de radio) han resultado baratos y tan simples 
        que los criterios para regularlos y controlarlos desde un punto central, 
        así como la habilidad de manejarlos, ya no son tan relevantes. Sin embargo, 
        otros sistemas (por ejemplo los satélites, los equipos remotos y los transbordadores 
        de datos) son tan costosos que no están al alcance de los países más pequeños 
        y no son adaptables a los ambientes locales. 3.8. Una nueva comprensión hacia la integración 
        de distintos medios de comunicación: Los 
        modernos medios masivos y las redes paralelas de medios folklóricos o 
        de comunicación interpersonal no son por definición mutuamente excluyentes. 
        Al revés de lo que creen los teóricos de la difusión, ellos son más efectivos 
        si se los usa de manera integrada y considerando las necesidades y contrastes 
        del contexto local. Los modernos medios de comunicación han sido mecánicamente 
        transplantados desde afuera en las sociedades del Tercer Mundo y han alcanzado 
        diversas y limitadas tasas de penetración. Raramente ellos se integran 
        en las estructuras institucionales como ocurre en las sociedades occidentales. 
        Sin embargo, los medios pueden ser efectivamente combinados proporcionando 
        en conjunto una distribución del trabajo funcional que haga reconocer 
        los límites de la acción de los medios masivos. 3.9. El reconocimiento de las estructuras de la 
        comunicación paralelas o duales: Ni los 
        gobiernos ni los particulares son capaces de operar efectivamente el control, 
        la censura o el rol de guardabarrera con respecto a las redes de comunicación 
        en todas las épocas de una determinada sociedad. Las redes paralelas y 
        alternativas, que no siempre son activas, a menudo funcionan a través 
        de estructuras de clases, religiosas, socioculturales y políticas o pueden 
        ser usadas a través de canales folklóricos, artísticos o culturales. Estas 
        redes muestran un comportamiento altamente participativo, altos índices 
        de credibilidad y una fuerte integración orgánica con otras instituciones 
        consolidadas de una determinada sociedad.  | 
   
    | 4. Referencias Baran, P. 1957. The political economy 
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