Modernus-interruptus: las otras “ideas” del
desarrollo
Por Sandro D. Velarde Vargas*
1. Que es desarrollo?
1.1. Introducción
Tratar de definir el desarrollo apartando la mirada de
los diferentes modelos de
desarrollo; posturas, compendios, conceptualizaciones y
contextos históricos que a lo
largo de las historias del desarrollo, entre fracasos y
aciertos, se han presentado como
teorías acabadas y aplicables para dar cuenta de las
múltiples realidades y
complejidades del tema, es un doble desafío.
Primero porque los diversos modelos de desarrollo
exitosos o fallidos han sido parte de
los procesos de construcción del llamado desarrollo de
los pueblos y por lo tanto
significaron el inicio del encuentro con la “modernidad”;
y segundo porque explicar sin
analizar los momentos etapas y los contextos en que
fueron empleados seria pecar de
ingenuidad al tratar de comprender los procesos de
desarrollo apartándose de la historia
y de las teorías del desarrollo.
Por esta razón en el presente análisis partiremos desde
una mirada histórica, tratando de
esclarecer los momentos en que emergen los modelos de
desarrollo y los contextos en
que se los aplicaron, analizando los problemas que
afrontaron, para posteriormente
tratar de ofrecer una definición acorde a los
circunstancias de globalización económica
y mundialización cultural de la que, queramos o no,
formamos parte.
1.2. La “solidaridad” de los países desarrollados
El fin de la segunda guerra mundial y el triunfo de los
aliados a la cabeza de los
Estados Unidos es el inició de la “bonanza económica” y
la incorporación de un nuevo
orden económico bajo la tuición de los “ganadores”.
Es la etapa en que se consolida la era de la victoria del
derroche y la ampliación del
consumo masivo. Los estadounidenses disfrutaban de la
modernidad, del confort y la
comodidad de la sobreproducción de bienes y servicios.
“El producto de los países
avanzados aumentó al 5% anual y el ingreso per cápita al
3.5%. La expansión se reflejó
en condiciones generalizadas de pleno empleo, políticas
sociales activas y elevación de
las condiciones de vida, en un contexto de estabilidad de
precios.
Al mismo tiempo, la avalancha de innovaciones en la
microelectrónica, el dominio del
átomo, la biología y el espacio exterior ampliaron las
fronteras para procesar y trasmitir
información…” (FERRER , 1999: 69 )
Además una vez
terminada la “guerra caliente” se debía enfrentar la “guerra fría”
conflicto ideológico entre el Este y el Oeste por la
construcción de la hegemonía en el
sur.
Uno de los componentes de la “batalla ideológica” era
impedir que los países
subdesarrollados sucumban al socialismo y para evitar
esta “tragedia” se debía insuflar
las magras economías de los países latinoamericanos con
capital fresco, es decir bajo
los argumentos de la solidaridad y la política del buen
vecino.
Se consideraba
imprescindible y “urgente” la asistencia económica en base al
fortalecimiento del capital. En 1945 nace la Asistencia
Mundial al Desarrollo, se fundan
el Fondo Monetario Internacional el Banco Mundial y las
Naciones Unidas con sus
agencias especializadas y de asesoramiento.
El presidente
Harry Truman (1949) crea la ayuda bilateral al desarrollo. Este proyecto
ordenador parte del supuesto que los países
subdesarrollados deben esmerarse en imitar
y aplicar modelos de desarrollo de los países ricos para
de este modo alcanzar el
desarrollo.
En ese contexto se
entendía al desarrollo como “un proceso de extensión de modernas
técnicas, capacidades y organización social, irradiado
desde las sociedades
industrializadas hacia los centros urbanos en los países
periféricos y de estas áreas a las
atrasadas zonas rurales” (BENAVIDES, citado por Contreras
1999:278) .
