La necesidad imperiosa de comunicarnos

 

            El ser humano es, ante todo, un ser social, es decir, no es nada, o es muy poco, o tiene la concepción de que es muy poco cuando está en soledad, sin compañía, sin la idea de familia, de grupo o de clan. Ésa es la base de que nos comuniquemos, de que precisemos desempeñar roles donde realmente somos en función de los demás.

 

            Si no nos identificamos, si no movemos algunos matices, si no mostramos la troncalidad de nuestras vidas, no somos nadie, o, cuando menos, no nos realizamos en el modo o manera que verdaderamente ansiamos. La orientación, la vocación, el desarrollo de la intelectualidad tienen mucho que ver con esto que aquí afirmamos.

 

            Comunicar viene del verbo latino “comunicare”, que inequívocamente expresa la voluntad, el deseo, el afán, la necesidad de que compartamos un hilo común en nuestros pensamientos, en las actividades diarias, en cuanto somos, etc. El sustento, el fundamento de la sociedad está, precisamente, en el intercambio, en el trueque desde la buena intención y con el objetivo de perseguir, consciente o inconscientemente, un progreso, una mejoría. Ahí estamos.

 

            Si no compartimos, si vivimos en la autarquía comunicativa, no damos los suficientes pasos para acercarnos a puntos de incrementos sociales, espirituales, cognitivos, de convivencia incluso.

 

            Estas reflexiones, que son casi universales, por cuanto atañen a una realidad subjetivamente objetiva, nos orientan en el consejo destacado de que hemos de aprender a saber manifestar lo que llevamos dentro, lo que nos entretiene, lo que nos place, sobre lo que tenemos más o menos interés, etc.

 

            Recordemos que hablar con los demás, aparte de una necesidad, es una oportunidad, una ocasión para decir que aquí estamos, qué es lo que sentimos, cuál es nuestra actitud, posición o planteamiento, y cuál sería la orientación que querríamos tomar en un momento u otro, eso sí, con la aquiescencia, la intervención o el parecer de los demás. No sirve de nada, como sabemos, el actuar en solitario.

 

            Sí, es cierto que algunas personas ven en la comunicación un riesgo de equivocarse, de no ser escuchadas, de no ser atendidas debidamente, de no tener éxito… Bueno, conviene recordar que lo importante es intentarlo, con la fuerza debida, con la vehemencia y el propósito que sean menester, y a partir de ahí las circunstancias dirán lo que tengan que decir. Si nos obsesionamos en exceso con los resultados, es posible que no seamos nosotros, que no seamos tan naturales como se espera en nuestras posturas y en lo que hablamos de una guisa más o menos certera.

 

            Desde la sencillez, hemos de asumir siempre que los buenos cimientos en toda relación, en toda comunicación, en toda negociación, son el saber preparar lo que hemos de decir, el vivirlo, el implicarnos moderadamente, pero sin limitaciones, y desde el conocimiento de aquello que abordamos. Hay que ser ágiles, con estilos amenos, sugerentes, huyendo del aburrimiento. Hemos de saber informar, formar y entretener (las tres máximas de la comunicación y del periodismo) si queremos llegar a los demás.

 

            No olvidemos tampoco que todo comunica: lo que decimos, cómo lo decimos, los “tics” que tengamos, el modo de vestir, la mirada, las posibles sonrisas, los estados de ánimo, el lenguaje verbal y no verbal en general, los movimientos del cuerpo… Todo ayuda, o puede entorpecer, ante lo que deseamos comunicar. El mostrar convencimiento, el despertar interés, apuntalando el nuestro, el escuchar a los que nos dirigimos (incluso escuchar sus silencios, sus aprobaciones, sus intenciones gestuales, etc.) son las bases de una relación comunicativa que será no solo eficaz y asertiva, sino que también nos hará más felices. Para que recordemos la importancia de la comunicación, pensemos que, si nos proporciona, bien llevada, la dicha, nos otorga, paralelamente, lo más preciado en nuestras vidas, esto es, el que estemos a gusto con nosotros mismos.

 

Juan TOMÁS FRUTOS.