En los últimos años, la situación de la libertad de expresión en El Salvador, para las instituciones internacionales que lo monitorean, ha empeorado, a tenor de las detenciones a periodistas. Sin embargo, para los periodistas del país, además de las grandes amenazas, para estudiar la situación de la libertad de prensa salvadoreña hay que atender a la inexistencia de ley de acceso a la información pública o a la creciente polarización que ha llevado a la ciudadanía a presentar, en ocasiones, una actitud hostil hacia los medios. Aunque para RSF la posición de El Salvador mejora –que no así la puntuación que alcanza-, este año ha sido asesinado el periodista Salvador Sánchez Roque.

El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), en el apartado de agresiones, refleja el caso de Borman Mármol, fotógrafo del diario La Prensa Gráfica de San Salvador, y Alex Nolasco, reportero de la estación nacional de televisión Canal 21, que fueron atacados en incidentes separados mientras cubrían una protesta el 25 de octubre en Cutumay Camones. Los manifestantes atacaron a Mármol porque se negó a entregar su cámara. La policía golpeó a Nolasco cuando él y su camarógrafo Walter Aparicio intentaban dejar la escena en una camioneta con el logotipo de Canal 21.
Pero, como problema de fondo, APES advierte que existe una falta de pluralidad y de respeto a la libertad de pensamiento dentro de las propias empresas periodísticas, lo que está generando también inestabilidad e inseguridad laboral, que podría incrementarse ante la llegada de un año pre-electoral. Ello ha producido tres despidos en 2007 por estas causas.
APES concluye su repaso del año pidiendo a las empresas periodísticas respeto por la libertad de pensamiento de los profesionales y al Estado que desbloquee la distribución de la publicidad –del que excluye a los medios que no le son ideológicamente afines- y que se trabaje en la ley de acceso a la información.
Eduardo Bertoni, Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en la Organización de Estados Americanos (OEA), se ha hecho eco de la necesidad de que El Salvador cuente con una ley de acceso a la información. Además ha achacado a la creciente polarización que se vive en el país que, en los últimos años, particulares los que hayan ejercido violencia contra los periodistas y han llegado, incluso, a destruir sus instrumentos de trabajo. Declara: “El problema es que cuando empieza a haber polarización entre la sociedad civil y los medios de comunicación, creo que estamos frente a un problema de gravedad, porque en realidad el ejercicio de la libertad de expresión es un derecho fundamental que le cabe a todos y, la sociedad civil o las organizaciones de la sociedad civil, más que atacar el ejercicio de la libertad de prensa deben defenderlo. Por supuesto que la sociedad civil puede señalar los desvíos o señalar cuando no le gusta una determinada línea editorial de un medio de comunicación, eso es propio del disenso y la discusión democrática, pero lo grave es que cuando la sociedad se enfrenta con los medios de comunicación y los medios con la sociedad lo que sucede es que estamos socavando un pilar básico de la democracia”.