Según este enfoque, que conlleva una carga altamente
desarrollista, el proceso de
transformación de las sociedades arcaicas en sociedades
modernas se centra en la
incorporación inmediata de las innovaciones tecnológicas
de occidente. De esta forma
pasar del estado de tradición al estado de la
modernización con el simple hecho de
adoptar los procesos tecnológicos. “El desarrollo en
consecuencia era orgánico,
inmanente, dirigible, acumulativo, querido e
irreversible. Este paradigma consideraba el
desarrollo dentro de una perspectiva unilineal y
evolutiva. Definía el subdesarrollo
valiéndose de diferencias cuantitativas y observables
entre países ricos y pobres y entre
sectores tradicionales y modernos dentro las naciones
pobres” SERVAES, Citado por
José Carlos Lozano Rendón, 1997:104).
El paradigma
refleja claramente la mirada funcional, evolutiva y teleológica-
comparativa del desarrollo en función a logros
materiales, técnicos e industriales y
semejantes en términos de cultura, entre quienes más se
aferraban a la “barbarie” y
quienes más se acercaban a la “civilización” que en
definitiva era el requisito para salir
del subdesarrollo y optar por la modernidad.
Por otro lado dentro del ámbito comunicacional el
investigador norteamericano Wilbur
Schramm, uno de los autores más entusiastas en la
incorporación de los medios de
comunicación para el desarrollo, propone seis condiciones
necesarias para integrar el
proceso comunicativo al desarrollo:
• Las comunicaciones deben utilizarse para contribuir al
sentido de nacionalidad
• Las comunicaciones deben usarse como porta voz del
planteamiento nacional.
• Las comunicaciones deben usarse para transmitir los
conocimientos necesarios
• Las comunicaciones deben usarse para expandir el
mercado efectivo.
• A medida que se desarrolla el plan, las comunicaciones
deben contribuir a
preparar a la gente para el nuevo papel que le tocará
cumplir
• Las comunicaciones deben usarse para preparar a la
gente a desempeñar su
papel como nación entre otras naciones. (SCHRAMM 1969)
En síntesis la comunicación y los medios deben servir
para incorporar modelos de
sociedad funcionales al sistema dominante. Como aparatos
extensionistas con poderes y
capacidades ilimitadas de generar efectos directos en las
personas, preparando y
capacitando a las mismas para enfrentar la nueva sociedad
y el encuentro con el
desarrollo.
Además llama la
atención cuando el autor enfatiza su visión etnocéntrica del desarrollo
cuando afirma: “ En una ge-neración durante la época de
desarrollo acelerado, los ojos
del hombre común deben elevarse desde su aldea hacia el
mundo…” (Ibíd.)
Según Everett Rogers otro de los mas destacados
propulsores de la teoría de las
innovaciones sostiene que la “modernización es el proceso
por el cual los individuos
modifican un estilo de vivir, aumentando su complejidad e
inclinándose por los
adelantos de la tecnología y los cambios rápidos, en
tanto que desarrollo se entiende
como un tipo de cambio social en el que se introduce
nuevas ideas en el sistema, con el
fin de producir elevaciones en los ingresos per cápita y
mejores niveles de vida, por
medios de producción más modernos y mejoras en la
organización social” ( ROGERS,
citado por Benavides y Contreras: 26)
Es decir que los países subdesarrollados con identidades
largas, tradiciones perennes y
cosmovisiones distintas acerca de la organización social
y el desarrollo debían
modificar su estilo de vida (como lo hicieron casi todos
los países que hoy en día
forman parte de los deudores de una abultada deuda
externa) aliniandose a los
postulados occidentales, aboliendo sus prácticas sociales
en busca del huidizo
desarrollo y la prometida modernidad.
De esta forma la modernización acelerada exigía múltiples
transformaciones en el
orden social político económico y cultural considerando
que el subdesarrollo se debe
fundamentalmente a las actitudes y formas de vidas
rutinarias, tradicionales y atrasadas
que impiden lograr el anhelado progreso.
En ese horizonte
“las teorías de la modernización legitimaron una explicación
etnocéntrica del subdesarrollo y otra eurocéntrica del
desarrollo haciendo irreconciliable
la relación entre sociedad tradicional y moderna; o – en
los términos de los gestores de
la propuesta – entre una cultura mágica, sacralizada,
resistente al cambio, y otra abierta
a las transformaciones institucionalizadas por los
avatares de la ciencia y la tecnología.
