DOCE AÑOS DE
HISTORIA AUDIOVISUAL
Las publicaciones impresas son a
menudo las únicas referencias de un pasado reciente. En múltiples ocasiones,
con otros complementos informativos procedentes de los más diversos soportes,
suponen una contribución impagable al conocimiento de la intrahistoria. Cuando
esto ocurre en la difusión del acontecer de los medios periodísticos,
constituyen un auténtico baluarte y son importantes hitos históricos que hemos de
conservar y de dar a conocer. Es el caso que nos ocupa: hablamos de la única
revista audiovisual que ha tenido
Volvamos unos años atrás.
En un primer momento, la revista
de
Desde el primer número, observamos que predominan en la revista los artículos de opinión, los comentarios y las visiones o perspectivas de los profesionales del sector. La mayoría de las secciones no son fijas, sino que se van adaptando a los contenidos, o, más bien, a las colaboraciones más o menos altruistas que se van registrando. Sí, y conviene destacarlo, se repiten en las primeras revistas las secciones de cine, y las dedicadas a la asociación, a la medicina y a la cocina. Todos los artículos están escritos por colaboradores y se trata, sobre todo, de temas atemporales, aunque siempre se intenta dar una cierta nota de actualidad con alguna noticia.
Las
actividades que organiza
La portada del número 3 de la revista, por poner un ejemplo de las atenciones que tenía a los cambios estructurales de cada momento y de cada empresa periodística, estará dedicada al entonces nuevo director de TVE en Murcia, Manuel Muñoz, quien en una extensa entrevista tendrá la oportunidad de contar sus proyectos. Los problemas de la radio y la televisión pública tienen un importante eco, igualmente, en la revista. Esto se debe a que gran parte de los miembros de la asociación son (entonces, como decimos) trabajadores de la empresa pública y colaboradores habituales de la publicación.
La vinculación entre los contenidos de la revista y los medios de comunicación públicos se reflejará en los artículos, en los que a menudo se habla de los problemas de los trabajadores de estas empresas, de los cambios que se experimentan en su organización o incluso lo percibiremos en la misma difusión que se hace de algunos programas de TVE. Prácticamente la mitad de los contenidos provienen de estos profesionales. La década de los años noventa todavía tenía una preponderancia de estos medios en el número de personas empleadas.
Brindó el panorama
audiovisual de cada etapa
La revista
hace, asimismo, un seguimiento exhaustivo de los cambios en los cargos
directivos de las radios y televisiones de
En 1993, la revista comienza a incluir las cartas de los asociados, una sección que no tendrá mucho eco, pues siempre se pedirá más colaboración desde las páginas de la publicación. La falta de movilización ya se palpaba en el sector. También aparece la sección de breves radiotelevisivos, en la que se recogerá lo más importante de la actualidad mediática. Cuando leemos las páginas de los diversos números, nos damos cuenta de cómo fue incluso la intrahistoria de estos medios, con cuestiones, por así decirlo, de tono menor, pero que en su día eran importantes para los propios trabajadores, haciendo, en ese sentido, la revista de un instrumento de comunicación interna. Es interesante destacar la inclusión de recortes de prensa en la revista en los que aparecían noticias sobre medios de comunicación, sobre su actualidad, acerca de su acontecer, que se transcribían literalmente de otras publicaciones.
Una de las deficiencias de la revista será, precisamente, su periodicidad irregular. A pesar de que se denomina como publicación trimestral, los números aparecerán sin seguir ningún tipo de orden. Además, seguramente por la falta de colaboradores, los temas de actualidad se intercalarán con otros que nada tienen que ver con el Periodismo.
En las
revistas tendrán reflejo, como no podía ser de otro modo, los logros que va
consiguiendo
Las
historias de la radio y la televisión de
En el año 1995, la revista experimentará nuevos cambios. Cambiará su cabecera y, a partir del número de junio, se llamará ‘Profesionales y medios’, bajo la dirección de Juan Tomás Frutos. Incluirá dos apartados fijos: el editorial y el sumario. A partir de este momento no habrá tantos artículos de opinión en la revista, sino más colaboraciones con artículos de contenidos más objetivos. La sección de ‘recortes de prensa’ pasará a llamarse ‘hemeroteca’. También se crea ‘Escapadas’, que será el rincón de la revista dedicado a las crónicas de viajes. En Junio del año 1.995, por ejemplo, aparece una dedicada a Jerusalem.
Es interesante hacer un punto y aparte para comentar los artículos de opinión que han aparecido en la revista en sus 12 años de existencia. Miguel Massotti, Alberto Castillo, Matías Sánchez Carrasco, Tomás Palazón, Elías Ros Garrigos, etc. Son muchos los que se plasman en unas páginas que se irán consolidando poco a poco.
La labor de la revista en formato
papel de la que hablamos fue uno de los cimentos de
Juan TOMÁS FRUTOS.