Es una propuesta occidentalizante que valida la vieja
noción del progreso o
‘civilización’, donde el arquetipo es el hombre moderno
ilustrado, positivista” (Op.Cit.,
279)
Con estas premisas y con el auge de los postulados
funcionalistas que atribuyen a los
medios de comunicación capacidades de generar efectos
directos sobre las audiencias se
apela a la incorporación de dichos medios de comunicación
para crear la atmósfera
necesaria al cambio, es decir que la comunicación se pone
al servicio de los niveles de
persuasión y racionalización de las actitudes con el fin
de propagar los modelos de
consumo. Preparando el terreno para la entrada triunfal
de la modernidad.
Al respecto Wilbur Schramm sostiene que el uso de la
comunicación es indispensable
para consolidar los procesos de desarrollo afirmando que
“la comunicación moderna
debía ponerse al servicio del desarrollo de los países
atrasados y que el creciente flujo
de información sería un elemento importante para
configurar un sentimiento
nacionalista a favor del desarrollo” (SCHRAMM, Wilbur.
1967: 67)
Por lo tanto, con la anexión de los “modernos” medios de
comunicación se hacia
posible reducir las brechas económicas a través de la
incorporación de los procesos de
información y difusión tecnológica
En otras palabras
y basándose en las investigaciones de la Mass Cominication Research
con fuerte influencia conductista sobre el análisis
funcional de la comunicación que
hace referencia a las funciones del proceso comunicativo
sostienen que dichas
funciones tienen como misión la vigilancia o supervisión
del entorno sobretodo
informar sobre las bondades del desarrollo, la
correlación de distintas partes de la
sociedad en su respuesta al entorno o sea sugerencias de
cómo reaccionar ante los
acontecimientos, en este caso, la asimilación mágica de
la modernidad y por último, la
transmisión de la herencia social de una generación a la
siguiente, es decir la
capacidad de transmitir valores y comportamientos
“civilizados” de una generación a
otra, de este modo asegurar y garantizar a largo plazo la
concientización de las “masas”
subdesarrolladas sobre la importancia de los procesos de
desarrollo.
A estos supuestos imperativos de la comunicación desde el
enfoque de difusión de las
innovaciones en la que se afirma que la comunicación
per-se pudiera generar desarrollo
independientemente de las condiciones socioeconómicas y
políticas Luis Ramiro
Beltrán se pregunta:
“ Si en efecto, la
comunicación (en este caso, en la forma de difusión de innovaciones)
es una fuerza tan poderosa y autónoma ¿para que
preocuparse mucho por la naturaleza
de la sociedad? Si el desarrollo consiste esencialmente
en generar más y mejores
productos de manera que ‘todo el mundo’ pueda disponer de
ellos, ¿para qué inquietarse
por factores generales sociales, económicos, culturales y
políticos? Si la tecnología es
de por si tan buena que sólo necesita comunicarse a otras
personas a fin de generar
desarrollo ¿cuál es realmente la razón para mortificarse
con cualesquiera variables que
no sean las de comunicación? Finalmente, ¿por qué deberá
la actual estructura social de
Latinoamérica requerir modificaciones sustanciales?
(BELTRÁN, 2000: 92)
De esta forma Beltrán refleja claramente que los procesos
de desarrollo en base a un
determinismo tecnológico no son suficientes para el logro
de los objetivos de desarrollo
y que la comunicación por si misma no puede generar
desarrollo independientemente
de los procesos sociales, políticos económicos y
culturales.
Mas tarde el propio Everett M. Rogers uno de los
propulsores de la teoría junto Wilbur
Schramm y Daniel Lerner reconocerá que “(…) por lo
general, los medios masivos de
comunicación no son muy importantes, por lo menos
directamente para el fomento del
desarrollo socioeconómico”. (Ibíd.: 137).
De esta forma tanto los modelos de desarrollo así como
los modelos comunicacionales
son desmitificados por la corriente latinoamericana
crítica y emergente
1.3. La teoría de la dependencia y el imperialismo
cultural
La constatación de que los esfuerzos las técnicas y las
estrategias para llevar el
desarrollo y modernidad a los países del Tercer Mundo no
tuvieron los resultados
esperados concibió que pensadores latinoamericanos
analizaran con profundidad los
aspectos inmersos de dependencia en torno a la aplicación
de las recomendaciones y de
los usos de las innovaciones tecnológicas. Es decir las
“bondades” del desarrollo
foráneo
.
Surgen propuestas para explicar la razón real del
subdesarrollo que se debe según el
punto de vista, de los representantes de la teoría de la
dependencia (además cargado de
una ideologización marxista debido al auge de las ideas
de la Escuela Crítica de
Frankfurt) a relaciones de dependencia económica política
social y cultural que a lo
largo de la historia han mantenido los países de la
periferie o llamados satélites
subdesarrollados frente al centro o países desarrollados.
Donde el juego de las
burguesías criollas (la mayoría de las veces con la
capacidad de administrar el poder en
cada país) establecieron el ambiente ideal para perpetuar
los procesos de desarrollo
acordes a los países industrializados.
Es la época del
“destape” y la resistencia a las imposiciones desarrollistas y sobretodo
- parece ser el avance más importante en las
reivindicaciones tercer mundistas de la
década, en cuanto atención a sus demandas, con enorme
rebeldía a las propuestas de los
países industrializados- se unifican las exigencias en
torno a sentar las bases de los
nuevos ordenes mundiales como el de la Economía propuesto
por el Movimiento de
Países No Alineados a través del denominativo de Nuevo
Orden Económico
Internacional (NOEI) que denuncian “las condiciones
injustas de intercambio a nivel
internacional las que generan las grandes desigualdades y
la falta de desarrollo” (Flores,
2002: 34).
Asimismo se
registran reclamos acerca de las “reformas de las instituciones
monetarias, transferencia real de recursos para financiar
el desarrollo accesos al los
mercados del Norte, transferencia de tecnología”
(MATTELART, 1998:73) y sobretodo
en la Declaración sobre el establecimiento de un Nuevo
Orden Económico Internacional
realizada el 1 de Mayo de 1974 en Nueva York en su
destacado punto 2 que dice:
“El actual orden
económico internacional está en contradicción directa con la evolución
de las relaciones políticas y económicas internacionales
en el mundo contemporáneo.
Desde 1970, la economía mundial ha experimentado una serie
de crisis graves que han
tenido serias repercusiones, especialmente sobre los
países en desarrollo a causa de su
mayor vulnerabilidad, en general, a los impulsos
económicos externos. Los países en
desarrollo se han convertido en un factor poderoso que
hace sentir su influencia en todas
las esferas de la actividad internacional. Estos cambios
irreversibles en la relación de
fuerzas del mundo hacen que sea necesaria una
participación activa, plena y en pie de
igualdad de los países en desarrollo en la formulación y
ejecución de todas las
decisiones que interesan a la comunidad internacional”
(VERA MÉNDEZ, Ernesto,
1999:8)
En el caso de la
comunicación se propone un Nuevo Orden Mundial de la Información
y la Comunicación (NOII) que establece un flujo
informacional y comunicaciónal más
ecuánime, eliminando las desigualdades y desequilibrios
en materia informativa y
comunicacional. El planteamiento: la democratización de
la comunicación.
Dentro los puntos más desacatos de los reclamos en
materia comunicacional se pueden
apreciar los siguientes:
• Los países industrializados controlan el flujo de la
comunicación internacional a
través de sus agencias informativas, discográficas, de
exhibición de películas
(gran mayoría de Hollywood) control de los satélites,
programas de televisión
etc.
• Se presenta un desnivel, un desequilibrio entre los
países desarrollados y los no
desarrollados.
• Existe una sobredimensión de los mensajes provenientes
del norte (EEUU)
• Presentan noticias negativas de los países
subdesarrollados, con imágenes de
atraso, ignorancia, flojera, sociedades conflictivas y de
inestabilidad, etc.
“Esta propuesta causa a lo largo de la década los debates
más encendidos que se han
producido en la historia. Porque la Asamblea General de
la Naciones Unidas la hace
suya y la pasa a la UNESCO, un organismo especializado en
comunicación. La
UNESCO la hace de plataforma para este debate mundial y
se produce una
confrontación, pero sin exageración, entre quienes
pretenden perpetrar el régimen
injusto, monopolista y conservador de la comunicación y
quienes pretenden cambiarlo
al servicio del pueblo, la reforma de la sociedad y la
economía” (Beltrán Luis Ramiro,
en VELARDE Sandro, 1999: 117).
Este movimiento condujo a que a solicitud de los países
miembros que conforman la
UNESCO puedan sus expertos orientar, elaborar y formular
políticas de comunicación
en los distintos gobiernos y la responsabilidad recayó en
Luis Ramiro Beltrán quien
propone una definición coherente y equilibrada respecto a
las normativas que se debe
adoptar para una verdadera democratización de la
comunicación. La misma afirma:
“Una Política
Nacional de Comunicación es un conjunto integrado, explicito y
duradero de políticas parciales de comunicación
armonizadas en un cuerpo coherente de
principios y normas dirigidas a guiar la conducta de las
instituciones especializadas en
el manejo del proceso general de comunicación en un país”
(SCHENKEL, Peter,1981:
17)
El debate concilia la atención de los organismos
informativos y sobretodo a los
propietarios de medios de comunicación agrupados en la
Sociedad Interamericana de la
Prensa (SIP) y la Asociación Interamericana de
Radiodifusión (AIR) grupo de fuerte
presión internacional que acusa a las Políticas
Nacionales de Comunicación (PNC) de
atentar contra la libertad de expresión y generar
controles por parte de los estados a la
libre circulación de información.
Todo este movimiento terminó con la aprobación de los
documentos propuestos. Los
económicos en la ONU y los comunicacionales e
informativos en la UNESCO de los
cuales ni uno de sus postulados jamás se han cumplido.
Por lo tanto
podemos afirmar que la esperanza de semejante emprendimiento de lucha,
dedicación y compromiso en torno a un equilibrio
económico y comunicacional que
pudiera haberse hecho efectivo cayó en saco roto por
presiones políticas, boicots
económicos hasta su silenciamiento con la salida de los
EEUU de la UNESCO
aduciendo que en dichas resoluciones se entremezclas
posiciones políticas e
ideológicas. Por lo tanto el triunfo académico y racional
no pudo frente a la
irracionalidad de la dependencia los negocios y el
mercado.
1.4. Entonces a estas alturas como podemos entender al
desarrollo?
Luego de este balance necesario para entender los caminos
recorridos y las miradas al
desarrollo desde distintas perspectivas conjuntamente las
prácticas comunicacionales
que han marcado los rumbos asumidos. Podemos intentar
acercarnos a una definición
que trate de reflejar el carácter integral de los
procesos de desarrollo y esforzarse por
comprenderlo.
En ese horizonte se debe des-centrar la mirada
escisionista buscando niveles de
inclusión de los protagonistas del desarrollo desde su
propia diferencia sin moldes,
recetas y cartografías acabadas y direccionadas. Buscando
comprender las
particularidades de la diversidad que caracterizan a
nuestra sociedades abigarradas en
una CONSTRUCCION SOCIAL DEL DESARROLLO con la capacidad
de generar
procesos de participación en la toma de decisiones y el
rumbo que debemos enfrentar
en los transcursos del desarrollo.
Se trata como manifiesta Fernando Calderón (…) “ de
institucionalizar colectivamente
un valor común que suponga el derecho a tener derechos y
responsabilidades, la
igualdad en la toma de decisiones y la ampliación de
opciones para que las sociedades
decidan (…) por si mismas” (CALDERÓN, Fernando, 1999: 47)
La construcción de consensos desde las subjetividades y
los saberes socioculturales.
“Esto implica que los pobladores de un país determinado
tienen que reconocerse
necesariamente en primer lugar como ciudadanos, miembros
de una comunidad política,
capaces de ser actores conscientes (…), que cada vez se
define más por el cambió
constante y la incertidumbre” (ibid: 49)
Ya no se trata de seguir las teorías y los discursos que
trataron de explicar el mundo
desde posiciones políticas e ideológicas, sino de
entender las nuevas y creativas formas
de habitar lo moderno con la capacidad de comprender los
tiempos histórico-culturales
desde donde se hacen, deshacen y se re-hacen las culturas
y lo cultural.
Entonces podemos hablar de los desarrollos en plural y no
del desarrollo en singular. No
existe un desarrollo afín a un modo de pensar global sin
considerar tiempos distintos,
espacios diferenciados e identidades dispersas
entrelazados por los procesos de
sobremodernidad global y arcano modernidad-local que
permiten un tránsito ambiguo
de tiempos unas veces condensados otras veces acelerados.
Enfrentar el desarrollo sin
considerar los simbolísmos, las prácticas culturales y
las diásporas del ciudadano en su
vida cotidiana es no comprender los procesos de
construcción y producción simbólica y
de sentido de los actores de desarrollo: los ciudadanos.
2. Cuales son las posibilidades y restricciones de la
comunicación para el desarrollo
boliviano?
Quisiera partir desechando la concepción que
hegemónicamente ha encerrado a la
comunicación como sinónimo de medios de comunicación.
Concepto, que por cierto,
ha marcado una larga tradición en las investigaciones de
la comunicación en general,
hasta los análisis de la comunicación PARA el desarrollo
en particular.
Más bien me gustaría partir de la premisa de Jesús
Martín-Barbero la cual afirma que:
para el análisis de la comunicación y sus procesos
debemos comprender a la
comunicación ya no como asunto de medios y entender la
cultura como espacio de
identidades.
Entonces comprender la comunicación ya no PARA el
desarrollo sino LA ACCIÓN
COMUNICATIVA DE DESARROLLO
Es decir tratar de mirar la comunicación desde donde se
la produce y se le otorga
sentido. Un proceso complejo y contradictorio donde se
articulan las subjetividades- lo
abigarrado- que trata de definir “una condición de
sobreposición de diversos tipos de
sociedad que coexisten de manera desarticulada (…)”
(TAPIA, Luis 1994: 10)
hilvanados entre los procesos de entrada y salida de la
modernidad sin reflejarse en ese
orden pero del cual habitan y le dan forma. Desde su
abigarramiento es decir desde su
habitus1 propio.
Entonces esa capacidad comunicativa es la fuente suprema
que posibilita accionar y
construir comunicación de desarrollo participativa
“dialógica” (Beltrán) lo que da una
gran posibilidad de construir comunicación y desarrollo
desde las practicas.
Esta posibilidad comunicativa permite dar cuenta de las
múltiples y variadas formas
comunicativas que se presentan para articularlas al
desarrollo: primero comprender estas
prácticas comunicativas y estros procesos de construcción
de identidades para entender
y enfrentar los procesos de desarrollo.
2.1. www. nuevas tecnologías.com
De Sola Pool, Toffler, Vattimo, Negroponte, Fukuyama,
Schramm, Lerner; autores que
ven con buenos ojos a la sociedad cableada, afirman los
grandes beneficios
económicos, sociales y culturales, que esta época nos
puede traer, incluso el
alejamiento del atraso y la postergación.
En cambió las miradas críticas y el análisis de las
nuevas tecnologías de la
comunicación, sobre todo del lado del subdesarrollado, se
las ha auscultado con cierta
agudeza y desconfianza.
1 “El habitus como lo caracteriza Pierre Bordieu son
disposiciones adquiridas socialmente estructuradas,
permanentes, depositadas y transferibles que escapan a la
conciencia.
Uno de los aspectos más relevantes y lucidos de estas
investigaciones enmarcadas en
el análisis crítico es el relacionado con la llamada
“brecha digital”, el desequilibro
tecnológico, la entrada de las autopistas de la
información y la amenaza de
homogenización occidental de las culturas; resumidas en
las posibilidades de acceso a
la información y dependencia tecnológica entre los
llamados info-ricos e info-pobres.
2.2. Entre nuevas tecnologías y viejos dominios
Este confuso y acelerado desembarco de las Nuevas
Tecnologías en los mares del
ciberespacio tercermundista ha sorprendido a los
Estados-Nación; principalmente en el
ámbito de los negocios y del intercambio comercial.
Basados fundamentalmente en el
tráfico mundial de bienes, la expansión del capital y los
recursos financieros a escala
planetaria. De los cuales muy pocos Estados-nación han
logrado navegar hacia buen
puerto, es decir, remar hacia el logro del desarrollo
prometido.
La desregulación de las estructuras jurídicas, sociales y
económicas trajo consigo el
derrumbamiento del modelo Estatal-capitalista. La
liberación de las estructuras y el
libre comerció dio paso a la ola de privatizaciones con
el fin de desarrollar la
competencia en el gran mercado mundial y a gran escala.
De ahí que los servicios de
comunicaciones y telecomunicaciones de la gran mayoría de
los países del tercer mundo
fueron los primeros en ser puestos en venta. Este fue el
principió del colapso económico
generalizado en gran parte de las economías
latinoamericanas del que aún no logran
recuperarse.
Por otro lado se
encuentra “el peso de la deuda externa (que) ha devaluado las políticas
publicas, mientras la perspectiva de un Tratado de Libre
Comercio de escala regional
dejaría apenas la ventaja comparativa de la mano de obra
barata y el fluctuante
suministro de materias primas y productos agropecuarios,
con precios decrecientes y
limitados por el proteccionismo comercial”
(GONZALES-Manet, 1998)
Esto se lo puede evidenciar con la cantidad de bolivianos
que solicitan visas para salir al
extranjero en búsqueda de mejores reconocimientos
económicos a su trabajo meramente
manual. El caso de la venta del Gas, a precios
irrisorios, afirma nuestra clara condición
de país exportador de materias primas subordinado a los
precios imperativos del
mercado.
En síntesis las viejas estructuras de dominación se
rearticulan rápidamente en esta nueva
configuración; donde el intercambió económico y simbólico
parecen ser los códigos
(password) de acceso a la aldea global. No contar con el
ID y la contraseña significa
estar el margen de la nuevalengua tecnológica-comercial.
Y en el caso del tercer mundo
las condiciones parecen no mejorar.
La diferencia entre quienes tienen acceso a las nuevas
tecnologías o Tecnologías de la
Información y la Comunicaron (Tic’s) es abismal. Veamos
algunos datos:
América Latina: Distribución de sitios por país
País
Porcentaje
Brasil
55%
México
12%
Argentina
10%
Chile
9%
Venezuela
4%
Colombia
2%
Perú
2%
Bolivia
1%
Otros
5%
Fuente: Internic (ICANN). www.nic.co. LACNIC, assignments
statistics (citado por
Ancízar Narváez M. )
Los porcentajes reflejan el desequilibrio abismal en que
se encuentra casi todos los
países latinoamericanos donde Bolivia cuenta con el 1% de
sitios de Internet de una
población donde el analfabetismo, el hambre y la
desocupación alcanzan niveles de
desesperación, aún no superados.
Por lo tanto es necesario y urgente nivelar o rectificar
los desequilibrios y desigualdades
económicas sociales y tecnológicas para reducir las
brechas que la expansión económica
de la sobremodernidad deja a su paso.
2.3. La cumbre mundial sobre la sociedad de la
información
Con la
participación de Jefes de Estado, representantes oficiales, y por primera vez
la
sociedad civil representada, del 10 al 12 de Diciembre de
2003 se realizó la Cumbre
Mundial Sobre la Sociedad de la Información, en Ginebra
Suiza. Este evento fue
organizado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones
(UIT) a encargo de la
ONU. En esta primera etapa (la segunda cumbre se la
realizara en noviembre este año
en Túnez) adoptó una Declaración de principios y un Plan
de Acción que reflejan las
políticas de administración global de las Tecnologías de
la Información y la
Comunicación (Tic´s).
El trascendental evento reflejó, una vez más, el amplió
dominio de los países
industrializados y la imposición de sus principios normas
y planes de acción, aunque la
cumbre haya parecido participativa y solidaria, los
países pobres no lograron salir
satisfactoriamente de este encuentro. Debido
fundamentalmente a que no se logró el
pedido de reducir la “brecha digital” con la solicitud
para que se haga efectivo un
aporte económico de los países desarrollados para el
desarrollo de las Tic´s en los paises
pobres y el segundo aspecto importante quien debe
“gobernar” Internet.
Es decir que al igual que en la década de los ´70 se
impuso los intereses de los países
desarrollados en desmedro de los llamados “en
desarrollo”. Estos países ricos “ya
beneficiarios de las revoluciones industriales
precedentes, agrava la que se denomina la
‘fractura digital’, ese abismo que se abre entre los bien
provistos en tecnologías de la
información y los mucho más numerosos desprovistos de
ellas. Dos cifras condensan la
injusticia: el 19% de los habitantes de la Tierra
representan el 91% de los usuarios de
internet. La brecha digital redobla y acentúa la
tradicional brecha Norte-Sur, así como la
desigualdad entre ricos y pobres: recordemos que el 20%
de la población de los países
ricos dispone del 85% del ingreso mundial. Si nada se
hace, la explosión de las nuevas
tecnologías cibernéticas desconectará definitivamente a
los habitantes de los países
menos adelantados (…)” (RAMONET, Ignacio: Le Monde
Diplomatique, año II
número 16, La Paz, enero 2004)
Esta larga cita del investigador y periodista español
refleja claramente que el horizonte
que se nos presenta a los países dependientes no parece
ser halagüeño toda ves que esta
explosión de nuevas tecnologías sólo se da a nivel del
Norte (EEUU) y parte de Europa
creando una nueva denominación en el ámbito de la llamada
Sociedad de la
Información, esta nueva dualidad se traduce en lo que se
ha dado en llamar los países
conectados y los no conectados es decir, quines tienen
acceso a las nuevas tecnologías y
al desarrollo y los que están condenados a “desenchufe”
la pobreza y el marginamiento.
Este nuevo Orden Internet no sólo es la tenencia de
tecnología “soporte duro” software
satélites, etc. Sino también se refleja en el dominio de
los sitios Web por parte de los
países desarrollados. Para muestra un botón “ según el
estudio de Lawrence y Gil (los
buscadores de páginas web’s) tienden a indexar con mucha
más frecuencia las páginas
que están en Estados Unidos que las que no lo están. Es
decir que, no sólo la cantidad
de sitios norteamericanos( 72 por ciento según
activmedia) con respecto a los del resto
del mundo es mucho mayor , sino también que los sitios no
norteamericanos son más
difíciles de encontrar (…) “ SIRI, Laura. 2000. 24)
2.4. A manera de conclusión
Es difícil, a estas alturas, cuando las nuevas
tecnologías y las estructuras de poder que
las manejan todavía no han dado la cara íntegramente, a
pesar de su trasfondo
netamente económico, evaluar si son buenas o malas en
este momento no veo como lo
mas importante.
Lo que sí es
importante es que las Ntic`s llegaron para quedarse y sean estas buenas
o malas están con nosotros y debemos a aprender a
convivir con ellas.
• El desarrollo de las políticas públicas en torno al uso
racional de las nuevas
tecnologías es determinante en los países en desarrollo.
• Se debe desarrollar conceptos y usos primordiales de
las Tic`s en función al
desarrollo.
• La comunicación no puede estar al margen del proyecto
de desarrollo sino más
bien debe traducirse como un espacio permanente de
democratización.
• Se debe aprovechar al máximo los recursos técnicos y
financieros y humanos
para participar activamente de la promesas del mundo
informatizado
• Se debe propiciar un dialogo intercultural donde las
múltiples identidades y los
saberes propios contribuyan a un desarrollo democrático
con igualdad de
condiciones.
• Se debe exigir por todos los medios que los países
“post-industriales” aprueben
el pedido de cuotas presupuestarias para el desarrollo de
las nuevas tecnologías a
este lado del mundo: es decir el SUR.
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SANDRO D. VELARDE VARGAS
Docente en la Carrera de Comunicación de la UMSA